Los que nos dedicamos a la tecnología digital y la aplicamos al sector del agua, a menudo pensamos que la tecnología digital es una herramienta indispensable para abordar y ayudar a resolver los problemas a los que se enfrenta la industria del agua. Tanto la creciente escasez de agua y recurrencia de inundaciones, frutos de los efectos del cambio climático, como la creciente contaminación en el agua, por citar solo algunos de estos problemas, son objeto de aplicación de la tecnología digital que puede ayudar a resolverlos. Sin embargo, la digitalización no es la única solución, y debe ir siempre acompañada de otras soluciones, como la inversión en infraestructuras, para hacer esta industria mucho más sostenible y resiliente.
Hace poco oía a un empleado de una empresa de agua decir que estaba abrumado por la cantidad de respuestas que habían recibido al pliego que habían publicado para crear un gemelo digital para sus procesos de potabilización de agua. Habían recibido tantas ofertas, que se habían dado cuenta de un aspecto que a menudo pasan por alto las empresas de agua: que el problema o el reto que querían resolver no estaba bien definido. A menudo caemos en el error de enfocarnos en la tecnología como si fuera un fin, y olvidamos que es el medio para llegar a ese fin. Esta empresa de agua alegaba que habían sufrido indigestión digital, y que habían detectado que sus retos eran más y mucho mayores. Finalmente, decidieron cancelar el concurso, e imagino que ahora estarán evaluando cómo sacar un nuevo pliego donde esta vez sí definan bien los objetivos que pretenden alcanzar, los resultados que esperan conseguir, y los procesos que deben cambiar.
Y cuento esta anécdota para poner de relieve dos aspectos clave de la digitalización. El primero, que apenas somos capaces de entrever las posibilidades que la tecnología digital nos ofrece. Y el segundo, tiene que ver con esa indigestión digital: la clave está en definir qué quieres conseguir, tanto a corto como a largo plazo y, una vez definidos esos objetivos, abrir la caja de pandora de la tecnología digital, para ser más exigentes con los resultados que podemos obtener y los procesos que debemos transformar.
La digitalización posee un potencial que traspasa nuestra comprensión actual, y debemos colaborar entre empresas de la cadena de valor
En mis veintidós años de experiencia en el mundo digital en la industria del agua he observado una máxima que se repite año tras año, y que no veo que mejore en ninguna empresa de agua en ningún país del mundo. La tecnología digital se licita de forma errónea. Se licita de igual modo que la infraestructura. Y en el ejemplo anterior vemos que se inhibe la principal ventaja de la tecnología digital: se pone freno a las posibilidades desconocidas que esta misma brinda. Y así, de forma involuntaria, nos atragantamos con las tecnologías, intentando acotarlas a lo que pide un pliego, que en muchas ocasiones ha sido escrito mirando al retrovisor de cómo se han venido haciendo las cosas, y no mirando al futuro, incluyendo la tecnología digital para modificar los procesos que rigen como debemos operar la industria del agua del futuro.
Al CEO de otra empresa de agua, vecina a la anterior que citaba antes, y mucho más madura digitalmente, le escuché decir que los procesos y tecnologías que les habían hecho llegar hasta donde estaban, no iban a servir para llevarlos hacia donde necesitaban estar en treinta años.
No sabemos cómo será la industria del agua en treinta años, pero lo que sí sabemos es que la digitalización posee un potencial que traspasa nuestra comprensión actual, y que debemos colaborar entre empresas de la cadena de valor, y licitar la tecnología de forma que su potencial se desarrolle durante el proceso de creación, implantación y posterior operación.
En Schneider Electric hemos creado una línea de negocio de consultoría de transformación digital con el objetivo principal de ayudar a las empresas a transformarse y, en ese viaje, liberar el potencial que la tecnología digital pone en nuestras manos. ¡Colaboremos para crear la empresa de agua del futuro!