Solemos diferenciar la gestión integral del abastecimiento de agua, en alta y baja, basado en diferentes competencias, diferentes infraestructuras y a veces diferentes ámbitos territoriales de gestión. Pero lo que no puede ser diferente es su gestión, donde hay que buscar la complementariedad y la simetría.
En este sentido, el abastecimiento y el saneamiento en alta, dónde la Agencia Catalana del Agua es competente, tiene su correlación y extensión con la gestión del ciclo del agua en baja, competencia que corresponde a los ayuntamientos. En este sentido, si hay una adecuada garantía de la disponibilidad del agua y sobre el correcto saneamiento de las aguas residuales, el ciclo urbano del agua será eficiente y completo, tanto en cantidad como en calidad.
Las redes de abastecimiento en alta en Cataluña tienen, en la actualidad, una elevada eficiencia, que oscila alrededor del 95%. Estos índices, que denotan un importante esfuerzo para optimizar al máximo los recursos hídricos sostenibles, deben tener su equivalencia en las redes de suministro municipales. Por lo tanto, a pesar de que en la mayoría de municipios hay unas redes adecuadas, también son necesarias constantes mejoras para evitar pérdidas innecesarias.
La reutilización, uno de los ejes
Durante 2018, la Agencia Catalana del Agua y el Área Metropolitana de Barcelona materializaron la apuesta decidida por el uso del agua regenerada. Mediante un acuerdo entre las dos entidades -y recordemos que son las competentes en el ciclo del agua en alta y en baja, respectivamente- se sentaron las bases para impulsar de un modo continuado la reutilización en el ámbito de Barcelona.
El primer paso, que está activo desde hace casi un año, es la impulsión de agua regenerada para proteger el acuífero del delta del Llobregat de la intrusión salina. De este modo, se preserva una reserva estratégica para Barcelona y su área metropolitana en periodos de sequía.
La Agencia Catalana del Agua tiene previsto impulsar, a lo largo de este año, una serie de ayudas económicas para potenciar el uso del agua regenerada en los municipios
La apuesta por este recurso no termina aquí. Desde finales de noviembre pasado se ha constituido un comité de expertos, formado por 12 profesionales diversos del mundo del agua, para analizar la posibilidad de aumentar la disponibilidad de agua en el tramo final del río Llobregat a través de agua reutilizada. La voluntad es ampliar el periodo de reutilización, ya que actualmente esta medida solo se podría implementar en caso de situación de alerta por sequía en la Región Metropolitana de Barcelona.
La Agencia Catalana del Agua tiene previsto impulsar, a lo largo de este año, una serie de ayudas económicas para potenciar el uso del agua regenerada en los municipios. Medidas como el riego de jardines, la limpieza de las calles, entre otras, son soluciones que permitirán, por un lado, reaprovechar un residuo y, por el otro, dejar de utilizar agua potable para usos que no la requieren. De este modo, lo que se está aplicando desde la administración autonómica debe tener su reflejo en el mundo local, con una apuesta firme y decidida por la economía circular.
El reto del drenaje sostenible
Cuando se producen fenómenos meteorológicos extremos, que se incrementarán en los próximos años por efecto del cambio climático, ponen al descubierto que los sistemas urbanos de drenaje actuales a menudo no son capaces de absorber los volúmenes y caudales que se generan. En este sentido, somos conscientes de los problemas que generan las aguas pluviales en la mayoría de municipios de Cataluña, sobre todo en las ciudades, y las disfunciones que causan también en los sistemas de saneamiento, donde aguas blancas y grises se mezclan y rebasan la capacidad de tratamiento de las infraestructuras de tratamiento.
La tecnología, la investigación y la innovación nos ofrecen alternativas, cada vez más sostenibles y que van más allá de las redes separativas, para mejorar nuestros sistemas de drenaje urbano y, además, abren un nicho de oportunidades que integra numerosas disciplinas y que puede generar nuevos perfiles profesionales en la arquitectura, el diseño urbano, el paisajismo, la ingeniería, la biología, la eficiencia energética, la consultoría ambiental y la planificación urbanística, entre otros.
La complementariedad y la simetría entre la gestión del abastecimiento en alta y baja tiene que estar orientada a un mismo objetivo
Esta sostenibilidad aplicada a los sistemas de drenaje urbano hará posible la infiltración natural de las aguas pluviales, reduciendo los volúmenes y laminando las aportaciones, reduciendo así la escorrentía de las aguas superficiales durante los aguaceros.
La infiltración en el terreno aligera la carga sobre los sistemas de drenaje y de saneamiento en momentos de precipitaciones intensas, al tiempo que contribuye a racionalizar la inversión, devolviendo al suelo el régimen de humedad connatural al ciclo del agua, aparte de que también son beneficiosos para la vegetación de la ciudad y para los espacios verdes, en general. De este modo, se podrá gestionar el problema en origen y evitar trasladarlo aguas abajo hasta los sistemas de saneamiento o a núcleos subsiguientes.
La complementariedad y la simetría entre la gestión del abastecimiento en alta y baja tiene que estar orientada a un mismo objetivo, el de satisfacer correctamente la demanda de forma íntegramente sostenible. Con ello quiero decir, medioambientalmente sostenible, socialmente sostenible y económicamente sostenible.