La UE ha decidido apostar muy fuerte por una economía regenerativa, basada en mantener el valor de los recursos y los productos a lo largo de toda su vida, a la vez que se limitan al máximo las entradas de materias primas y energía durante su proceso de producción. Durante los próximos 15 años, toda la industria europea deberá rediseñar sus procesos, tendiendo a una meta de residuo cero. Se estima que estos nuevos desarrollos en economía circular van a generar alrededor de 450.000 nuevos puestos de trabajo durante los próximos años en la UE.
El sector del corcho genera actualmente una elevada cantidad de subproducto no utilizable en la fabricación de tapones, que finalmente va directamente a los vertederos. Con el proyecto LIFE Ecorkwaste, cofinanciado por la UE, se quiere demostrar la viabilidad de valorizar los residuos de corcho no aprovechados actualmente para el tratamiento de las aguas residuales del sector vitivinícola, mediante un humedal de tratamiento.
Los humedales de tratamiento son tecnologías naturales basadas en el establecimiento de comunidades microbianas adheridas a un sustrato, que generalmente es grava, un material no renovable. Decimos que son tecnologías apropiadas, en el sentido de que se pueden diseñar con el uso de materiales locales, que no demandan de energía ni de productos químicos y que además son ideales en un marco de depuración descentralizada, adecuada para poblaciones de tamaño pequeño/mediano.
El uso de tecnologías naturales de depuración se ha ido extendiendo a diferentes sectores y, durante los últimos años, se han venido desarrollando sistemas intensificados que requieren menos área y son cada más eficientes en la eliminación de diferentes tipos de contaminantes y reducir a la vez nutrientes, como los nitratos, uno de los problemas ambientales más graves a escala planetaria.
En España, el 80% de las aguas subterráneas tiene concentraciones de nitratos superiores a 25 mg L-1 y el 13% del territorio nacional ha sido declarado vulnerable a la contaminación del agua con nitratos, donde su concentración supera los 50 mg L-1. Aunque parezca increíble, el coste que generan los daños provocados por el exceso de nitratos en las aguas subterráneas, procedentes básicamente de los procesos agrícolas, es más del doble de los beneficios que obtienen los agricultores utilizando estos fertilizantes nitrogenados.
Con el uso de humedales de tratamiento que funcionan con el uso de corcho, se ha demostrado que se puede eliminar gran parte de los nitratos del agua. En el proyecto LIFE REAGRITECH ENV/ES/579, se ha probado la eficacia de una depuradora innovadora, compacta, móvil y que funciona como un humedal de tratamiento de híbrido (flujo subsuperficial vertical + horizontal) con corcho como sustrato para el tratamiento de escorrentía agrícola con altos contenidos en nitrógeno, pero bajo contenido orgánico. El uso del corcho ha conseguido una eliminación del 80-99% de nitratos en el agua de forma consistente durante un año de funcionamiento, porcentaje significativamente muy superior al 46%, máxima eliminación conseguida con una planta de tratamiento idéntica pero con grava como material de soporte. En este caso, la materia orgánica liberada a partir del corcho permite el establecimiento de comunidades microbianas desnitrificantes.
Actualmente, el proyecto LIFE ECORKWASTE ENV/ES/001196 ha desarrollado una evolución del tratamiento, incorporando aireación y que puede operarse en modo horizontal (saturado), o como sistema vertical (parcialmente saturado), para eliminar los nitratos y a la vez otros posibles contaminantes recalcitrantes presentes en los efluentes del sector vitivinícola. Y con el corcho que no sirva para ser usado en las depuradoras, se pueden obtener más de 2 kw/h de energía por cada kg mediante un proceso de gasificación.
En definitiva, el agua un recurso demasiado precioso como para que sea un residuo. Con la economía circular, los residuos pasan a ser elementos con valor, beneficiando no solo al medio ambiente, sino a las propias empresas.