En el año 2222, en unas excavaciones en Madrid, se descubrió, en una galería de saneamiento en desuso, numerosas inscripciones en sus paredes. Inicialmente, y fruto de las primeras investigaciones, se cree que fueron escritas por un tecnólogo de principios del siglo XXI que fue enviado al ostracismo por los poderes fácticos imperantes en esa época.
El documento que ahora presentamos es una crónica de un evento nacional sobre la gobernanza y gestión del agua que se debió de realizar en los años veinte del siglo XXI, y dice así:
“Durante esta semana se ha llevado a cabo una evento nacional sobre la Gobernanza y Gestión del Agua en nuestro país.
Numerosas administraciones públicas expusieron su visión, los logros obtenidos y dibujaron un futuro prometedor y de ensueño.
Yo, que ya no peino canas por razones obvias, creía que estaba ante un “dejavu”.
No había ninguna diferencia entre las exposiciones, que en eventos anteriores de los últimos veinte años, habían tenido lugar y la presente.
Al despertar, el dinosaurio seguía ahí.
Por parte de las empresas privadas, y dentro de la corrección institucional que dejó al margen el porqué de las inversiones en agua son tan insuficientes en este país, sus aportaciones fueron mas positivas. Se puso de manifiesto que se sigue innovando, que son referentes mundiales y que están a la espera de poder volver a demostrarlo en territorio nacional.
Hubo muchas menciones al marco legislativo del país. La competencia en la Gobernanza del agua esta difuminada por que quien tiene la máxima competencia carece de los medios técnicos y económicos para ejercerla. Los que tiene medios económicos cada vez tiene menos medios técnicos y su visión es cortoplacista: construir sin mirar a la operación y el mantenimiento (O&M), obviando la máxima de que cada euro ahorra en la construcción, supondrá un gasto de 4 euros en la O&M.
Como denunció, en un periódico local, un representante de una asociación de operadores del Ciclo Integral del Agua (CIA), el problema del agua no esta en la agenda política. Y es mucho mas fácil congelar las tarifas del agua con planteamientos populistas que defender la necesidad de que un recurso básico, como el agua, tenga un precio justo para que, las generaciones futuras, lo sigan teniendo.
Al despertar, el dinosaurio seguía ahí.
Por último resaltar que sí hubo, en el campo de las administraciones públicas, cambios significativos en un aspecto importante y que demuestra un evolución a mejor: la presencia de las mujeres al frente de muchos organismos públicos. Esperemos que ellas no nos defrauden. Aunque lo tienen muy difícil”.
