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¿Qué hacemos con el Mar Menor?

Sobre el blog

Jorge Chamorro
Ingeniero especialista en tratamiento y depuración de aguas y en desalación.
  • ¿Qué hacemos Mar Menor?

Durante el primer semestre del año, el tema de la contaminación del Mar Menor ocupaba una gran parte de las primeras páginas de numerosos medios de comunicación. especialmente en las comunidades de Murcia y Valencia.

Desde hace años el problema se ha ido agudizando hasta el punto de que, ahora mismo, se encuentra en manos de un Comité Científico. Comité que, por cierto, cada vez lo forman mas personas. A ver si va a pasar con estos comités lo que pasa a nivel político con aquellos problemas que no se quieren resolver: Crear una Comisión que se encargue del mismo.

Al parecer, varios son los problemas detectados:

  • Llegada de aguas  con niveles de nitratos por encima de las 200 ppm
  • Niveles de metales pesados  debidos a la actividad minera
  • Presión urbanística
  • Disminución de la renovación de sus aguas interiores con el Mar Mediterráneo.
Cualquier lego en la materia sabe que no hay una solución única par resolver el problema planteado. Son múltiples las causa que han llevado a esta situación, entre ellas las mas agresivas han sido la actividad agrícola y  la urbanística. Esta última se ha podido controlar con la construcción de estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) con las últimas tecnologías. La otra, por desgracia ha seguido aumentando su impacto.

La solución ideal para este problema pasa por los siguientes puntos:

  • Agricultura mas sostenible
  • Minería mas sostenible
  • Turismo mas sostenible
  • Construcción de infraestructuras para protección de las aguas

No se si las medidas propuestas por algunos, relativas a la reducción de la superficie cultivada, es política y socialmente posible. Lo que si me pregunto es: ¿Cuál es la causa de que las aguas subterráneas tengan ese nivel de nitratos tan alto?. Todo apunta a que hay un abuso en el uso de fertilizantes cuya razón sea posiblemente el coste de los mismos. Deberíamos de empezar por introducir un impuesto ecológico a los fertilizantes (el que contamina paga). De esta forma, la contaminación difusa en todo el territorio nacional dispondría de recursos económicos para combatirla. A lo que habría que sumar el efecto disuasorio que supondría despilfarrar fertilizantes por su alto coste. Ya sé que esto no va a la raíz del problema y que es poner paños calientes a una situación grave, pero por algo hay que empezar. Si la opinión pública no es capaz de poner un impuesto ecológico a los fertilizantes, ¿cómo va a ser capaz de reducir la superficie de cultivo?

Para la minería debería, como en toda industria, disponer de unos controles de vertidos de aguas contaminadas mas rigurosos de los que actualmente se llevan a cabo. Por favor, estoy hablando de disponer de unos controles mas rigurosos, no de legislar. De nada sirve legislar para aumentar los controles de vertido si luego, en la realidad, se realizan como los estamos haciendo ahora.

La presión urbanística es, posiblemente, la que menos nos debería de preocupar, quién lo diría, actualmente. Pero eso no significa que no debería de actuarse en este campo. Por suerte, los vertidos generados por este sector se encuentran dotados de buenas infraestructuras aunque insuficientes.

Por último es claro que, además de adoptar medidas para reducir las causas originarias de las diferentes problemáticas, es necesario invertir en realizar infraestructuras que protejan al Mar Menor de los actuales vertidos. Si, ya se que:

  • No van a la fuente de los problemas.
  • Son caras de construir y caras de mantener.
  • Sobre todo: ¿Que tipo de infraestructuras hay que implementar?

Dar respuesta a esta pregunta debe de ser un objetivo prioritario del Comité Científico. Dadas las inversiones a las que nos debemos de enfrentar para paliar los efectos de las cargas contaminantes que llegan, actualmente al Mar Menor, es necesario definirlas, diseñarlas y construirlas sin mas dilación.

Es cierto que se ha hablado de un humedal (filtro verde) para reducir los nitratos provenientes del vertido de la Rambla del Albujón, cifrado en cerca de 17.000 m3/d, y cuya actuación estaba cifrada en mas de 4.000.000 de euros y que debería de estar en funcionamiento a finales de este año.

La reducción de los caudales de la Rambla del Albujón, posiblemente debido a la sequia, paro este proyecto sine die.

La situación requiere que, además del sosiego que se debe de adoptar para analizar una situación de esta envergadura, se adopten decisiones a corto plazo que permitan evaluar, a escala piloto las posibles medidas paliativas.

Por eso, echo en falta que no se hayan destinado partidas presupuestaria a ensayar, a nivel piloto, tecnologías adecuadas para la reducción de nutrientes respetuosas con el medioambiente y el entorno.

Los filtros verdes pueden ser una buena solución, aunque tiene que demostrar su eficiencia en la reducción de nutrientes. Como también lo pueden ser lagunas dotadas de soportes para la creación de biopelículas que permitan mantener diferentes culturas de microorganismos en sus diferentes zonas: anaerobias, anóxicas y óxicas.

En vez de invertir 4.000.000 de euros en un filtro verde, ¿no será mejor invertir 500.000 euros en investigar que procesos naturales pueden reducir el nivel de nitratos detectado y que se adapten mejor al entorno del Mar Menor?

Al menos algo estaríamos avanzando.

Por cierto, ¿qué sabemos del estado de Lago de Sanabria?