El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales establecieron unas “tareas” comunes para toda la humanidad. Unas tareas que nos permitan alcanzar un desarrollo sostenible, satisfaciendo nuestras necesidades sin comprometer las de generaciones futuras. A fecha de hoy, todos, en mayor o menor medida, somos conocedores de estos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y tratamos de aportar lo mejor de nosotros mismos para contribuir a este gran pacto global.
Bajo este paradigma, el sector del agua en España tiene mucho que decir y aportar con la premisa de mejorar los indicadores nacionales de sostenibilidad, y eso pasa por incrementar la calidad de las masas de agua y la sostenibilidad en la gestión del recurso.
"Debemos comenzar a visualizar las aguas residuales no como un problema a solucionar, sino como una corriente líquida de oportunidades"
Cuando hablamos de ODS en el sector del agua, lo más habitual es pensar en el ODS 6, “Agua limpia y saneamiento”. Afortunadamente, los indicadores de cumplimiento por nuestro país respecto a dicho ODS son altamente satisfactorios, aunque todavía existen puntos de mejora de forma urgente. Como, por ejemplo, alcanzar el pleno saneamiento en el territorio nacional, el cuidado de la calidad de las masas subterráneas o el alto estrés hídrico en determinadas regiones.
Además, el papel del sector del agua no se limita al ODS 6, si no que una lectura en detalle de los mismos nos muestra la importancia que tenemos como sector en las metas de los ODS 11 “Ciudades y comunidades sostenibles” y ODS 12 “Producción y consumo responsable”. En una sociedad cada vez más urbana, la gestión eficiente del recurso en las ciudades se convierte en una obligación, y así es como se refleja en las metas del ODS 11. Las inversiones deben llegar para alcanzar nuevos tratamientos que hagan frente a las nuevas amenazas, tanto para el ser humano como para nuestros ecosistemas naturales, así como mejorar la eficiencia de la distribución, mantenimiento y reposición de infraestructuras, regeneración y reutilización de las aguas residuales, etc. Es este último punto el que debemos considerar como eje central de actuación del sector del agua dentro de la mejora de indicadores del ODS 12.
La reutilización de aguas residuales se enfrenta a importantes retos, a los cuales la comunidad científica trata de dar respuesta, como el efecto y presencia de contaminantes de preocupación emergente, bacterias resistentes a antibióticos o, incluso, presencia de microplásticos. Adicionalmente, la reutilización de las aguas residuales no debe ser la única aportación del sector del agua al ODS 12 y al concepto de economía circular. Por tanto, debemos comenzar a visualizar las aguas residuales no como un problema a solucionar, sino como una corriente líquida de oportunidades, gracias al transporte de materia y energía en la misma. Paulatinamente, se observa un cambio de tendencia aprovechando energía o recuperando nutrientes del agua. Sin embargo, todavía podemos y debemos ir más allá, y es que es creciente el número de proyectos de investigación centrados en la recuperación del agua de sustancias de alto valor añadido, como metales, biomoléculas, o la valorización de lodos no solo con la tradicional visión de obtención de energía y compost, sino dado su potencial para la generación de adsorbentes, catalizadores o incluso bioplásticos.
"La reutilización de aguas residuales se enfrenta a importantes retos, a los cuales la comunidad científica trata de dar respuesta"
Aun con todo, el camino es todavía largo como para poder ver la completa transformación de las EDAR de meras instalaciones industriales de tratamiento a verdaderas “biorrefinerías” o “biofactorías” en las que recuperar y dar valor añadido a todo aquello con lo que hemos ensuciado tan preciado recurso. Para poder alcanzar ese punto, es todavía necesario un profundo desarrollo y maduración de la investigación que haga viables tanto técnica como económicamente las tecnologías, así como políticas que favorezcan y faciliten la incorporación de la economía circular en el propio sector, y planes económicos de inversiones que ayuden a la renovación y mejora de las infraestructuras.