Con motivo de la crecida extraordinaria del río Ebro en febrero de 2003 la Confederación Hidrográfica del Ebro (C.H.E.) puso en marcha, por vez primera, un importante operativo aéreo para el seguimiento de la evolución espacio-temporal de los episodios de avenida, que se concretó, en aquel entonces, en la aplicación de dos técnicas complementarias:fotointerpretación en vuelo a lo largo de los días de inundación y análisis de imágenes de satélite Landsat 7 y Spot 2 y 5 correspondientes a distintos momentos de la evolución de la avenida. Estas fuentes de información aérea posibilitaron, una vez transcurrido el máximo de la crecida, la estimación de las superficies anegadas, así como la generación de una importante base de datos georreferenciada específicamente aplicada al conocimiento de la evolución de la avenida cuyo producto síntesis (capa GIS con el área de máxima inundación) ha quedado integrado en el Sistema de Información Territorial de la CHE,SITEbro (http://iber.chebro.es/SitEbro/sitebro.aspx).
La experiencia vivida en 2003 resultó decisiva. Desde entonces, la Oficina de Planificación Hidrológica de la C.H.E. ha venido coordinando vuelos tripulados de seguimiento aéreo de los principales episodios de crecida registrados en el ámbito de la cuenca del Ebro: río Ebro en abril de 2007, marzo y junio de 2008, enero y febrero de 2009, enero de 2010, enero y junio de 2013 y febrero-marzo de 2015; río Zadorra en enero de 2013 y ríos Huerva y Jalón en marzo de 2015. Todos estos vuelos han proporcionado fotografías aéreas oblícuas, verticales (cuando las condiciones meteorológicas permiten el empleo de esta cámara) y filmaciones HD. El tiempo y la experiencia nos han revelado, hasta la fecha, que los vuelos aéreos convencionales aportan el más alto valor añadido como fuente cartográfica para el seguimiento de los episodios de avenida, pues permiten obtener, a muy alta resolución espacial, una “verdad terreno” a escala de parcela (sobre la imagen aérea quedan perfectamente identificadas las parcelas de rústica y urbanas afectadas), imprescindible para la correcta planificación de las actuaciones post-avenida que debe ejecutar la CHE y para la tramitación de expedientes de afección por daños.
Las capas de información geográfica GIS que se obtienen a partir de los diversos medios aéreos permiten disponer de una “verdad campo o verdad terreno” (conocimiento empírico de la inundación)
No obstante lo anterior, en el reciente episodio de avenida del río Ebro se ha optado, como ya se hiciera en 2003, por la concurrencia y uso combinado, a distintas escalas, de las diversas técnicas de seguimiento aéreo y espacial que el desarrollo tecnológico actual permite: vuelos aéreos tripulados, drones e imágenes de satélite. Dadas las adversas condiciones meteorológicas reinantes en amplias zonas de la cabecera de la cuenca a lo largo de casi todo febrero, no fue posible realizar vuelos aéreos hasta los últimos días de este mes y primeros de marzo, cuando tuvo lugar la 4ª punta de la crecida, de carácter extraordinario. Sin embargo, sí fue posible, desde los primeros días de la crecida, la observación de tramos fluviales concretos (núcleos de población, motas de protección) a través de drones. El empleo de estas aeronaves no tripuladas, una tecnología emergente y en pleno auge, permite la observación del territorio a escala de detalle, por lo que constituyen un buen medio para el análisis, observación y diagnóstico de las afecciones producidas por la crecida, si bien tienen, en general, una escasa autonomía de vuelo, por lo que únicamente cubren un ámbito local. Finalmente, se apostó también por el apoyo suministrado por las imágenes de satélite. En primer lugar, y gracias al apoyo del programaCopernicus de la Comisión Europea, se han podido obtener imágenes desde satélites equipados con sensores radar (Radarsat), permeables a la cubierta de nubes compactas, y también desde satélites provistos de sensores ópticos (Sentinel). Las cartografías temáticas confeccionadas a partir de estas imágenes ofrecen una panorámica de síntesis a escala regional, pero quedan muy por debajo de la resolución espacial requerida por esta C.H.E., que se asimila a la “escala de parcela” anteriormente referida. Con la finalidad de disponer de imágenes de satélite con la mejor resolución espacial posible se han adquirido también un conjunto de imágenes del satélite español Deimos 2 (píxel de 0,75 metros), a partir de las que es posible una muy exacta digitalización y delimitación del área afectada por la inundación.
Como conclusión y a modo de resumen podemos significar que las capas de información geográfica GIS que se obtienen a partir de los diversos medios aéreos anteriormente descritos permiten disponer de una “verdad campo o verdad terreno” (conocimiento empírico de la inundación) que puede integrarse en el Sistema de Ayuda a la Decisión (SAD), un sistema de modelización para la previsión de caudales de avenida en tiempo real que forma parte del SAIH-Ebro; así, esos modelos pueden ajustarse cada vez mejor al conocimiento real que se tiene de los diversos episodios de inundación. Dichas capas de información constituyen, por tanto, láminas de inundación datadas en fechas concretas, convirtiéndose en una herramienta cartográfica de gestión territorial complementaria a los mapas de peligrosidad y riesgo por inundación que forman parte del recientemente implementadoSistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI).