La llegada del otoño parece que va a acrecentar el grado de incertidumbre de la población mundial en general y de la española en particular. Sin saber si estamos de lleno ya en la segunda ola del coronavirus o si directamente, nunca terminó la primera, nos acercamos a las puertas del último trimestre del año sin tener claro cómo será el futuro inmediato.
A pocos días de la finalización del actual año hidrológico, la situación económica y laboral empieza a parecerse a la de la última gran crisis, que afectó sobremanera a nuestro país (y especialmente, al sector más joven de la población); aunque los orígenes de una y otra hayan sido bien distintos.
El impulso por la biodiversidad, la energía renovable en todos sus ámbitos (hidroeléctrica, eólica, solar y un largo etc.) y en general en todo lo relacionado con cambio climático, es anunciado y esperado como un revulsivo en favor del empleo. Pero mientras esto llega, desgraciadamente, tengo ya unos cuantos conocidos en paro (de diversos sectores) y no parece que su situación vaya a cambiar de forma inmediata. Mientras sólo se anuncien inversiones, pero no se invierta, estaremos igual.
No obstante, los últimos días del verano, puede que hayan supuesto el récord de anuncios por parte de las administraciones públicas en cuanto a inversión en medio ambiente y específicamente en agua. Al menos se anunciaron inversiones desde:
- Castilla y León: 120 M€ específicamente para municipios de entre 500 y 2.000 habitantes (319 municipios, según datos del INE).
- Galicia: búsqueda de hasta 675 M€ de financiación europea para proyectos relacionados con agua. La Xunta continua así con el impulso a todo lo relacionado con agua, destacando el proyecto INNOVAUGAS que lanzó hace unos meses.
- Comunidad Valenciana: justo un año después de las inundaciones que afectaron gravemente a la Vega Baja, se anuncia una fuerte inversión en esta zona, que está destinada a depuración y reutilización. Pero también, a reparar daños aún persistentes por la DANA.
- Andalucía: hasta 900 M€ en inversiones centradas en el ciclo integral del agua y las energías renovables.
- Murcia: 77 M€ para 22 líneas de actuación directamente relacionadas con el agua.
- Castilla-La Mancha: acuerdo entre Gobierno, CC.AA. y la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía para invertir hasta 40 M€ en asuntos dependientes del MITERD (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), en particular, agua y despoblación.
Esto es sólo una pequeña lista con las noticias de los últimos días. Pero hay muchos más proyectos anunciados. Destaca de entre todos ellos, uno que se comunicó en mitad de verano: un acuerdo entre el Canal de Isabel II, el Ayuntamiento de Madrid y ACUAES (Aguas de las Cuencas de España), para la reforma integral de las depuradoras de Butarque, La China (la depuradora "moderna" más antigua de España) y Sur (la mayor de España).
Hay muchos asuntos en el aire. Además de todo lo relacionado con el Pacto Verde Europeo, sus fondos asociados y otros fondos que dependen de la Unión Europea (incluidos los de reconstrucción), hay en discusión -parlamentaria y administrativa- un gran número de iniciativas. Algunas están totalmente de actualidad y otras han sido temporalmente aparcadas, y están esperando su momento.
A destacar: el Libro Verde del Agua, la esperada reforma de la normativa técnica de presas, el avance y definición de los PNIEC, PNACC, etc. y sobre todo, el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que dedica un artículo específico al agua (el 17: Consideración del cambio climático en la planificación y gestión del agua) y otro al binomio agua-energía (el 6: Generación eléctrica en dominio público hidráulico).
Este último artículo es especialmente relevante, pues reconoce, por fin, la importancia de las centrales de bombeo, tal como indica la Unión Europea: “se promoverán, en particular, las centrales hidroeléctricas reversibles”. En la Península Ibérica destacan el Proyecto del Tâmega que está llevando a cabo IBERDROLA en Portugal, o el que realizará REPSOL -tras la compra de VIESGO- para ampliar la central reversible de Aguayo, en Cantabria, cerca del Embalse del Ebro; cuya declaración de impacto ambiental, se ha publicado recientemente en el BOE. Ambas se convertirán en dos de las centrales hidroeléctricas más potentes de Europa.
A la espera de ver qué ocurre con los Presupuestos Generales del Estado, que se suman a la inyección de dinero que puede venir de Europa, las empresas hacen los deberes y ya se han puesto manos a la obra para plantear proyectos que puedan ser receptores de fondos verdes. Un claro ejemplo de ello, es el hecho de que la CEOE haya creado junto con PwC, una oficina técnica de proyectos, específica para este fin. Igualmente, se han creado oficinas similares a nivel autonómico.
Pero hasta que no se vean los números, todos los proyectos serán “sólo” eso, proyectos. Todo el “empleo verde” que queda por crear (y que no es poco) dependerá de las partidas presupuestarias. Pero, en los momentos de crisis, es difícil adivinar a dónde se destinará el dinero público, ya que por delante están las partidas más eminentemente sociales (sanidad, educación, desempleo, etc.).
Habrá que esperar a ver qué nos depara el futuro. La salud es lo primero y para ello son necesarios abastecimiento y saneamiento de calidad y energía limpia.