Yo soy jubilado. Supongo que este dato no le interesa a nadie más que a mi entorno y a Hacienda. Pero sigo siendo Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Con estos dos títulos me presento a las elecciones a la Demarcación de Madrid en la candidatura encabezada por Julio Senador y Ángel L. Heras.
Somos más de 1.000 los jubilados en la Demarcación de Madrid y me consta que muchos de ellos han tenido una vinculación activa con el Colegio. El que ahora estemos hablando de crisis institucional se debe a que ellos (y los que después les han seguido) hicieron el Colegio como lugar de encuentro para nuestra profesión.
En alguna de las otras candidaturas se nos trata a los jubilados casi como elemento residual. Hemos cumplido nuestro ciclo y debemos retirarnos. El ciclo que hemos cumplido es el laboral pero, desde luego, no el vital y creo que todavía podemos aportar mucho a una institución como el Colegio, a la profesión y, con estos mimbres, a la sociedad.
La situación está mal para los jóvenes, pero también está empezando a ser mala para el grupo de edad entre los 45 y 60 años
Quisiera hacer un recorrido por la historia para recordar de donde venimos. Las promociones de los 60, 70 y 80 del siglo pasado son las que, ejerciendo la profesión, en la Administración Pública y en la empresa, han contribuido a modernizar este país. Lo sacaron de la postración de los años de la autarquía, con obras hidráulicas para proporcionar luz y alimentos; mejoraron nuestras comunicaciones, con los planes de autopistas y ferrocarriles, haciéndonos un país integrado y competitivo; pusieron los cimientos para el despegue del sector turístico en puertos y aeropuertos. Todo esto constituye el acervo del que partimos como colectivo.
Probablemente, no todas las cosas se hicieron bien pero ni creo que debamos pedir perdón general ni pretender crear un discurso nuevo. Diferente sí pero partiendo de lo que somos y para lo que se nos ha formado y, a partir de ello buscar campos de actividad en donde poner en valor nuestros conocimientos y experiencia.
La situación está mal para los jóvenes, les condiciona su proyecto personal y profesional, pero también está empezando a ser mala para el grupo de edad entre los 45 y 60 años que está siendo expulsado del ejercicio profesional y cuyo retorno laboral puede ser dramático. De ellos se olvidan otras candidaturas.
De esta crisis se sale con trabajo. Para ello es necesario que el Colegio, a través de la red de los propios colegiados, lo incentive tanto en los campos tradicionales como en los nuevos. Aquí, los jubilados podemos hacer una labor interesante. De esta crisis se sale con más formación y con experiencias. Aquí los jubilados, de manera altruista y a través del Colegio, podemos jugar un papel central, no tanto por completar la formación académica sino por transferir el conocimiento.
Y también somos europeos. Hemos vivido más directamente que ninguna otra generación el proyecto de incorporarnos a Europa. Sabemos lo que significa Europa y por eso no nos podemos sentir indiferentes ante una legislación que nos priva de nuestros derechos en el ejercicio profesional en el extranjero. ¡Queremos la convalidación de nuestro título con el máster y lo queremos ya!
Creemos en el valor de los ingenieros jubilados y queremos ponerlos en la vanguardia del cambio estructural que debe dar el Colegio. Esa es la disposición de nuestra candidatura.