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El futuro de las ciudades (III): construcción vertical, horizontal e inteligente

Sobre el blog

Juan José Argudo García
Jefe de Servicio y Coordinador de Zonas en Sociedad Mixta del Agua-Jaén, S.A. Empresa mixta de Diputación Provincial de Jaén y Acciona Agua. Ingeniero de Recursos Energéticos y Máster en Ingeniería de Materiales y Construcción Sostenible.
  • futuro ciudades (III): construcción vertical, horizontal e inteligente

Como comentábamos en el primer artículo de la serie, National Geographic encargó al despacho de arquitectura S.O.M. (Skidmore, Owengs y Merrill), autores entre otros importantes edificios, del rascacielos UN World Trader Center de Nueva York o del edificio más alto del mundo, la torre Burj Khalifa en Dubái, un boceto de cómo sería la ciudad del futuro, puesto que todos los especialistas, urbanistas, arquitectos, ingenieros, expertos ambientales y demás partícipes del desarrollo embrionario de los lugares donde nos relacionaremos – siempre que no haya un coronavirus circulando por entre las nubes – apuestan porque el futuro del planeta reside en cómo diseñemos nuestras megaurbes que acogerán millones de personas, pues lo pequeños núcleos de población irán desapareciendo y las aglomeraciones serán las protagonistas del mañana.

Imagen 1. Burj Khalifa en Dubái proyectada y construida por SOM.

Un primer peldaño en cuanto a la ecología, los principios que regularían la construcción y diseño serían los recogidos en la tabla siguiente:

Tabla 1. Principios de la ecología de SOM. Elaboración propia.

En cuanto al apartado segundo del agua, habría que apostar por los barrios compactos, para usos mixtos que ofrezcan tos los servicios a poca distancia a pie de hogares y centros de trabajo o mediante un buen transporte público. Es muy importante centrarse en la vida familiar, con zonas verdes, espacios comunitarios, viviendas más amplias que provocará que nuestras familias crezcan más sanas y felices. Y para ello, el transporte es fundamental para moverse por los centros de actividades empresariales y sociales. Los huertos y jardines urbanos, deben contar con una avanzada tecnología hidropónica, que necesitan mucha menos cantidad de agua, pues se basa en los cultivos con soluciones acuosas en general con soporte de grava, arena, etc. Hablando de huertos, no podíamos dejar de pensar en los riegos inteligentes, donde la teledetección y las T.I.C. maximizan la eficiencia de la irrigación en la agricultura urbana. Otro aspecto esencial es la depuración de aguas pluviales, con tres aspectos a considerar:

  • Instalación de biocunetas.
  • Jardines pluviales absorbentes.
  • Charcas de recogida de aguas de lluvia y filtración.
  • Reutilización del 100% de dichas aguas.

En cuanto a las cuencas hidráulicas, podemos decir que hay que aumentar la prospección de las cuencas, con rigor en las captaciones, con la depuración del 100 % de las aguas residuales, y por lo tanto, la reutilización del 100 % de las aguas depuradas con sistemas terciarios en marcha de forma urgente, depuración de las aguas pluviales como se ha comentado y la recuperación de los humedales, actuaciones muy importantes para que podamos generar una ciudad esponja donde al 100% del agua filtrada sirva para reponer la capa freática en parques y en Infraestructuras.

En Shanghai se está realizando un test, para ver si una ciudad esponja puede proteger una ciudad de las inundaciones, si pueden reactivar los hábitats, y de la subida del mar, disminuyendo la escorrentía y aumentando hasta el grado más alto, la filtración del subsuelo.

En una tercera entrega, nos vamos a centrar en los edificios y calles inteligentes, y arrancamos con los jardines en las alturas, que suelen utilizarse en rascacielos como los usados por Norman Foster en su proyecto para el edificio del 425 Park Avenue en Nueva York o bien Renzo Piano, en el edificio de Palacio de Justicia construido al Norte de París como podemos ver en las imágenes 1 y 2 adjuntas.

Imagen 1. Render del proyecto de Foster + Partners para el 425 Park Avenue en Nueva York. Fuente.

Estos jardines provocan la circulación del aire, aportan sombras y zonas comunes, donde se puede hacer una vida exterior, que como se decía en el primer punto, la vida social y laboral, puede ser más que saludable. Respecto a la luz, es preferible una iluminación natural, con materiales bioluminiscentes, captadores de la luz solar, además de la altura, otro factor muy importante: los edificios de poca altura con aire + luz, provoca también un suelo más saludable y un bienestar intrínseco en las personas. Y esto degeneraría en calles verdes, con sistemas de filtración de aguas, mediante monitorización medioambiental y paisajismo con plantas nativas.

Imagen 2. Render del edificio Palacio de Justicia de RPBW, de Renzo Piano, donde podemos apreciar las cubiertas vegetales como indicábamos, y los jardines en altura. Fuente.

¿Y con la energía?, tendríamos que favorecer la instalación de paredes y ventanas solares, mediante fachadas inteligentes con paneles solares, con doble acristalamiento (o doble fachada) que favorezca la ventilación forzada y aumentar la inercia térmica con muros Trombe. Todas estas medidas irían encaminadas a la optimización energética, mediante un sistema de dispositivos en nuevas construcciones de captación de datos que nos permitan monitorizar el consumo, y maximizar el rendimiento energético. Es evidente que, en la ciudad del futuro, la energía es 100% renovable, y en una zona compacta, la energía generada y consumida es la misma. Es decir, que hay una balanza neutra de Energía.

Fotografía 1. Imagen del Palacio de Justica de París al norte de la ciudad. Renzo Piano Building Workshop. Fuente.

Y para finalizar una batería nos lanzaban desde SOM, para hacer de nuestros barrios, y por ende de nuestras ciudades, auténticos fuertes de bienestar donde aprovechemos todos los recursos disponibles:

  • Restauración de humedales.
  • Pérdida de agua 0.
  • Agricultura subterránea.
  • Viejos espacios, nuevos usos.
  • Distritos más densos.
  • Potenciar los cursos del agua.
  • Absorber al máximo… el 100 % a ciudades esponja.
  • Calles más inteligentes.
  • Paisajismo estratégico.
  • Productos locales, mercados locales.
  • Apoyo a las PYMEs.
  • Distribución y logística mediante centros de distribución automatizados.

Como conclusión debemos de advertir que cualquier planificación urbanística debe contar con los recursos necesarios para todos los usos que se congregan en una ciudad, máxime cuando las ciudades del futuro serán cada vez más numerosas, y sobre todo cuando la planificación debe ser en base a una proyección real, no a corto plazo. En estas líneas, podemos extraer soluciones ingeniosas, que están dando buen resultado en otras partes del mundo. Lo que es evidente es que la densidad de la ciudad será clave y que la tecnología debe convertirse en un aliado de la arquitectura tradicional como nos manifestaba Lord Foster, en el caso de Masar City. Como los techados verdes y las calles inteligentes deben de convivir con las biocunetas, como elementos que ayuden a estabilizar los taludes y aprovechar toda el agua que transporta la cuneta o el pavimento absorbente. Veremos en nuestro siguiente post, el caso de las Sponge Cities.