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El curioso caso de Donald Trump, Estados Unidos primero y el agua de Fiji

  • curioso caso Donald Trump, Estados Unidos primero y agua Fiji
    (AP Foto/Pablo Martinez Monsivais)
  • curioso caso Donald Trump, Estados Unidos primero y agua Fiji
    (AP Foto/Pablo Martinez Monsivais)

Si bien Donald Trump ya puso en jaque nada más salir elegido como 45º Presidente de Estados Unidos a los recursos hídricos del país, sus gustos por lo extranjero (todo lo que no haya nacido, haya sido creado, ni levantado en Estados Unidos, para él es extranjero) no deja de sorprendernos y, a su vez, de contradecirlo.

La guerra política entre Donald Trump y el candidato republicando de 2013 Marco Rubio, que incluyó diversas burlas del primero al segundo por su forma de beber de una botella de agua y que, cosas del destino o de hemeroteca, vuelve a salir a la luz tras el episodio protagonizado por el actual presidente de los Estados Unidos.

Para ponernos en situación, en pleno discurso de Trump desde La Casa Blanca sobre el balance de su gira asiática, Trump se interrumpió a sí mismo porque estaba sediento. La botella de agua correspondiente no estaba en el lugar que debía estar y tampoco había vaso, por lo que el presidente decidió beber a morro. Si bien su manera de beber ha resultado ser tan graciosa y ridícula al mismo tiempo, que ha suscitado un gran número de memes al respecto y recordatorios de aquel enfrentamiento antes mencionado con Rubio, lo que llama la atención es precisamente la botella de agua.

Resulta curioso que bajo el discurso de Donald Trump “Estados Unidos primero” y su firme idea de poner los intereses de su país por encima de los de cualquier otro, beba agua embotellada de Fiji. Si bien es cierto que la marca (llamada “Fiji Water”) tiene su oficina central en Los Ángeles, su origen extranjero pone en duda, una vez más, la credibilidad de Trump.

Además, Fiji Water no es un agua embotellada común. Es un agua embotellada de lujo. Al parecer, porque es el agua más pura del mundo. Y Donald Trump no va a beber un agua cualquiera (aunque sea de Estados Unidos). La pureza de ésta se debe a que permanece intacta desde su origen en la isla de Viti Levu, en el archipiélago Fiji y cuyo acuífero se encuentra a más de 600 kilómetros del continente más cercano, hasta el momento en el que el consumidor abre la botella. ¡Casi nada!

Así que sí, una vez más Donald Trump genera polémica con el agua como protagonista (ya lo hizo en dos ocasiones con el proyecto sobre Standing Rock y cuando le declaró la guerra a las políticas de Obama) y deja en entredicho su disposición de poner siempre a Estados Unidos en primer lugar con sus actos. Porque, además, no podemos olvidar que Donald Trump tiene su propia marca de agua embotellada. ¿Por qué elige una marca extranjera en lugar de la suya propia? ¿Sería un acto demasiado egocéntrico incluso para Donald Trump? ¿Beberá en La Casa Blanca agua del grifo?