El primer caso documentado de intoxicación masiva por cadmio de la historia se dio en la cuenca del río Jinzu, en Japón en 1912. Este hecho dio lugar a la enfermedad itai-itai, cuyo significado es literalmente “¡ay, ay!”, inspirado en los gritos de dolor que emitían los afectados.
El cadmio fue liberado a los ríos por las compañías mineras ubicadas en las montañas en la prefectura de Toyama, cuya actividad duró de 1910 a 1945. El aumento de la demanda de las materias primas para la guerra ruso-japonesa, la I Guerra Mundial y las nuevas tecnologías mineras procedentes de Europa aumentaron la producción de las minas, que se elevó aún más antes de la II Guerra Mundial. Como consecuencia de esto, aumentó la contaminación en el río Jinzu y sus afluentes, que se utilizaban para el riego de campos de arroz y para el suministro de agua potable, la higiene, la pesca y otros usos de las poblaciones aguas abajo.
El cadmio y otros metales pesados se acumularon tanto en el lecho del río como en el agua. Debido al envenenamiento por cadmio, los peces del río empezaron a morir, y el arroz irrigado con agua no creció como se esperaba. Por si esto no fuera poco, el arroz absorbió los metales pesados, especialmente en cadmio, y éste se acumuló en el organismo de la gente que se alimentaba con dicho arroz.
El cadmio fue liberado a los ríos por las compañías mineras ubicadas en las montañas en la prefectura de Toyama, cuya actividad duró de 1910 a 1945
Si bien el envenenamiento por cadmio causaba ablandamiento de los huesos y fallos renales, provocando intensos dolores en las articulaciones y la espalda, sus causas no fueron bien entendidas, y hasta 1946 se pensó que era una simple enfermedad regional o un tipo de infección bacteriana. Otra de las creencias fue un envenenamiento por plomo, dada la existencia de una minería de plomo aguas arriba. No fue hasta la década de los 40 y 50 cuando se iniciaron las pruebas médicas para determinar la causa de la enfermedad.
La reducción de los niveles de cadmio en el abastecimiento de agua redujo el número de nuevas víctimas, que no se han registrado desde 1946. Sin embargo, mientras que las victimas con peores síntomas eran de la prefectura de Toyama, el gobierno también encontró victimas en 5 otras prefecturas, cuyas minas se encuentran aún en funcionamiento.
En cuanto a las acciones legales, las empresas mineras fueron demandadas por víctimas y miembros de las familias de las víctimas. 184 víctimas de la enfermedad Itai-Itai han sido reconocidas legalmente desde 1967 y 388 personas han sido identificadas como víctimas potenciales, que todavía no habían sido examinados oficialmente.