Este verano ha sido el más caluroso de todo el mundo y el quinto más caluroso para Europa. Los incendios forestales en la UE quemaron más de 468 000 hectáreas en lo que va de año, muchos de los cuales afectaron a destinos turísticos del sur y golpearon la economía local. Tras largos períodos de intenso calor y sequía, comunidades enteras y sus medios de subsistencia se vieron gravemente afectadas en cuestión de horas en Rodas y Corfú.
La naturaleza también se vio afectada. Más del 40% de la superficie quemada este año consistía en zonas Natura 2000, lo que afectó a hábitats y especies dependientes de estos ecosistemas. Las olas de calor coincidieron con lluvias torrenciales e inundaciones repentinas en Bulgaria, Grecia, Eslovenia y Turquía, que provocaron pérdida de vidas y pérdidas económicas sustanciales. En los últimos 42 años, las pérdidas económicas y los daños causados por condiciones meteorológicas y climáticas extremas ascendieron a un total de al menos 560 000 millones de euros, con pérdidas anuales superiores a 50 000 millones de euros en 2021 y 2022. También podemos esperar estimaciones de pérdidas similares en 2023.
Año tras año, nos sorprendemos por la creciente gravedad de estos acontecimientos y desafortunadamente por la magnitud de las pérdidas que ocasionan. Pero estos fenómenos meteorológicos extremos ya no deberían cogernos por sorpresa. Lamentablemente, vivimos en un escenario climático sobre el que los científicos nos han venido advirtiendo desde hace décadas.
Una nueva realidad: más caliente, más seco, más húmedo...
A principios de verano publicamos el producto web «Extreme summer weather in a changing climate: is Europe prepared?» (Los fenómenos meteorológicos estivales extremos en un clima cambiante: ¿está Europa preparada?) que profundiza en los principales fenómenos meteorológicos estivales extremos que afectan cada vez en mayor medida a la población, la economía y la naturaleza de Europa. Los usuarios pueden consultar mapas y gráficos interactivos con información sobre olas de calor, inundaciones, sequías e incendios forestales y enfermedades sensibles al clima, como el dengue. Además de hacer balance de los efectos de los acontecimientos pasados, el producto ofrece una perspectiva de futuro basada en los conocimientos científicos más recientes.
El mensaje es claro: se espera que los veranos traigan más olas de calor, más fuertes y más largas, inundaciones más frecuentes y extremas, así como sequías e incendios forestales más graves, y un aumento de las enfermedades sensibles al clima. Como dijo esta semana la Presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen en su discurso sobre el Estado de la UE acerca del Pacto Verde Europeo: "Esta es la realidad de un planeta en ebullición".
Europa ya está tomando medidas para adaptarse al cambio climático, pero nuestro análisis pone de relieve ámbitos que requieren medidas urgentes y adicionales. Tenemos que minimizar los efectos del cambio climático en nuestra sociedad y nuestra economía, y hay muchos retos que debemos abordar. ¿Cómo podemos proteger mejor a los más vulnerables, como los ancianos, de las olas de calor graves? ¿Cómo podemos preparar nuestras ciudades para las inundaciones, las olas de calor o la sequía?
Sabemos que la agricultura también tendrá que adaptarse. ¿Cómo podemos garantizar que la agricultura siga proporcionando alimentos e ingresos estables a los agricultores, al tiempo que contribuye a los objetivos de sostenibilidad de Europa? ¿Cómo puede la sociedad prepararse para esta nueva realidad?
Preparando a la sociedad
Los efectos del cambio climático y los niveles de preparación de la sociedad varían significativamente en toda Europa. Las medidas que deberán adoptar las comunidades deben tener en cuenta los retos locales a los que se enfrentan y los recursos de que disponen. El conocimiento desempeñará un papel crucial a la hora de ayudar a Europa a prepararse. La plataforma europea de adaptación al cambio climático Climate-ADAPT ofrece más de 100 estudios de caso y ejemplos de posibles opciones de adaptación, así como herramientas que apoyan la planificación de la adaptación.
La AEMA apoya las políticas de adaptación y su aplicación en Europa a través de una serie de indicadores y evaluaciones, incluida la Evaluación Europea de Riesgos Climáticos, que publicaremos a principios del próximo año. Evaluará los efectos y riesgos actuales y futuros del cambio climático relacionados con el medio ambiente, la economía y la sociedad en general en Europa.
Las medidas de adaptación deben ir de la mano de la necesidad de reducir drástica y rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos esfuerzos deben complementarse con medidas igualmente ambiciosas para hacer frente a la contaminación, la pérdida de biodiversidad y el uso no sostenible de los recursos. Y estas medidas deben aplicarse de manera justa y equitativa, asegurándose de que los más desfavorecidos de nuestra sociedad no queden rezagados.
El Pacto Verde Europeo ofrece un marco político global y coherente para la acción en todos estos frentes. La aplicación del Pacto Verde es fundamental para reforzar la resiliencia social general de Europa. Y en la AEMA, junto con nuestra red Eionet, estamos plenamente comprometidos a proporcionar los datos y los conocimientos necesarios para apoyar la aplicación del Pacto Verde Europeo.