El agua es uno de los recursos más importantes y que más debe valorarse en una ciudad. En los últimos años, se ha ido incrementando la preocupación por los ciudadanos y organismos oficiales por el gran aumento del consumo de agua, tanto en los hogares como en la industria que, junto con la disminución de las precipitaciones en ciertas regiones, está provocando un continuo descenso del nivel de los embalses. Además, se prevé que, con el tiempo, este descenso siga produciéndose si no se toman medidas relacionadas con su gestión.

Es en este punto en donde entra el concepto de “Smart water” que hace referencia al uso de las nuevas tecnologías para hacer una mejor gestión del agua. Este concepto forma parte de las denominadas “Smart cities” que han estado evolucionando a lo largo de los años y cuentan con muchas medidas de ahorro y desarrollo sostenible. Algunas de estas medidas ya han sido implementadas en algunas ciudades de todo el mundo y ya son muchos los proyectos relacionados con la gestión inteligente del agua, cuyos resultados están siendo muy satisfactorios. Por ello, para la buena gestión es importante definir los objetivos que se quieren alcanzar y así, poder identificar los desafíos y oportunidades.
Entre estas tecnologías se encuentra el uso del “Big Data”, el “Internet Of Things” o la realidad virtual. Se destaca el uso de equipos inteligentes, que mejoren el rendimiento general de las actividades; redes inteligentes, permitiendo la monitorización continua; y, soluciones digitales mediante el uso de datos para la mejora de la gestión.

Algunos ejemplos, para el ahorro son la implementación de sensores para el control de los niveles de los embalses, que permiten la recopilación de datos e informan del estado de los niveles, permitiendo una mejor toma de decisiones. También estos sensores están siendo utilizados en tuberías que puedan alertar de cualquier fuga que se pueda producir, pudiendo actuar en un periodo de tiempo más rápido sobre la línea y evitando la pérdida de miles de litros de agua. Dentro de este mismo ejemplo, ya están en desarrollo robots que recorren las redes y son capaces de soldar dichas fugas.
Otro ejemplo que es importante destacar es la incorporación de gemelos digitales, que son modelos creados a partir de la información recopilada por medio de los sensores y que permiten representar la realidad y realizar simulaciones, y anticipar posibles problemas.
Por otro lado, la incorporación de nuevas tecnologías va a permitir asegurar la calidad del agua, mediante dispositivos que permitan conocer en todo momento parámetros como turbidez, conductividad y pH, entre otros.

La aparición de todas estas tecnologías está suponiendo una gran revolución en el aprovechamiento de los recursos hídricos, pero todavía queda mucho camino por recorrer para conseguir un buen sistema de gestión del agua. Uno de los retos más importantes a los que hay que enfrentarse y que hay que dar solución, es a las consecuencias generadas por eventos meteorológicos extremos como las inundaciones. Tener la capacidad de anticipación a estos eventos y la tecnología de poder reutilizar esta agua para otras aplicaciones mediante el uso de estas tecnologías, supondría un gran avance. Todo esto junto con el compromiso individual de cada uno de nosotros, supondrá una gran oportunidad para la recuperación hídrica.
FUENTES:
- [1] IDRICA. Smart water cities: la gestión del agua en las ciudades del futuro.
- [2] Smartcity. SmartWater4EU llega a su fin con una red inteligente de agua de 56 km en Burgos.
- [3] Smartcity. La gestión inteligente del agua será fundamental para la resilencia de las Smart Cities.
- [4] Aguas residuales. ¿Qué es la gestión inteligente del agua?
- [5] Softweb Solutions. IoT-enabled water management: smartening-up water systems for a brighter future.