A propósito del Día del Compromiso Internacional del Control del Mercurio[1], es necesario subrayar la voluntad política del presidente Martín Vizcarra por enfrentar la minería ilegal del oro en Madre de Dios –vergüenza nacional de contaminación y muerte durante 40 años por ineptitud y acaso corrupción gubernamental—, al iniciar un plan multisectorial (por fin) de recuperación de La Pampa, en Puerto Maldonado, considerando incluso la acción militar por la gravedad del problema.
El departamento amazónico de Madre de Dios, limítrofe con Brasil y Bolivia, tercero más extenso (y curiosamente el menos poblado) de Perú, con invalorables bosques, mayor biodiversidad en el mundo y belleza de sus paisajes, contribuye ilegalmente en un 11% de la producción de oro nacional, pero a un costo socioambiental muy alto.
El estudio Minería aurífera en Madre de Dios y contaminación con mercurio: una bomba de tiempo[2], señala que desde los 80’, debido a múltiples factores sociales (migración desde Puno, Arequipa y Cusco por el terrorismo, desempleo, pobreza, alto precio del oro, etc.), surgió la minería ilegal que hoy cuenta con 40 mil mineros informales
Anualmente se extrae 160 toneladas de oro no registrado (57,4%, proviene de La Pampa), generando unos 6 mil millones de dólares anuales (más dinero que el narcotráfico), gracias a una mafia de inescrupuloso empresarios, autoridades, legisladores, jueces, fiscales y policías (al igual, como se da en el narcotráfico, el contrabando, la tala ilegal de madera y el comercio de especies silvestres, entre otros.
Se calcula que en los últimos 40 años más de 2 mil toneladas de mercurio han sido arrojadas a las cuencas y subcuencas de los ríos Madre de Dios, Inambari, Colorado, Tambopata y Malinowski), deforestando 95 mil hectáreas de bosques, contaminando el suelo, al aire, el agua y los ecosistemas, alterando la cadena alimentaria y el paisaje, afectando la agricultura.
El efecto social colateral se expresa en: trabajo forzado, explotación laboral de menores, delincuencia, prostitución, drogadicción, asentamientos humanos precarios, carencia de servicios básicos, enfermedades, conflictos sociales. En lo político, el Estado se corrompe, deslegitima, interrumpe sus servicios, pierde institucionalidad y autoridad. En lo económico, campea la informalidad y el Estado deja de percibir más de 200 millones de soles anualmente en impuestos.
Esta gangrena en la Amazonía se agrava por la afectación mortal a los pueblos indígenas amarakaeri, arasaeri, kishambaeri, pukirieri, sapiteri, toyoeri, wachipaeri, arawak, mashko-piros y machiguenga, cuya sangre registra altísimos niveles de mercurio por consumo de pescado contaminado (más de 500% de los límites permisibles por la OMS), según lo denuncia la investigación Concentraciones de mercurio de las poblaciones humanas en la Amazonia peruana, realizada por el Carnegie Amazon Mercury Project (Camep) en el 2013.
Para el éxito de la acción gubernamental “Mercurio”, es preciso aplicar el Convenio de Minamata, aprobado con Resolución Legislativa N° 30352, ratificado con Decreto Supremo N° 061-2015-RE del 2015, base de gestión nacional para el Plan y Estrategia en Madre de Dios.
[1] Se celebra el 23 de febrero, a raíz del Convenio de Minamata, firmado en 2013 por 140 países, entre ellos Perú, para proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos del mercurio.
[2] Álvarez, José; Sotero, Sotero; Brack Egg, Antonio; Ipenza Peralta, César (2011). Minería aurífera en Madre de Dios y contaminación con mercurio. Una bomba de tiempo. Informe preparado por el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana - IIAP y El Ministerio del Ambiente. Lima, Perú.