Hace años, cuando se hablaba de la reutilización de las aguas se mencionaban los beneficios que esta práctica nos proporciona, como son: aprovechamiento de los nutrientes del agua, disminución de los costes de tratamiento, incremento de los recursos hidráulicos y otros.
Dábamos por sentado que si la agricultura necesita agua y abonos orgánicos, se pueden aprovechar los que lleva el agua residual, con lo que se proponía realizar una depuración menos exigente y nos evitábamos gastar dinero en la destrucción de un recurso.
En los últimos años estamos descubriendo la conveniencia, o urgente necesidad, de recuperar el valor de los residuos sólidos, extrayendo todo el valor que contienen, evitando el consumo de materias primeras y disminuyendo la necesidad de los conflictivos vertederos.
Hay que reconocer que la gestión de los residuos sólidos ha llegado a un punto al que los gestores del agua habíamos llegado hace muchos años, hecho que celebro.
A pesar de estos hechos tengo la impresión de que la normativa existente para la reutilización de aguas no va en esta dirección y no se potencian los objetivos mencionados al inicio.
Entiendo que la garantía de la salud, consumidores de productos agrícolas y trabajadores, se ha impuesto siguiendo criterios muy estrictos de calidad (eliminación de carga contaminante y desinfección) que implican costes muy elevados y destrucción de recursos. Esta alternativa la podríamos denominar “tecnológica”. Aplicamos mucha tecnología (coste de inversión y explotación) para eliminar los riesgos.
ADECAGUA propone una Jornada Técnica que nos ayude a reflexionar sobre estos hechos y valorar otras posibles opciones que ofreciendo el necesario nivel de seguridad sanitaria permitan bajar costes de depuración y se mejore la recuperación de las materias que hay en las aguas residuales.
Una de estas alternativas consiste en la gestión del riesgo, sistema que se está empleando en la gestión de otros riesgos que debemos soportar, como el de las inundaciones. Precisamente vale la pena resaltar que el cambio de paradigma de la gestión del riesgo de inundaciones es muy reciente, año 2007. Esta otra alternativa la podemos denominar “de gestión”, la cual implicará inversiones más bajas pero implicará mayor dedicación de personal para la gestión.
En este panorama de la reutilización, no quiero dejar pasar este momento para comentar la grata sorpresa que me produjo el comentario de Manuel Omedas, de la Confederación Hidrográfica del Ebro, de que la Reutilización de Agua en la Cuenca la consideran como un medio para garantizar la calidad de ese estrecho hilo que es el rio. Se reutiliza el agua residual y se evita contaminar en el rio.