El agua del grifo está extremadamente protegida desde el punto de vista legal y sanitario. Es uno de los productos alimentarios más controlado, sujeto a múltiples controles por diferentes autoridades.
Debemos preguntarnos por qué cuando el agua de grifo es completamente saludable y segura consumimos agua embotellada.
Los fabricantes de agua embotellada invierten mucho dinero en campañas publicitarias que asocian el consumo de agua embotellada con la mejora en la salud de las personas. Esto ha calado en la sociedad y parece que gozaremos de mejor salud si consumimos este tipo de aguas.
Beber agua del grifo es la mejor decisión que podemos tomar para cuidarnos y proteger el medioambiente.
La producción mundial de plásticos ha aumentado de forma exponencial en los últimos años. La mitad del plástico de la historia se ha fabricado en los últimos quince años.
Cada minuto se compra un millón de botellas de plástico en todo el mundo. A nivel europeo, España ostenta el tercer lugar en consumo per cápita de botellas de plástico.
Estas botellas están fabricadas para un único uso. Sólo 1 de cada 5 botellas termina siendo reciclada. La mayoría acaba en vertederos o el mar perjudicando seriamente el estado de los ecosistemas. Una botella de plástico tarda unos 500 años en descomponerse.
La nueva Directiva Europea, establece que se debe fomentar el suministro del agua de grifo en las administraciones y los edificios públicos, así como realizar campañas destinadas a informar a los ciudadanos de la calidad de esta agua.
Las administraciones deben aumentar la disponibilidad de esta agua en espacios públicos aumentando el número de fuentes para reducir el consumo de agua embotellada.