El sector de la depuración de las aguas en nuestro país es tremendamente dinámico. Constantemente surgen nuevos retos a los que hay que dar respuesta si queremos adecuar nuestros sistemas de depuración a los requisitos exigidos no sólo por el Gobierno Español y por la propia Comunidad Europea sino también por la sociedad española que cada día requiere mejores servicios.
Además, el contexto de escasez de agua en el que vivimos nos obliga a utilizar nuevos tratamientos de depuración que nos permitan reutilizar el agua tratada. Hacia este objetivo se encaminan algunas de las las nuevas técnicas de depuración que se están desarrollando en nuestro país, entre las que destaca los biorreactores de membranas (MBR), un sistema que combina el tratamiento biológico de las aguas con la filtración a través de membranas.
Esta tecnología se ha extendido de forma progresiva por todo el país de hasta superar hoy en día las 45 instalaciones en operación
En 2002 el entonces Ministerio de Medio Ambiente puso en marcha en Haría (Lanzarote) el primer biorreactor de membranas instalado en España en una planta municipal. A partir de aquella primera experiencia, esta tecnología se extendió de forma progresiva por el resto del país de hasta superar hoy en día las 45 instalaciones en operación. Cifra que nos sitúa como uno de los países de la Unión Europea con mayor número de instalaciones de biorreactores de membranas para el tratamiento de aguas residuales urbanas, junto a Italia y Reino Unido.
Los MBR se han instalado en España en la mayoría de los casos para reutilizar las aguas en zonas con escasos recursos hídricos, pero también para obtener vertidos de alta calidad en zonas de elevada sensibilidad ambiental, para lograr soluciones compactas en áreas con grandes limitaciones de espacio o para ampliar la capacidad de instalaciones existentes.
Las empresas españolas, ingenierías y gestoras, tras estos años de experiencia, han ido acumulando un valioso conocimiento en la operación de este tipo de instalaciones, consiguiendo optimizar tanto el funcionamiento del proceso como el diseño para las nuevas instalaciones.
Las membranas, en condiciones normales de funcionamiento tienen una durabilidad superior a los 10 años
El tiempo ha demostrado que las membranas, en condiciones normales de funcionamiento, tienen una durabilidad superior a los 10 años y que los requerimientos energéticos están en torno a 1 kWh/m3 en instalaciones de media –alta capacidad. Este hecho permite a los MBR ser una opción de tratamiento muy competitiva cuando se precisa alta calidad en el efluente depurado. El éxito se debe también a la innovación, mejores materiales y diseño de los módulos, y sobre todo al abaratamiento de las membranas, al haber un mayor número de empresas que las suministran.
Toda la experiencia acumulada a lo largo de estos años está recogida en la “Guía técnica para la implantación de biorreactores de membranas”, un texto elaborado por el CEDEX en colaboración con la Empresa de Saneamiento de Murcia (ESAMUR), la Agencia Catalana del Agua (ACA) y el Instituto de Investigación del Agua (ICRA), que se publicará próximamente. La guía, con un enfoque eminentemente práctico, recoge los avances que se han conseguido tanto en el sector público como en el sector privado de nuestro país relacionados con el diseño y la explotación de este tipo de instalaciones.