La incorporación de la variable medioambiental a la gestión del agua en España está permitiendo reconducir de manera progresiva la administración de este recurso hacia la senda del desarrollo sostenible. La gestión integrada del agua, la recuperación y restauración de nuestros ríos y sus ecosistemas asociados, el desarrollo de los programas de calidad de las aguas o el impulso de las infraestructuras verdes son manifestaciones de la dimensión medioambiental del desarrollo sostenible en la gestión del agua, una dimensión propia de las sociedades más desarrolladas que permite sumar a los tradicionales objetivos de garantía en el suministro otros de corte medioambiental imprescindibles para dar respuesta al carácter transversal de la política del agua y a su condición como medio soporte para el desarrollo de otras actividades.
Las infraestructuras verdes son una destacada herramienta con la que cuenta la administración del agua para abordar las amenazas a la biodiversidad
Dedicamos este post, precisamente, a las llamadas infraestructuras verdes, actuaciones sobre nuestros ríos que están contribuyendo a la recuperación, mantenimiento y mejora del buen estado de las masas de aguas y de los ecosistemas acuáticos asociados, en sintonía con lo exigido por las Directivas Europeas, especialmente por la Directiva Marco del Agua y por los programas de medidas emanados de los Planes Hidrológicos de cuenca. Estas infraestructuras, además, incorporan medidas para la gestión de los riesgos naturales, contribuyendo a dar cumpliendo las Directivas Europeas específicas y a la adecuación a los impactos del cambio climático. Desde esta perspectiva, refuerzan el papel que las infraestructurales tradicionales, presas y embalses, siguen –y seguirán- desempeñando para prevenir los desastres naturales (inundaciones y sequías) y mitigar sus efectos negativos.
Las infraestructuras verdes son una destacada herramienta con la que cuenta la administración del agua para abordar las amenazas a la biodiversidad, así como para integrar la biodiversidad en otras políticas sectoriales, contribuyendo así al cumplimiento de las Directivas europeas (Directiva Marco del Agua, Directiva de Inundaciones, Directivas de Aves y Hábitats fundamentalmente) y a los objetivos de la Estrategia de la UE sobre la biodiversidad hasta 2020. Entre las infraestructuras verdes destacan las llamadas “medidas naturales de retención de agua (NWRM)” que tienen por objeto la restauración y mantenimiento de los ecosistemas acuáticos y de sus servicios ambientales, así como favorecer la adaptación al cambio climático reduciendo también la vulnerabilidad ante inundaciones y sequías por medios naturales. Por ello se han identificado como un elemento clave para contribuir a alcanzar de forma conjunta los objetivos de la Directiva Marco del Agua y los de la Directiva de Inundaciones en el marco de la planificación de la cuenca.
Sabemos que un área de territorio puede ofrecer servicios múltiples a la sociedad si sus ecosistemas están en buen estado; y sabemos que estos servicios tienen, además, un gran valor desde un punto de vista económico. Las infraestructuras verdes, al igual que otras actuaciones medioambientales destinadas a preservar nuestros ríos, a restaurarlos o a evitar su degradación, persiguen asegurar que esas áreas del territorio siguen prestando esos servicios múltiples.
Un área de territorio puede ofrecer servicios múltiples a la sociedad si sus ecosistemas están en buen estado
En España, la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos es exponente del desarrollo de las infraestructuras verdes en nuestro país. Al amparo de esta estrategia se han publicado 12 guías técnicas para la elaboración de proyectos de conservación y restauración de ríos y se han ejecutado 28 proyectos de infraestructuras verdes que han supuesto la recuperación ambiental de casi 1.000 km de ríos, aumentando su capacidad de adaptación frente a fenómenos extremos. Además de impulsar la participación de la sociedad en esta tarea mediante el Programa de Voluntariado en Ríos en el que han participado más de 150.000 voluntarios.
Por su repercusión internacional en este ámbito, cabe destacar el proyecto de mejora del estado ecológico del río Órbigo (León), ejecutado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) a través de la Confederación Hidrográfica del Duero. Este proyecto fue elegido como finalista en los premios European Riverprize en la convocatoria 2013. Se trata del programa más emblemático de la International River Foundation que, con la colaboración del Centro Europeo de Restauración Fluvial, la Comisión Internacional para la Protección del Danubio y Coca-Cola Europa, reconoce las acciones más sobresalientes en gestión fluvial. El enfoque adoptado en el proyecto del río Órbigo ha conducido a la reducción de los daños producidos por las inundaciones únicamente proporcionando espacio al río mediante la retirada o retranqueo de estructuras de defensa obsoletas, la recuperación de antiguos cauces o la descanalización de tramos, al tiempo que se mejora el estado ecológico del río. Uno de los puntos fuertes del proyecto fue la participación pública; el trabajo realizado en el terreno por los gestores y proyectistas para explicar los fundamentos hidráulicos de la actuación y aclarar dudas e incertidumbres que las poblaciones ribereñas manifestaron acerca de la seguridad de sus bienes ante una eventual inundación.
Otro proyecto de infraestructura verde que cabe destacar es el conocido como “Territorio Visón” en los ríos Arga y Aragón (Navarra). Este proyecto, que mereció la distinción de la Unión Europa seleccionándolo en la convocatoria LIFE+ de 2009, obedece al mismo propósito que el ejecutado en el río Órbigo, con el valor añadido de desarrollarse en una de las áreas más importantes para el mantenimiento de hábitats prioritarios y especies amenazadas de la Directiva Habitats.
Por su carácter innovador en lo que a la recuperación de zonas húmedas y mejora de la calidad del agua mediante el empleo los recursos que el medio proporciona, merece especial mención el proyecto de recuperación de las lagunas de Atapuerca (Burgos), en el destaca su carácter innovador al haber compaginado la recuperación de un humedal con la depuración de las aguas de un núcleo urbano próximo con sistemas de bajo impacto. La característica esencial de este proyecto es su planteamiento sostenible: integración paisajística, empleo de los recursos del medio para evitar el aporte de materiales externos, máxima eficiencia para el mantenimiento del sistema lagunar y mínimo coste de mantenimiento.
En España, la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos es exponente del desarrollo de las infraestructuras verdes en nuestro país
Para fomentar el empleo de las infraestructuras verdes, la Comisión Europea adoptó en 2013 una estrategia destinada a incrementar su uso. Esta estrategia se ha visto reforzada con la presentación el pasado 3 de marzo de 2014, también por la Comisión Europea, del estudio sobre la economía y los beneficios para la sociedad de las políticas de protección medioambiental. El estudio refleja cómo en la inversión en protección frente a inundaciones y en especial, en las infraestructuras verdes, el beneficio retornado a la sociedad es del orden de 6 a 8 veces el coste de la actuación, produciendo además beneficios ambientales significativos.
España se ha hecho eco de esta política de fomento, sumándose al impulso que la Comisión europea está imprimiendo al empleo de este tipo de infraestructuras. Ejemplo de ello es la participación de MAGRAMA, a través del Instituto IMDEA Agua, en el proyecto piloto “Atmospheric Precipitation - Protection and efficient use of Fresh Water: Integration of Natural Water Retention Measures (NWRM en adelante) in River basin management, puesto en marcha por la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea como parte de la iniciativa NWRM de la Unión Europea. El objetivo de esta iniciativa, actualmente en curso, es conseguir una base de conocimiento sobre NWRM, contribuir a la creación de una red de profesionales en la materia y desarrollar un manual práctico para su diseño e implementación. Esta iniciativa se desarrolla a través de cuatro redes regionales con el fin de tener en cuenta de forma apropiada la diversidad regional a escala europea. La región Mediterránea está coordinada por IMDEA. El pasado mes de enero se celebró en Alcalá de Henares el primer Workshop liderado por el instituto español con la participación de expertos de los países del arco mediterráneo así como representantes también de otras regiones y en el que se expusieron los ejemplos mencionados anteriormente.
El correcto desarrollo y ejecución de las infraestructuras verdes no se concibe en España sin el concurso del sector privado
El correcto desarrollo y ejecución de las infraestructuras verdes, como la de otras infraestructuras en las que se apoya la prestación de los servicios del ciclo del agua, no se concibe en España sin el concurso del sector privado. Las empresas españolas realizan este tipo de actuaciones en todo su ciclo, desde la planificación, desarrollo de los proyectos y evaluación de los resultados, a través de las empresas consultoras asociadas, en general, a través de Tecniberia, al desarrollo de las actuaciones a través de empresas consultoras agrupadas fundamentalmente en ASERPYMA y ASEMFO, todo ello complementado con el sector público, a través del grupo Tragsa y organismos de investigación como el CEDEX y las Universidades.
Esta continuidad en el ámbito de la restauración de ríos y el desarrollo de infraestructuras verdes se verá reflejado en los programas de medidas de los planes hidrológicos de 2º ciclo así como en los planes de gestión del riesgo de inundación actualmente en elaboración como se recoge en la Estrategia para la implementación conjunta de la Directiva Marco del Agua y la Directiva de Inundaciones. Un segundo ciclo que debe servir para reforzar tanto la garantía en el suministro como la gestión eficaz de los fenómenos meteorológicos extremos. Las infraestructuras verdes no solo han de contribuir a la consecución de esos objetivos sino, además, a hacerlo de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente y con nuestra biodiversidad, hacer que define el modelo de gestión del agua en España.