El apoyo dado por el Gobierno a la I+D+i unido al decidido propósito de impulso de la Marca Agua España, están dando sus frutos en la exportación de tecnologías punteras en el mundo de las presas.
Las técnicas de inyección de resinas de formulación y fabricación española, a muy alta presión, han conseguido sellar filtraciones de más de 300 l/s
Por poner sólo un ejemplo, la empresa española HCC acaba de culminar con éxito la reparación de la presa de Piedra del Águila, en Argentina, solventando un problema de fuerte fisuración que se venía arrastrando desde hacía 20 años. Las técnicas de inyección de resinas de formulación y fabricación española, a muy alta presión, han conseguido lo que sobre el papel parecía imposible: sellar filtraciones de más de 300 litros por segundo y devolver el monolitismo a esta presa, que tenía fisuras de hasta 135 metros de altura y 40 metros de profundidad. Y esto se ha hecho sin necesidad de vaciar el embalse de 170 metros de agua, lo que habría supuesto un serio quebranto económico.
Una de las dificultades tradicionalmente asociadas a la reparación de obras hidráulicas, se encuentra, precisamente, en la necesidad de detener la explotación de la instalación, con los problemas añadidos que ello conlleva, no sólo por su elevado lucro cesante sino también su impacto medioambiental o su repercusión social.
Por ello, la reparación de infraestructuras hidráulicas en servicio, sin necesidad de desembalsar, ha sido y sigue siendo el resultado de un excelente y concienzudo trabajo realizado, durante las dos últimas décadas, por empresas españolas, que ha permitido desarrollar en nuestro país un conjunto de nuevas tecnologías que ya se han aplicado con éxito en España y se están aplicando en otros países.
Estos trabajos de restauración serán presentados por HCC en el Simposio de la 82ª Reunión Anual de la Comisión Internacional de Grandes Presas (ICOLD), que se celebrará en Junio en Bali, como muestra del desarrollo tecnológico de la ingeniería española en un sector clave dentro de la administración del agua como es el del diseño, construcción, explotación y mantenimiento de las infraestructuras hidráulicas.
Un ejemplo que ratifica una tendencia que venimos constatando en los últimos meses y que no es otra que el protagonismo que están adquiriendo las empresas españolas del ciclo del agua y las políticas de agua de nuestro país fuera de nuestras fronteras.
Somos pioneros en multitud de asuntos relacionados con el agua, aunque hoy me gustaría centrarme en el papel fundamental que está llevando a cabo el Gobierno Español en la gestión de esas grandes infraestructuras hidráulicas, presas y embalses, que frecuentemente no se valoran en sus justos términos, pero que son fundamentales, y lo van a ser más por los efectos debidos al cambio climático, no sólo como suministradoras de agua sino también por su papel en la reducción de los efectos de las sequías, avenidas e inundaciones y por su contribución al buen funcionamiento de nuestra sistema energético, tanto desde el punto de vista de disponer de una energía renovable y autóctona como de aumentar la seguridad y garantía de la regulación de los ríos.
La elección de una empresa española para acometer los trabajos de reparación de una presa al otro lado del mundo no es un ejemplo aislado del reconocimiento del trabajo español fuera de nuestras fronteras. Poco antes de terminar 2013, se firmaba en Lima (Perú) el “Convenio interinstitucional entre la Autoridad Nacional del Agua de la República del Perú y el Comité Nacional Español del Grandes Presas (SPANCOLD)” para el desarrollo de instrumentos específicos en materia de gestión de presas y embalses; el asesoramiento tecnológico de diseño; la construcción, operación y mantenimiento de presas y el fortalecimiento de las capacidades técnicas de los profesionales relacionados con estas obras hidráulicas.
El Comité Nacional Español de Grandes Presas ha firmado sendos convenios con Panamá o Marruecos para atender las necesidades formativas de los técnicos de estos países en materias relacionadas con la gestión integral de nuestras presas.
España es un país muy bien preparado, tanto por capacidad como por desarrollo tecnológico, para adaptarse a los efectos del cambio climático
España, debido a la propia singularidad hídrica del país, con períodos recurrentes de sequía y frecuencia de inundaciones constituye un excelente ejemplo para otros países del mundo de cómo utilizar de forma eficiente los recursos hídricos, al haber desarrollado una destacable acción política, legal, social y técnica tanto en la gestión de la oferta como de la demanda de los recursos hídricos.
A día de hoy, España es un país muy bien preparado, tanto por capacidad como por desarrollo tecnológico, para adaptarse a los efectos del cambio climático y mitigar los impactos asociados al ciclo integral del agua, en buena parte gracias a que en nuestro país existen más de 1.200 presas y más de 100.000 balsas con las que atender la demanda de agua en épocas de estiaje o de sequía y gestionar las inundaciones mediante la laminación de avenidas.
Es decir, nuestro país cuenta con el quinto parque mundial de presas en números absolutos y el primero en cuanto a ratio por habitante, con infraestructuras ya centenarias en un buen número de casos e incluso milenarias, lo que convierte en esencial y de alto nivel estratégico la correcta conservación y eventual reparación de ese inmenso patrimonio hidráulico que, como ya hemos señalado, nos permite mejorar la gestión de los fenómenos extremos.
En los últimos años, España ha avanzado de manera significativa tanto en el mantenimiento y conservación de los embalses como en la gestión de las avenidas. Las Normas de Explotación y los Planes de Emergencia de presas nos han permitido realizar, con cartografías detalladas y específicas de cada zona, un completo análisis de las afecciones producidas aguas abajo de las presas en casos de grandes avenidas. En esta misma línea, las Normas de Explotación en avenidas han protocolizado las maniobras y los avisos a efectuar en función del nivel de alerta, han definido los volúmenes estacionales de resguardo y han regulado las maniobras de desembalse.
Y es que, la piedra angular de la protección frente a las inundaciones en un país tan irregular, hidrológicamente hablando, como es España, son precisamente los embalses. Por poner sólo un ejemplo que nos permita hacernos una idea del papel que juegan los embalses, baste decir que tras las lluvias caídas durante la última semana de marzo y primeros de abril del pasado año, los embalses españoles evitaron que llegaran a los ríos, ya de por sí saturados, 2.078 hm3 de agua que, de no haber sido retenida en los embalses, hubiera causado no pocas desgracias personales y daños que podríamos cifrar en millones de euros.
Según Iberdrola, los embalses reducen en un 50% el número de avenidas que se producirían en condiciones naturales
Además, un estudio elaborado por Iberdrola ha puesto de manifiesto que los embalses reducen en un 50% el número de avenidas que se producirían en condiciones naturales y, del 50% restante, se reduce un 31% el valor de los daños económicos que causarían las inundaciones de no existir estas infraestructuras hidráulicas.
Por otro lado, no debemos olvidarnos del papel clave de los embalses como reserva energética, como así lo ha reconocido el Banco Mundial en su informe de junio de 2013, “Thristy Energy”. En este informe se reconoce el papel estratégico que en el mundo y en España en particular, esta desempeñando la energía hidroeléctrica en el debate sobre el binomio Agua – Energía. No en vano España ocupa el 5º lugar por su producción hidroeléctrica en la UE-27 gracias a los 55.000 hm3 de volumen de embalse de las aproximadamente 1.200 grandes presas inventariadas (46% hidroeléctricas), es decir, nuestro país ostenta una de las capacidades más altas de Europa y del mundo.
Se trata de una energía de calidad que es capaz de suministrar agua en las puntas de consumo y almacenarla en periodos valle y, de una energía renovable y sin emisiones de CO2.
Es curioso como gran parte de la sociedad, por lo general, cuando se refiere a energías renovables cita la energía solar y la eólica y se olvida de la energía hidroeléctrica, mucho más fiable. Y digo esto porque si la producción de la energía solar y eólica están al capricho del sol y el viento, la producción de la energía hidroeléctrica está en función de la demanda.
El resto de las energías renovables aunque válidas no garantizan su disponibilidad, por eso es importante contar con algún sistema de almacenamiento de la energía sobrante y la única manera de almacenar energía en grandes cantidades de manera eficiente es mediante centrales de bombeo.
Es decir, los aprovechamientos hidroeléctricos son no sólo limpios y renovables sino que, además, son capaces de suministrar energía al sistema en puntas de demanda y de guardar la energía producida por otras fuentes renovables.
Por aumentar la seguridad de suministro, por reducir las emisiones de CO2 y la dependencia exterior y por contribuir a la sostenibilidad, así como por su reducido coste (que propicia una mejora de la competitividad) la energía hidroeléctrica tiene un importantísimo papel, como regulador del sistema eléctrico español.
En el sector de la ingeniería hidráulica, así como en el de la construcción, las empresas españolas están a la vanguardia de la tecnología que se utiliza a nivel mundial en este campo. Es por ello que prácticamente todas las presas construidas en nuestro país han sido ejecutadas por empresas españolas, que, además, exportan su actividad a otros países. Así, en el último medio siglo, las empresas españolas han construido 72 presas de las más variadas tipologías en 22 países diferentes del nuestro, principalmente en Hispanoamérica y África, pero también en otros países de Europa, Norteamérica y Asia.
A la vista de los datos que hemos ido exponiendo, es evidente que la construcción de presas y embalses es un componente fundamental para la Planificación Hidrológica y para permitir el desarrollo sostenible de todas las comunidades y regiones de nuestra geografía.
Debemos, por tanto, realizar un esfuerzo informativo para trasladar a la sociedad el valor social que desempeña nuestro patrimonio hidráulico; no solo para la atención del abastecimiento, que ya de por sí es clave, en un país con las características hidrológicas de España, sino también para la gestión eficaz del riesgo de inundación y para contribuir al buen funcionamiento del nuestro sistema energético. Un patrimonio que, gestionado con criterios de sostenibilidad, permite compaginar los intereses de desarrollo y seguridad del país con el respeto al medio ambiente.
Un modelo de gestión que España comparte y difunde en el exterior a través de la labor de colaboración técnica y comercial de sus sectores público y privado.
Para ampliar esta información se pueden consultar las siguientes páginas Web: www.magrama.gob.es ; www.cedex.es ; www.spancold.es; www.seopan.es; www.hcc-es.com; www.ausigeti.es.
Esta entrada ha sido publicada originalmente en el "Blog Agua" de Spain Technology y ha sido replicado aquí con su expresa autorización.