El concepto de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) abarca a todas las acciones que se apoyan en los ecosistemas y los servicios que estos proveen, para responder a diversos desafíos de la sociedad como el cambio climático, la seguridad alimentaria o el riesgo de desastres.
Esta es una definición de la UICN y el lema, a nivel mundial, del Día Internacional del Agua de 2018. Dentro de esta definición se hace referencia a los servicios que proveen los ecosistemas para el bienestar humano y, en este concepto, es en el que baso esta historia.
En un lugar, llamémoslo X, en el que incluso en el mes más seco hay mucha lluvia, el agua fluye a ritmo de Perico Ripiao desde las sinuosas ondulaciones montañosas, hasta el cálido merengue en la llanura costera [nota 1], en la que encontramos playas infinitas de arena blanca y agua cristalina. Como dice un amigo: “el efecto guau” .. Así que, por qué no poner un hotel aquí.
Pero esto no es siempre así…la cara A y la cara B del paraíso…En ocasiones, este lugar se enfrenta a eventos extremos totalmente opuestos como son las inundaciones y las sequías. Este lugar ha sido clasificado por algunos índices (p.ej.: Germanwatch) como uno de los 10 lugares más vulnerables del mundo en el largo plazo. Estos eventos, cada vez más frecuentes y más intensos (IPCC 2013-2014), tienen un efecto devastador en la economía y en la salud de la población. Este lugar X tiene, además, otro problema añadido. Durante años, la geografía y la falta de infraestructuras han provocado su aislamiento y esto, además de resultar en uno de los lugares más bellos, también ha ido de la mano de la falta de planes adecuados para la gestión de todo tipo de residuos/efluentes, incluidos los derivados del abuso de fertilizantes y pesticidas en la agricultura. Estas prácticas, se han traducido en una degradación significativa de los cursos de agua, los humedales costeros y el manglar… ay… el manglar (suspiro)… Bueno, aun así, ¡qué lugar tan fantástico para poner un hotel!
Figura 1. Foro Económico Mundial. 2018.
Cada año, el Foro Económico Mundial solicita a su extensa red de empresas, gobiernos, sociedad civil y líderes del pensamiento que identifiquen los mayores riesgos mundiales, y aquellos que con mayor probabilidad sucederán en un plazo de 10 años. El clima extremo, los desastres naturales y la crisis del agua están entre los 5 primeros, el segundo, tercero y quinto, respectivamente. Los que seguimos este foro desde hace tiempo, vemos que la tendencia es que los riesgos ambientales cada vez tienen más presencia en los primeros puestos de la lista. La ocurrencia de huracanes de alto impacto, las temperaturas extremas, inundaciones, terremotos y otros desastres naturales durante el pasado 2017 sin duda han influido en las decisiones de este año. Además, hay otro factor que hace que cada vez estos “asuntos ambientales” tengan cada vez más relevancia: las consecuencias financieras.
He seleccionado 2 imágenes que me parecían representativas del proyecto que os estoy contando (Figura 1). Las 2 representan temas clave del foro de este año: agua y desarrollo sostenible. Es interesante analizar todas las relaciones y descubrir que en ambos casos existe una variable económica, financiera y de desarrollo que depende del “medio ambiente y seguridad de los recursos naturales”.
Pero voy a seguir con el efecto guau y con mi hotel.
Finalmente, los responsables de este proyecto entendieron que seguir hacia delante implicaba una enorme responsabilidad y decidieron basar el desarrollo en los siguientes principios: sostenibilidad económica, equilibrio ambiental, arquitectura reflexiva y progreso comunitario. Principios que, en realidad, se apoyan todos en el mismo pilar: la naturaleza.
Por esto, y entre otras acciones como la capacitación para la provisión de servicios y la mejora de las prácticas agrícolas, se están llevando a cabo inversiones para conocer las propiedades y la dinámica del entorno natural del proyecto. De todas ellas, y dentro del marco de este artículo, me gustaría destacar la referida al reciente desarrollo de un modelo numérico que integra la red de agua superficial con los recursos subterráneos y el clima. El resultado no ha podido ser más revelador: se ha podido entender la dinámica de todo el sistema y hacer una estimación de los recursos renovables involucrados en un área cercana a los 500 km2. Este modelo es la base para planificar, por ejemplo, una estrategia para el uso sostenible del recurso por parte de todos los usuarios, entre los que se encuentra el hotel, pero también para entender y reconfigurar algunas prácticas del tejido productivo local y su influencia en la dinámica habitacional del municipio. Los resultados del modelo se combinaron con un estudio de la huella de carbono y la huella hídrica de la agricultura, la principal actividad de la zona. La combinación de ambos resultados y la capacitación en la práctica de la agricultura ecológica está siendo la clave para el control y la reducción de la contaminación, en la fuente, de los recursos hídricos locales. Junto con ello, aguas abajo, se está valorando cómo afectarán estas prácticas a la recuperación natural del manglar, con el fin de maximizar el servicio de protección que este puede proveer a todos los grupos de interés, pero también el de aprovisionamiento y, por qué no, el de recreación y turismo.
Y mucho más, algunos detalles están incluidos en la Figura 2.
Figura 2. Algunas de las acciones basadas en la inversión en el conocimiento de los recursos naturales y sus servicios.
Los responsables del proyecto están adherimos a los 10 Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Recientemente, este proyecto fue finalista en los Premios de la Organización Mundial del Turismo, de Naciones Unidas, a la Excelencia y la Innovación en el Turismo. El proyecto ha incluido dentro de su agenda, el compromiso con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, porque entiende que su éxito dependerá del respeto por los recursos de la naturaleza, que siempre ha existido allí.
[nota 1] Aunque hay distintos “niveles” de merengue, me refiero a ese que es bailable, de mayor ritmo (el llamado Perico Ripiao), que es con el que me quiero referir a ese ambiente de mayor energía, que caracteriza a los ríos de montaña y que van perdiendo esa fuerza a medida que se alejan y, en este caso, en apenas 5 km, llegan al mar. Todo esto siempre en condiciones de “normalidad” climática.