La mayoría de las veces, cuando explico o puntualizo que me dedico al tratamiento de aguas, recibo respuestas del tipo "ah, ¿eso existe?", "yo pensaba que el agua sucia iba al mar", "¿qué hace un ingeniero limpiando el agua?" y muchas preguntas o comentarios que me han llevado a preguntarme qué pensará la gente acerca de su agua residual, qué conocimientos tendrán sobre el proceso del tratamiento de aguas y si realmente serán conscientes de la importancia del agua y su uso.
Esta ha sido la razón por la cual he decidido realizar una encuesta de 10 preguntas aptas para ciudadanos de cualquier edad y así valorar cuánto se conoce sobre el mundo del agua. El cuestionario lo realizaron 158 personas aleatorias de entre 15 y 70 años.
A continuación expongo las 5 primeras preguntas con resultado y observaciones. En el siguiente blog os mostraré las demás preguntas y algunas conclusiones.
1. ¿Cuál crees que es la actividad en la que más agua empleas en tu día a día?

En esta pregunta, la mayoría estuvo en lo cierto, puesto que, según el MITECO (Ministerio de Transición Ecológica), la ducha supone la actividad de mayor consumo de agua para un ciudadano español. Indico "español" puesto que la OMS (Organización Mundial de la Salud) sitúa el arrastre de excretos y orina por encima de la ducha considerando duchas de 5 minutos o menos y cerca del 90% de los españoles emplea más tiempo a la hora de ducharse.
El hecho de que un 6% indicase que el mayor gasto era la ingesta de agua demuestra que no hay una consciencia generalizada del consumo que puede realizar una persona al día.
2. Indica cuántos litros de agua crees que consume una persona cada día.

Esta fue, posiblemente, la pregunta en la que los encuestados se alejaron más de la realidad. Cerca de un 75% de los individuos indicó que el consumo era menor a 120 litros por persona y día, mientras que solo 25% supuso que era mayor. Se observó una tendencia negativa con la edad, siendo los jóvenes los que más agua pensaron que consumían y, los adultos, los que menos.
Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) en 2018 se registró que el consumo medio por ciudadano y día era de 133 litros.
Al ver estos resultados, he comprendido que no se puede empezar la casa por el tejado. Que no podemos pedir a los habitantes que consuman menos si ni siquiera son conscientes de la cantidad de agua que consumen. Que el desconocimiento no ayuda al avance de la sociedad e igual tenemos que empezar por ahí.
3. ¿Consideras que derrochas agua a la hora de asearte?

Considerando que el “aseo” no es el mismo para cada individuo y que cada uno podría interpretar esta pregunta de distintas maneras, se obtuvieron resultados similares para los 158 encuestados. Tomando como “nunca” el número 1 y como “siempre” el número 5, se interpreta que un 40,5 % de los encuestados considera que derrocha agua “a veces”, y que sólo una pequeña proporción se sitúa en los extremos. Las personas de edad inferior a treinta y cinco años consideran que derrochan más agua al asearse que las personas de más de treinta y cinco.
4. ¿Sueles limpiar/tirar los restos de comida antes de limpiar la vajilla?

En esta pregunta más de la mitad de los individuos respondieron que “siempre” limpian los restos de comida antes de lavar los platos o depositarlos en el lavavajillas. Los resultados no mostraron que los hábitos fuesen distintos entre jóvenes y adultos.
Esta pregunta estaba relacionada con la contaminación del agua. Los restos de comida suelen llevar nitrógeno y fósforo (entre otras cosas), que son dos de los contaminantes del agua que más se controlan a la hora de tratar el agua. Me alegró comprobar que, al menos, un gran porcentaje de los encuestados evitaba en la medida de lo posible esta contaminación del agua.
5. ¿Qué tipo de jabón/detergente usas?

El jabón líquido, sin duda, fue el triunfador en esta pregunta. Sin embargo, el porcentaje de personas que utilizan jabón en pastilla no fue tan bajo como se esperaba.
Actualmente existen muchos estudios que confirman que el jabón líquido es más contaminante que el jabón en pastilla. Para la fabricación de este jabón se emplean más productos químicos para conseguir la forma, el color, el olor u otras propiedades que no son necesarias a la hora de fabricar un jabón en pastilla. Además, el líquido requiere de envases para su guarda y estos suelen ser de plástico, muchos no reciclables.
Aun así, el jabón/detergente líquido forma parte de la forma de vida actual y, aunque están empezando a fabricarse champús, geles, acondicionadores y otros productos en estado sólido, es bastante improbable que el líquido deje de ser el protagonista.