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Gestión sostenible de las aguas subterráneas y su papel en la Agenda 2030

Sobre el blog

Marta Santafé
Consultora especialista en Medio Ambiente, Sector del Agua y Planificación Hidrológica | Directiva Marco del Agua (DMA) | Gestión de sequías e inundaciones | Promotora ODS y Agenda 2030 | LinkedIn Top Voice Sostenibilidad 2022
  • Gestión sostenible aguas subterráneas y papel Agenda 2030
    Oasis de Huacachica, Ica (Perú). Fuente; Flickr.

Si para la mayor parte de la población el agua es un tema casi invisible, en el caso del agua subterránea sencillamente suele ser mayormente ignorada, haciendo difícil que la ciudadanía comprenda la importancia de este recurso hídrico. Pero incluso, si hablamos de la gestión del agua, los recursos subterráneos quedan muchas veces relegados y se priorizan las aguas superficiales en lugar de hacer una gestión integrada de los recursos. 

A ello también contribuye, al menos en el caso de España, el hecho de la escasa presencia de especialistas en hidrogeología en las diferentes entidades y organismos competentes en la gestión del agua. Este artículo pretende poner en valor el papel de las aguas subterráneas y su importancia en el desarrollo sostenible como pieza clave de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

Las aguas subterráneas y su importancia en el ciclo hidrológico

Las aguas subterráneas son aquellas que se localizan por debajo de la superficie terrestre ocupando los poros y las fisuras existentes. La recarga de los acuíferos [1] proviene principalmente de la precipitación o a veces por la filtración de las aguas que circulan en superficie como ríos, arroyos o lagos. El agua de recarga se infiltra bajo la superficie y lentamente fluye hasta su descarga natural en manantiales, ríos y humedales o al mar. 

Si bien la mayor parte de la superficie de la Tierra está formada por agua, tan sólo el 2,5% es agua dulce, el 99% del agua dulce es de origen subterráneo. No sólo es importante para cubrir las necesidades productivas y de abastecimiento, sino que también es un elemento esencial por su valor ambiental ya que sirve para el mantenimiento de los ríos, lagos, humedales y sistemas ecológicos asociados.

Si para la mayor parte de la población el agua es un tema casi invisible, en el caso del agua subterránea sencillamente suele ser mayormente ignorada, haciendo difícil que la ciudadanía comprenda la importancia de este recurso hídrico. Pero incluso, si hablamos de la gestión del agua, los recursos subterráneos quedan muchas veces relegados y se priorizan las aguas superficiales en lugar de hacer una gestión integrada de los recursos. 

A ello también contribuye, al menos en el caso de España, el hecho de la escasa presencia de especialistas en hidrogeología en las diferentes entidades y organismos competentes en la gestión del agua. Este artículo pretende poner en valor el papel de las aguas subterráneas y su importancia en el desarrollo sostenible como pieza clave de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

Las aguas subterráneas y su importancia en el ciclo hidrológico

Las aguas subterráneas son aquellas que se localizan por debajo de la superficie terrestre ocupando los poros y las fisuras existentes. La recarga de los acuíferos [1] proviene principalmente de la precipitación o a veces por la filtración de las aguas que circulan en superficie como ríos, arroyos o lagos. El agua de recarga se infiltra bajo la superficie y lentamente fluye hasta su descarga natural en manantiales, ríos y humedales o al mar. 

Si bien la mayor parte de la superficie de la Tierra está formada por agua, tan sólo el 2,5% es agua dulce, el 99% del agua dulce es de origen subterráneo. No sólo es importante para cubrir las necesidades productivas y de abastecimiento, sino que también es un elemento esencial por su valor ambiental ya que sirve para el mantenimiento de los ríos, lagos, humedales y sistemas ecológicos asociados.

Pese a no ser apenas visibles, las aguas subterráneas son fundamentales en el ciclo hidrológico, en superficie se manifiestas en forma de ríos, lagos y humedales pudiendo existir una transferencia de flujo entre el agua subterránea y superficial. 

Según datos de las Naciones Unidas, el mundo podría enfrentarse a un déficit global de agua del 40% para 2030. En la actualidad, 2.500 millones de personas, casi el 50% de la población mundial, se abastece únicamente de agua de origen subterráneo para satisfacer sus necesidades básicas y supone entorno al 43% de toda el agua utilizada para riego en la agricultura

Se espera que la población mundial siga creciendo de manera exponencial, pasando de casi 8 mil millones en 2020 a alcanzar los 11 mil millones para 2100. Este es el gran reto al que nos enfrentamos como humanidad, poder producir alimentos sin comprometer el agua disponible. La gestión sostenible de las aguas subterráneas será clave para logarlo.

Por ello, los cambios en la disponibilidad y calidad del agua subterránea tienen un enorme impacto en muchos aspectos básicos de la vida de los seres humanos: en la salud, medios de vida, seguridad alimentaria y desarrollo económico y productivo. Además, muchos ecosistemas dependen del agua subterránea y son la base de una gran biodiversidad asociada a ellos. Si falla este eslabón de la cadena del ciclo hidrológico, el sistema se podría ver seriamente comprometido.

Retos en la gestión sostenible de las aguas subterráneas

Desde sus orígenes, la humanidad ha cubierto gran parte de sus necesidades de agua de buena calidad con recursos subterráneos. Durante el siglo XX, la construcción de pozos para el suministro urbano de agua creció a un ritmo muy rápido, también se intensificó su uso para el riego agrícola y la actividad industrial, este crecimiento acelerado se vio favorecido por los grandes avances que experimentó el sector de la perforación de pozos gracias a la mejora en el conocimiento geológico e hidrogeológico y de las tecnologías de bombeo. Gracias a ello, el agua subterránea se transformó en un recurso clave que favoreció el bienestar humano y el desarrollo económico.

Pero debido a esta explotación intensiva, los recursos subterráneos se están viendo amenazados. Se estima que la extracción mundial del agua subterránea se ha triplicado en los últimos 50 años. Las mediciones más recientes muestran que muchos de los principales acuíferos del mundo se están agotando. Los niveles de agua subterránea han disminuido considerablemente. Como consecuencia, el caudal de los arroyos y ríos ha ido disminuyendo, muchos manantiales se han secado, causando afecciones ambientales como la degradación de humedales afectando así mismo a los ecosistemas asociados a éstos.

De mantenerse esta situación en el tiempo, la viabilidad a medio y largo plazo de la economía de las regiones que dependen de acuíferos está amenazada, poniendo en riesgo el abastecimiento y la seguridad alimentaria mundial.

Las dos principales amenazas que afectan a las aguas subterráneas son la sobreexplotación y la contaminación. Ambos factores ponen en peligro el abastecimiento de agua potable de cientos de millones de personas. Además, la degradación del agua subterránea reduce la resiliencia de las comunidades y economías ante la crisis climática

La extracción intensiva del agua subterránea, por lo general a través del bombeo, reduce la descarga natural y también puede agotar el almacenamiento y por tanto la cantidad de recurso disponible. El agua de recarga transporta contaminantes químicos que afectan a su calidad (por lo general proceden de la actividad agrícola y ganadera y de las aguas residuales o industriales). A lo que hay que añadir la afección procedente de los denominados contaminantes emergentes y los micro plásticos, entre otras sustancias y los problemas de intrusión salina en los acuíferos costeros.

La falta de control sobre estos aspectos que afectan a la cantidad y calidad del agua subterránea, pone en riesgo el bienestar humano, el desarrollo sostenible y la conservación de la biodiversidad

Pese a la enorme importancia que las aguas subterráneas tienen en nuestras vidas son apenas conocidas y poco valoradas por el conjunto de la población. Por tanto, es necesario promover acciones e iniciativas encaminadas a proporcionar información sobre las aguas subterráneas y visibilizarlas para que la sociedad tome conciencia de su valor y la importancia de su gestión sostenible de cara a disponer de este recurso en cantidad y calidad adecuada para garantizar su disponibilidad a las generaciones futuras.

El agua en el centro de la Agenda 2030

En 2015, los líderes mundiales adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta hoja de ruta comprende 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con un total de 169 metas. Los ODS se describen en la Agenda 2030 como “indivisibles e integrados, equilibrando las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible” (Naciones Unidas, 2015).

Para el seguimiento de su cumplimiento se establecieron un total de 232 indicadores. El éxito de los ODS se basa, en gran medida, en procesos efectivos de monitoreo, revisión y seguimiento para poder valorar y cuantificar su avance y actuar en el caso de que no se estén logrando los objetivos propuestos.

El agua es esencial para la vida, por ello, en el marco del desarrollo sostenible, es un factor clave y es un elemento principal de la Agenda 2030. Por lo tanto, el agua sirve como base para el logro de muchos de los ODS, incluido el ODS 6, el objetivo específico del agua: "Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible de agua y saneamiento para todos”.

La presencia del agua en la Agenda evidencia la importancia que tiene en aspectos tan sustanciales y básicos como la higiene, la salud, la educación, la igualdad, el modo de vida y la alimentación, sin agua no se podrán alcanzar ninguno de ellos.

Sin agua, ni la salud ni la alimentación ni la sostenibilidad medioambiental ni el desarrollo frente a la pobreza están garantizados. De ahí que, en 2010, se reconoció el derecho al agua como un derecho humano y, posteriormente, con la aprobación de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, se reconoció la importancia del agua con un ODS específico, el ODS 6, Agua limpia y Saneamiento, inherente al logro efectivo del resto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ya que su presencia es transversal en todos ellos. Ninguno de los Objetivos recogidos en la Agenda 2030 puede ejercerse con plenitud si no existe la garantía previa del derecho al agua.

El papel de las aguas subterráneas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Pese a la importancia de las aguas subterráneas en el ciclo hidrológico y ser la única fuente de agua para gran parte de la población mundial, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, en general, no dan cuenta explícitamente del importante papel que desempeñan y seguirán desempeñando las aguas subterráneas en el desarrollo sostenible.

Debido a esta escasa presencia de las aguas subterráneas en la hoja de ruta de las Naciones Unidas, el Institute for Water, Environment and Health de Naciones Unidas (UNU-INWEH) publicó en 2018 un estudio [2] titulado “Aguas subterráneas y objetivos de desarrollo sostenible: análisis de interrelaciones” en el que se analizaban las conexiones existentes entre los objetivos de desarrollo sostenible y las aguas subterráneas. El análisis del UNU-INWEH encuentra muchos vínculos que se refuerzan mutuamente entre la disponibilidad de agua subterránea y la acción sobre los ODS.

En el citado informe se identifican aquellas metas de los ODS que se relacionan con las aguas subterráneas, bien de manera clara (respaldadas por datos) o bien otras no tan directas.

Posteriormente, las interconexiones se clasifican en "reforzadoras" (‘reinforcing’), "conflictivas" (‘conflicting’) o "mixtas" (‘mixed’), dependiendo de si el logro de una meta tendrá un impacto predominantemente positivo, negativo o mixto en las aguas subterráneas. Las interconexiones también se clasifican en "primarias" y "secundarias", dependiendo de qué tan fuertes y directos puedan ser los impactos en las aguas subterráneas por lograr los objetivos. El informe presenta un resumen de las interconexiones clave y, posteriormente, proporciona la descripción de todas las "principales".

En la siguiente tabla se muestran las interrelaciones entre las aguas subterráneas y las metas de los ODS:

Resumen de las interrelaciones entre las aguas subterráneas y las metas de los ODS. (Fuente: modificado de Groundwater and Sustainable Development Goals: Analysis Of Interlinkages. UNU-INWEH Report Series, Issue 04)

En la Figura 1 se muestran las categorías de “vínculos primarios” identificados entre las aguas subterráneas y las metas de los ODS:


Figura 1. Categorías de “vínculos primarios” identificados entre las aguas subterráneas y las metas de los ODS. (Fuente: Groundwater and Sustainable Development Goals: Analysis Of Interlinkages. UNU-INWEH Report Series, Issue 04)

   El análisis del UNU-INWEH sugiere que más de la mitad de las interconexiones son "reforzadoras", mientras que solo unas pocas son "conflictivas". Desde una perspectiva de política:

  1. Las interconexiones en conflicto son las más críticas y difíciles de gestionar.
  2. Es importante establecer sinergias entre las iniciativas de los ODS y las aguas subterráneas para permitir que se materialicen las interconexiones reforzadas.
  3. Casi un tercio de todas las interconexiones identificadas se clasificaron como "mixtas". Esto significa que cuando se planifican las actividades objetivo, se debe considerar cuidadosamente los posibles impactos en las aguas subterráneas para evitar resultados negativos no deseados que pueden no ser evidentes al principio. Los vínculos primarios que constituyen el 43% de todos pueden ser los más fáciles de entender y los más importantes de planificar. Sin embargo, existen aún más interrelaciones secundarias. Esto significa que los expertos en aguas subterráneas deben poder compartir conocimientos con una variedad de actores involucrados en abordar los objetivos con interconexiones secundarias con las aguas subterráneas, y viceversa. Debería de abordarse desde una perspectiva holística y multidisciplinar.

También se muestra que:

  1. La importancia de las aguas subterráneas para el desarrollo sostenible no se reconoce y se evidencia en el nivel de la meta de los ODS.
  2. Hay una falta de datos disponibles sobre aguas subterráneas relevantes para los ODS, actualizados y útiles a nivel mundial, lo que dificulta la elaboración de recomendaciones relevantes a nivel mundial, e incluso local, para el uso, la gestión y la sostenibilidad de las aguas subterráneas en la era de los ODS.
  3. A menudo existen vínculos deficientes entre las metas y sus indicadores. Esto puede indicar que todas las aspiraciones relevantes relacionadas con las aguas subterráneas pueden no traducirse en acciones reales, y mucho menos cuantificables.

Este informe no es un análisis exhaustivo e implica un elemento de subjetividad, debido principalmente a la escasez de datos e información, por un lado, y por otro, por la imperfección del propio sistema de indicadores y metas de los ODS. Sin embargo, incluso con estas limitaciones, el informe muestra cuán importante es el agua subterránea en el desarrollo sostenible, incluso si el marco actual de los ODS está implícito al respecto. Además, sugiere una forma estructurada de mejorar la visibilidad del agua subterránea en el marco de los ODS.

Se encontró que solo una meta de los ODS (6.6) tenía una referencia explícita al agua subterránea en su redacción “De aquí a 2020, proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos”. Ninguno de los indicadores de esta meta incluye términos relacionados con las aguas subterráneas en su redacción. Los términos "agua subterránea" o "acuífero" aparecen explícitamente en las metodologías detalladas de algunos indicadores de las metas del ODS 6: p.e. el indicador 6.4.2 (estrés hídrico) y 6.5.2 (cooperación transfronteriza).

En total, como resultado del trabajo de investigación, se encontró que 53 metas principales de los ODS (42% del total) tenían un vínculo con el tema de las aguas subterráneas.

La figura 2 resume la proporción de metas relacionadas con las aguas subterráneas identificadas para cada ODS:


Figura 2. Gráfica que muestra la proporción de metas relacionadas con las aguas subterráneas identificadas para cada ODS

(Fuente: Groundwater and Sustainable Development Goals: Analysis Of Interlinkages. UNU-INWEH Report Series, Issue 04)


El gráfico muestra que todas las metas del ODS 6 (agua limpia y saneamiento), el ODS 12 (producción y consumo responsables) y el ODS 13 (acción por climática) se identificaron como interconectados con las aguas subterráneas. Se consideró que tres objetivos: el ODS 14 (vida submarina), el ODS 16 (paz, justicia e instituciones sólidas) y el ODS 17 (alianzas para logar los objetivos) no tenían vínculos con las aguas subterráneas en sus metas (o indicadores).

Sin embargo, si miramos más allá del marco actual de los ODS, se observa que existen posibles vínculos con las aguas subterráneas en estos ODS. Por ejemplo, la descarga de aguas subterráneas en áreas costeras puede tener implicaciones para la calidad y cantidad del agua marina y los acuíferos transfronterizos submarinos (ODS 14); el acceso equitativo al agua subterránea puede ser un importante factor para logar la paz y justicia en los territorios (ODS 16); y existe una clara necesidad de coordinarse y cooperar a nivel de diferentes agentes e instituciones para una mejor gestión de las aguas subterráneas (ODS 17).

Si se pretende que las aguas subterráneas sean un factor central para tener en cuenta en la evaluación del progreso en el logro de las metas de los ODS y especialmente del ODS 6 entonces, se requiere de una revisión de los indicadores para las 53 metas básicas identificadas ya que no existe o existe una conexión deficiente entre una meta y sus indicadores en el contexto de las aguas subterráneas

Además, el enfoque se centra el valorar “el recurso” pero no están adecuadamente enfocados a factores que tengan en cuenta la calidad y uso sostenible del mismo.

Los autores destacan la importancia de aumentar la visibilidad de las aguas subterráneas en los procesos de seguimiento y revisión del avance de los ODS y piden pensar "más allá del horizonte 2030" para promover la atención a las aguas subterráneas, con miras a revisar los objetivos e indicadores mundiales en un marco posterior a 2030.

Acciones para visibilizar la importancia de las aguas subterráneas

El agua subterránea proporciona casi la mitad de toda el agua potable en todo el mundo, aproximadamente el 40% del agua para la agricultura de regadío y aproximadamente un tercio del suministro de agua necesario para la industria. Mantiene los ecosistemas, mantiene el caudal base de los ríos y previene el hundimiento de la tierra y la intrusión de agua de mar. 

 A pesar de su importancia, el agua subterránea es invisible. Y fuera de la vista muchas veces también significa fuera de la mente.

En el marco de la Agenda 2030 los recursos hídricos subterráneos también tienen un papel clave que desempeñar, directamente en términos de alimentación, higiene y salud, protección y restauración de ecosistemas y biodiversidad e, indirectamente, para la reducción de la pobreza y las desigualdades, contribución a la educación y la igualdad de género, la paz, etc.

Las Naciones Unidas (ONU-Agua) consciente de la importancia de los recursos subterráneos, ha querido poner el foco en las aguas subterráneas y ponerlas en primera línea de su agenda, por ello, éstas serán protagonistas en el Día Mundial del Agua de 2022 ya que el tema elegido es: las aguas subterráneas, hacer visible lo invisible.

A través de un enfoque de múltiples partes interesadas, la campaña del Día Mundial del Agua 2022 sobre el tema de las aguas subterráneas contribuirá a una mayor conciencia pública, política y científica de las oportunidades y riesgos de abordar las aguas subterráneas en el contexto de la consecución del ODS 6 (ONU-Agua).

Por otro lado, también es importante destacar el papel de altavoz que debemos jugar las personas que trabajamos en este campo. Los profesionales de la hidrogeología y el resto de los que trabajan en su día a día con las aguas subterráneas, tenemos que compartir nuestro conocimiento con la sociedad dando a conocer tanto a otros profesionales como a nuestro entorno más cercano la importancia de tiene este recurso que no solemos ver pero que es tan vital. 

En definitiva, necesitamos dar a conocer a la sociedad qué son las aguas subterráneas y su papel fundamental en el desarrollo y bienestar humano y su enorme valor ambiental. Como se suele decir: lo que no se comunica no existe

La gestión de las aguas subterráneas es un elemento esencial en la definición de las estrategias para afrontar las amenazas de una futura escasez de agua, energía y alimento que ya son una realidad pero que se verán agudizadas en el contexto de cambio climático actual. Es crítico integrar a las aguas subterráneas para optimizar soluciones en el nexo entre agua-energía-alimentos.

Pese a que las aguas subterráneas han demostrados ser sistemas enormemente resilientes, el cambio climático acelerado, que ya nadie discute que vamos a tener que afrontar (Informe IPPC agosto 2021), va a requerir buscar soluciones que optimicen el uso del agua de manera equitativa, justa y sostenible, creando sociedades más resilientes sin comprometer su disponibilidad para las generaciones futuras. Supondrá un enorme desafío, pero disponemos del conocimiento, de profesionales altamente cualificado y de la tecnología para logarlo.

Pero para ello, no debemos olvidar que el agua es responsabilidad de todos y, por consiguiente, lograr los cambios necesarios para la gestión sostenible de las aguas subterráneas requiere que todos los actores implicados se comprometan y sean tenidos en cuenta de manera que puedan ser partícipes de la toma de decisiones y se pueda alcanzar el mayor consenso posible. 

Todos somos parte del problema y todos somos parte de la solución. Hagamos entre todos que las aguas subterráneas sean tenidas en cuenta para afrontar el enorme reto de la crisis del agua a la que nos enfrentamos. 

Groundwater matters!

Webgrafía

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[1] Un acuífero es aquella masa de rocas permeables que permite la circulación y la acumulación del agua subterránea en sus poros o grietas. Las rocas almacén pueden ser de materiales muy variados como gravas y areniscas porosas poco cementadas (antiguos sedimentos marinos, de río, playa, eólicos), limos, ciertos tipos de arcilla, calizas agrietadas, e incluso formaciones volcánicas.

[2] Guppy, L., Uyttendaele, P., Villholth, K. G., Smakhtin, V. 2018. Groundwater and Sustainable Development Goals: Analysis Of Interlinkages. UNU-INWEH Report Series, Issue 04. United Nations University Institute for Water, Environment and Health, Hamilton, Canada.