La planta desalinizadora de Carlsbad en California (actualmente en construcción) será, según la Autoridad del Agua del Condado de San Diego, la "planta desalinizadora más grande, tecnológicamene avanzada y eficiente energéticamente de los Estados Unidos.
El coste del proyecto se estima en 1 billón de dólares americanos y podría estar operativa a finales de este 2015. Su rendimiento condicionará en gran medida la visión sobre la desalinización en Estados Unidos.