Hoy en mi segundo post me gustaría hablar de un tema que me toca de cerca como canaria que soy, hablaré sobre Canarias y sus charcos. Canarias es un archipiélago volcánico localizado en el Océano Atlántico, muy conocido por su clima subtropical que es normalmente definido como el mejor clima del mundo y por su riqueza biológica que, junto a la riqueza paisajística y geológica, justifica la existencia en Canarias de cuatro parques nacionales y que todas las islas tengas reservas de la biosfera de la UNESCO.
Como consecuencia de su naturaleza volcánica y de la erosión marina las islas cuentan con una innumerable cantidad de charcos (piscinas marinas naturales) muy preciados por los isleños, en su mayoría estos charcos se encuentran localizados en zonas de difícil acceso lo cual, ha ayudado a su conservación y preservación.
En el mes de julio salieron a la luz varias noticias relacionadas con los charcos que hicieron saltar las alarmas de la población isleña, la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias presentó su Plan Director de Charcos mediante el cual, se identificaron 117 charcos en las islas con el objetivo de potenciar su interés turístico. Su intención es comenzar sobre cada uno un proyecto de actuación individual para potenciar su valor como atractivo natural. El plan tiene como objetivo «la mejora o dotación de equipamiento, como solárium y zonas de sombra, y la accesibilidad y seguridad, entre otras actuaciones susceptibles de realizar en estos espacios», según el Gobierno de Canarias.
Esta noticia provocó la preocupación de los habitantes canarios que veneran sus mares y sus aguas ya que la turificación de los charcos supone la pérdida de zonas de gran riqueza ecosistémica tanto marina como terrestre. Son zonas de escape a la presencia humana para muchas especies”, explica Adrián Flores, ambientólogo especializado en biodiversidad terrestre y conservación en Canarias. “Dentro de los charcos hay crías de todas las especies, y también algas, porque los erizos no pueden acceder”, explica, por su parte, Pablo Martín, biólogo marino de la Universidad de La Laguna (ULL).
Charco de Canarias.
La riqueza de los charcos está en su capacidad de ser refugio para la biodiversidad marina y terrestre de las islas lejos de la masificación turística, el cemento, la contaminación provocada por las personas de las cual hemos sido testigos año tras año en las zonas costeras de mayor turismo de las islas. Estos charcos suelen estar localizados en acantilados y en zonas de difícil acceso para el ser humano donde los animales terrestres -como aves- pueden escapar del ruido y donde la pequeña fauna marina puede encontrar un lugar en el que vivir sin miedo a la caza por parte del hombre, los grandes depredadores o la devastación propia generada por el cambio climático. Los charcos son zonas de las islas prácticamente vírgenes de las cuales, la naturaleza se ha adueñado y ha creado zonas de incalculable valor tanto para los isleños como para la conservación de los ecosistemas.
Charco San Juan de la Rambla.
Con la viralización de esta noticia y la gran preocupación generada en las islas el pueblo canario decidió actuar y luchar por sus aguas, sus mares y su naturaleza. La población isleña se caracteriza por tener un gran apego y amor por sus islas, por su naturaleza, por sus ecosistemas y por sus mares y aguas y como siempre, las islas volvieron a demostrar una vez más su unidad. Ante esta noticia ambos científicos (Pablo Martín y Adrián Flores) lanzaron una recogida de firmas titulada "los charcos de Canarias no se tocan" y que actualmente, ha conseguido su objetivo llegando a 16.368 firmas y consiguiendo con ello parar el Plan Director de Charco.
Como Canaria que vive fuera de sus islas escribo esta noticia en nombre del pueblo canario para honrar su unidad y su lucha por conservar y preservar nuestra biodiversidad y nuestros ecosistemas, por proteger nuestras aguas y mares porque sólo nosotros sabemos el valor que tienen, porque como bien dice el dicho "un canario se ahoga lejos de su mar" y eso sólo nosotros lo entendemos.