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Cambio climático. La crisis sanitaria que no tiene vacuna

Sobre el blog

Mixzaida Peña Zerpa
Doctora en Gerencia (UNY). Magíster Scientiarum en en Ingeniería Sanitaria (UCV). Ingeniera Industrial (UCAB). Especialista en Dirección y Producción de Cine, Vídeo y Televisión. (UEMC). Certificación OSHA. Curso más reciente NASA.
  • Cambio climático. crisis sanitaria que no tiene vacuna

El cambio climático es un problema mundial que nos afecta a todos. Quizás, unos más que a otros por las condiciones de pobreza, desigualdad e injusticia que atraviesan dentro y fuera del hogar, trabajo, comunidad, estado, país o región.

El impacto ha sido diverso. Están involucradas las tres dimensiones que impulsan el desarrollo sostenible (sustentable), entre ellas: economía, ambiente y sociedad. Por consiguiente, la buena salud debe apuntar a la sustentabilidad. Existirá una dependencia directa de las condiciones socioeconómicas, sanitarias, biofísicas y ecológicas. Los dos últimos sistemas de gran impacto en la salud humana. Una situación que dependerá de la vulnerabilidad de los humanos, tiempo de exposición, y condiciones sanitarias dentro de los espacios.

El boom de los estudios sobre los efectos del cambio climático en la salud tiene reciente data. Los investigadores alertar sobre la problemática en medios de comunicación, especialmente en la televisión. Algunos reportajes televisivos transmitidos por canales europeos de corte educativo e informativo han insistido en la prevención durante los últimos cinco años.

Las publicaciones escritas (artículos arbitrados) hacen un llamado desde el punto de vista científico desde diferentes partes del mundo. Los Estados Unidos parecen tener la batuta en la dirección de nuevas investigaciones, no siendo menos importante las identificadas en Europa, específicamente en Alemania.

En Latinoamérica destacan algunos trabajos. Entre ellos: (a) Rodríguez-Pacheco, Jiménez-Villamizar y Pedraza-Álvarez desarrollan su trabajo en Colombia (2019); (b) González Sánchez, Fernández Díaz, Gutiérrez Soto desde la Habana, Cuba (2013), y (c) Veliz Rojas y Bianchetti Saavedra en Chile (2013).

Los primeros autores indican que: "…que las altas precipitaciones, sequías y las fluctuaciones de temperaturas tienen efectos en la trasmisión de enfermedades por vectores. La contaminación atmosférica está relacionada con el aumento de consultas por infecciones respiratorias y las altas temperaturas son consideradas un factor de riesgo en personas con diagnóstico por enfermedades cerebrovasculares y cardiacas (p.319)"

Mientras que los segundos recomiendan precisar “de nuevas estrategias para mitigarlos, con enfoque multidisciplinario e intersectorial, donde las acciones de prevención y promoción de salud son imprescindibles en el abordaje de esta temática” (p.331)

Entre las estrategias recomiendan los autores chilenos: “el empoderamiento de las personas por parte de los profesionales de la salud resulta significativo al momento de movilizar capital social para el desarrollo de programas y políticas públicas en salud y medio ambiente” (p.163).

Las publicaciones latinoamericanas más recientes dan un paso más allá de la revisión exhaustiva dentro de revistas. Se enfocan en caracterizar desde el punto de vista epidemiológico una población dentro de un estado o país

Pero, ¿quiénes son las personas más afectadas ante el cambio climático?

Las altas y bajas temperaturas del cambio climático afectan a todos, principalmente a las personas más vulnerables, entre ellas: niñas, niños, bebés, embarazadas, fetos, ancianos, personas con enfermedades preexistentes (cáncer, alta tensión, neumonías), enfermos crónicos y los que viven en las calles (indigentes). Además, de los pobres y personas que viven en zonas de alto riesgo como las identificadas en zonas costeras.

El cambio brusco de temperaturas puede provocar ciertos tipos de gripes. Entonces, no resulta extraño encontrar más de una persona dentro del transporte colectivo o centro de trabajo con ciertos síntomas de resfriados (alergias) ante la presencia de fuertes lluvias, olas de calor o contaminación atmosférica.

Las altas temperaturas pueden afectar directamente a las personas con problemas de presión arterial alta. La pérdida de electrolitos mediante la excesiva sudoración y excreta puede cambiar la presión sanguínea. Se aceleran las palpitaciones con posible arritmia cardiaca. Muchas veces sino es contralada a tiempo la persona puede morir. Por esta razón, la atención médica inmediata o el cambio de medicación son importantes en la prevención de posibles muertes.

Las inundaciones pueden lesionar y provocar la muerte no solo de las personas que no saben nadar, entre ellas niños y niños, sino de aquellos golpeados por objetos desplazados.

Según la Organización Mundial de la Salud, el 2,4% de todos los casos de diarrea que se produjeron en el mundo en el año 2003, se debían al cambio climático. Las mismas son causadas por la contaminación de las aguas y alimentos. Entre los más afectados niños, niñas y bebés. Los últimos en menor proporción debido a la protección que le da la leche materna.

Parece que el calor tiene mayor impacto en la tierra cuando nos referimos a los efectos en la salud. Pero, no siempre es así. Se incluyen los fenómenos meteorológicos extremos tanto las olas de calor como de frío, estas últimas causantes de condiciones gélidas. Además, las infecciones pueden propagarse ante la escasez del agua, contaminación de alimentos y la reproducción de agentes (vectores) patógenos transmisores de enfermedades que viajan por diferentes medios (agua, aire, suelo y alimentos).

En vista de esta situación, se hace la siguiente pregunta: ¿Cómo afecta el cambio climático a la salud de los venezolanos?

Se propone explorar las últimas publicaciones encontradas en este país. Identificar los efectos y posibles causas.

Hallazgos

Según Heredia, Naranjo y Suárez (2011): “Venezuela según cifras del Ministerio del Poder Popular para la Salud, en los últimos quince años se ha registrado un aumento del número de casos por dengue y malaria, ese incremento podría estar relacionado con los cambios de temperatura”. Específicamente, los efectos son causados por fenómenos meteorológicos que surgen en la mayoría de las veces en otras latitudes con impacto en el país caribeño por su posición geográfica y diversidad biológica.

La misma autora indica por medio de otras investigaciones indica que: "…el aumento de temperatura ha permitido que los vectores se adapten a zonas con mayor altitud, encontrándose casos de malaria en alturas mayores a 2000 msnm y otras investigaciones sugieren que los casos de malaria aumentan cuando ocurren alteraciones extratropicales debidas al fenómeno del Niño/Oscilación del Sur (ENOS), el período de lluvia en Venezuela se modificó como consecuencia de los cambios climáticos que se han presentado en el país. En este sentido, diversos autores refieren que en el estado Bolívar el evento que caracterizó éstas anomalías se debieron al Niño y al Índice de Oscilación Sur (IOS). De tal forma que tanto IOS y ENOS constituyen mecanismos importantes de modulación del clima global a escala de tiempo interanual, ocasionando cambios en el comportamiento de los vectores que transmiten la malaria. Además de los impactos directos en la salud, el cambio climático en Venezuela también ha afectado los volúmenes de agua y energía disponibles, así como ha incrementado el número de incendios forestales."

Actualmente, la situación se agudiza ante las condiciones sanitarias que deja la crisis económica, social, ambiental y cultural del país. Ahora, hay menos recursos para los centros de salud, entre ellos los médicos especialistas, infraestructuras, medicamentos y tratamientos están siendo afectados.

Enfermedades controladas regresan como un boom dentro de algunas poblaciones. Las diarreas que eran parte de la historia de enfermedades ahora se registran como síntomas masivos dentro de centros hospitalarios: las diarreas, las diarreas agudas fébril, diarreas y vómitos, diarreas y fiebre aparecen como síntomas propios de los años 50 (boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana del año 1953).

Se recomiendan aplicar las siguientes estrategias:

  1. El constante monitoreo y vigilancia relacionada con las estaciones climáticas en diferentes regiones del país.
  2. El constante monitoreo y vigilancia epidemiológica sobre las enfermedades causadas por el cambio climático.
  3. Fortalecimiento de los sistemas de información que permitan el diseño de indicadores y estadísticas válidas y confiables.
  4. El diseño de políticas públicas que mitiguen los efectos del cambio climático según las necesidades de los más vulnerables.
  5. La búsqueda de mecanismos internos y externos que mejoren los procesos de adaptación.
  6. La formación del personal docente de los diferentes niveles: primaría, secundaria y universitario sobre el tema del cambio climático.
  7. El fortalecimiento de la gestión compartida entre actores.
  8. La diseño de un plan de sensibilización dentro de las escuelas, centros de trabajo y comunidades.
  9. La participación activa de los académicos nacionales e internacionales. Es hora que salgan de los laboratorios y oficina para ser escuchados.

A modo de cierre, se buscan respuestas rápidas y confiables ante los constantes cambios del entorno. No hay tiempo que perder.

El trabajo compartido entre sectores, naciones y regiones es clave en los avances. Un país no puede aislarse o apoyarse con tecnologías obsoletas.

Referencias:

Rodríguez-Pacheco F, Jiménez-Villamizar M, Pedraza-Álvarez L. Efectos del cambio climático en la salud de la población colombiana. Duazary. 2019 mayo; 16(2): 319-331. Disponible aquí.

ONU(2015). La OMS alerta de las decenas de miles de muertes causadas por el cambio climático. Disponible aquí.

González Sánchez, Y; Fernández Díaz, Y; Gutiérrez Soto, T. (2013). El cambio climático y sus efectos en la salud. Revista Cubana de Higiene y Epidemiología 51 (3). Cuba: Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología

Veliz Rojas, L. y Bianchetti Saavedra, A. (2013). Cambio climático y salud pública: acciones desde la institucionalidad en el escenario sociocultural actual. Revista Costarr Salud Pública 22 (2). Chile.

OMS (2003). Climate Change and Human Health - Risks andResponses. Disponible en aquí.

Heredia, H., Naranjo, M. Suárez, B (2011). El cambio climático y los determinantes sociales de la salud desde la perspectiva de la equidad. Comunidad y Salud. 9 (2) .