Cada 17 de junio se celebra el Día Mundial de la lucha contra la Desertificación y la sequía. La desertificación es un elemento fundamental en la historia de la humanidad, contribuyendo a la caída de grandes imperios y desplazando a las poblaciones locales.
La desaparición de la cubierta vegetal que mantiene la capa fértil del suelo, debido a la tala de árboles y arbustos por su valor maderero, uso como combustible o para obtener tierras para cultivos; el sobrepastoreo, o excesiva carga ganadera, impide la regeneración de las plantas al ritmo que son consumidas por los animales, que con sus pisadas destruyen la capa superior del suelo; y la agricultura intensiva, que agota los nutrientes del suelo, son las principales causas de este fenómeno.
La desertificación es un problema mundial que conlleva repercusiones graves para la biodiversidad, la ecoseguridad, la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible, que lleva asociado un problema de escasez de agua, cuyas previsiones no son buenas.
En esta infografía, se muestra la escasez de agua prevista para 2040 a nivel de mundial.