No es ningún secreto que alrededor del mundo hay unos cuantos ríos bastante contaminados, ni tampoco que la contaminación va directa al océano. Ya no solo provocando desastres medioambientales en diferentes ecosistemas, que son importantes, sino que parte de esa "basura" que realmente provoca el ser humano, vuelve a nosotros, cuando nos comemos ese pescado fresco de la semana.
Aquí, algún chistoso diría que estamos en una "economía circular" y otros, que es una venganza perfectamente elaborada por la naturaleza ¡Sea como sea! Estamos ante un problema de dimensiones mundiales, y, por supuesto, la contaminación no reconoce ni fronteras ni países.
Recientemente, la Unión Europea lanzó un comunicado alertando que la cantidad de plásticos y otros residuos están aumentando en nuestros mares y océanos. Ante este desastre, el objetivo de Europa es garantizar que para finales de 2019 no se consuman más de 90 bolsas livianas por persona y por año. Y en 2025 quieren reducir esta cifra a 40 bolsas. La problemática del plástico en los océanos está siendo imparable:

Las opciones de combatir la problemática de la contaminación en los océanos son muchas, pero, mientras los países y las empresas intentan hacer cambios en las prohibiciones de envases de un solo uso, en un aumento de los sistemas de reciclaje que realmente funcionan o en otras iniciativas ecológicas, está claro, que necesitamos soluciones a corto plazo.
Aquí es donde entra el proyecto Interceptor. Apadrinado por la organización sin ánimo de lucro The Ocean Cleanup. Se trata de un barco semi automatizado que recorre los ríos y puede recolectar hasta 50.000 kg de basura plástica al día.
Y no estamos hablando de un proyecto que aún necesita pruebas, ajustes, etc. Ya es una realidad que recorre los ríos de Indonesia desde hace 4 años y que, la semana pasada, fue presentado por la organización en Rotterdam con resultados más que positivos.

Su funcionamiento no esconde ningún secreto ni tampoco estamos hablando del sistema más complejo del mundo; el barco utiliza una barrera que se ancla en el lecho del río para recoger el plástico que está flotando y redirigir la basura al sistema de recogida.
Cuando la basura llega el barco, una cinta transportadora saca la basura del agua y la deposita en diferentes contenedores.

Aunque ya existen algunos prototipos de sistemas similares, esta vez, se ha probado y diseñado con cabeza, es decir, la barcaza ha sido prediseñada para que pueda ser replicada de una forma sencilla y en masa desde fábrica.
Ya no solo puede recoger cantidades ingentes de basura plástica (según la organización, en condiciones normales, 50.000 kg al día) sino que además funciona totalmente con energía renovable (placas solares) y está diseñada para una mínima intervención del ser humano con un sistema automatizado.
En condiciones normales, el barco recolecta 50.000 Kg de basura plástica
Pero... ¿Por qué limpiar los ríos? Según la organización, cada año, hasta 2,4 millones de toneladas métricas de plástico fluyen desde los ríos hacia el mar. La mayor parte de esa basura proviene de los ríos en Asia, en ciudades donde la infraestructura de reciclaje es a menudo inadecuada.
La organización tiene un excelente mapa interactivo donde se pueden geolocalizar los ríos más contaminantes a nivel mundial (Podemos consultar desde aquí):

Está claro que entre todos los objetivos ecológicos y de desarrollo sostenible propuestos por la ONU (Podemos aprender más desde este artículo) puede que la contaminación de los ríos no sea una de las principales prioridades, pero desde luego, viendo los avances tecnológicos que ya tenemos a mano y que ya podemos utilizar, no estaría mal que las administraciones empezarán a tomar nota de proyectos como el Interceptor.
Se puede consultar el proyecto y más datos del Interceptor en la página oficial de The Ocean Cleanup.