El potencial de nieve de El Niño: previsiones inciertas
El diario Sacramento Bee ha publicado unas interesantes fotografías de la National Oceanic Atmospheric Administration (NOAA) en las que se presentan las previsiones de temperatura y precipitación en los Estado Unidos para el próximo trimestre.
Mientras que millones de ciudadanos aguardan la llegada de El Niño, con la esperanza de que aporte grandes cantidades de lluvia y nieve sobre California, numerosos meteorólogos han pasado meses ofreciendo previsiones sobre la posibilidad de que el estado registre fuertes lluvias y nevadas durante este invierno, especialmente en su parte norte, donde se encuentran muchos de los mayores embalses del estado.
La previsión más reciente de la NOAA indica una probabilidad del 80 % de que el valle del Sacramento registre unas precipitaciones normales durante este invierno, y de un 30 % a 40 % de que sean superiores a lo normal. No obstante, uno de los climatólogos expertos de la NASA informó a este diario de que el actual El Niño “es demasiado grande para fallar” y reprochó a sus colegas que no fueran más categóricos. “Este El Niño es un monstruo” acabo diciendo. Las diferencias de opinión pueden explicarse analizando los datos de anteriores episodios.
La lluvia por sí sola no resolverá los impactos de la sequía
No se observa una correlación clara entre episodios débiles a moderados y grandes cantidades de lluvia. La correlación entre lluvia y episodios fuertes a muy fuertes es más prometedora, pero no se dispone de suficientes casos. Desde 1950 solo se han registrado 2 episodios de El Niño de gran intensidad, comparables al de este año, y ambos empaparon al estado. También se registraron varios de fuerte intensidad que resultaron en precipitaciones inferiores a la normal. Unos pocos episodios fuertes resultaron decepcionantes, con lluvias inferiores a lo normal.
Todos los analistas hacen la misma observación: la lluvia por sí sola no resolverá los impactos de la sequía. El norte del estado necesita nieve en las montañas para recargar los embalses durante la primavera y el verano; las previsiones indican que las temperaturas invernales serán inusualmente cálidas, aportando más lluvia que nieve.
Identificando el potencial de recarga de zonas agrícolas
Un mapa interactivo desarrollado por el Laboratorio de Recursos Edafológicos de California, de la Universidad de California en Davis permite identificar las parcelas de terreno agrícola más prometedoras para la recarga de los recursos subterráneos del estado. La aplicación informática sobre el “índice de recarga de agua subterránea de un suelo agrícola” ofrece información específica sobre millones de hectáreas, basada en investigaciones previas realizadas por especialistas del Departamento de Recursos del Suelo, Aire y Agua de la Universidad de California en Davis.
Para desarrollar este mapa interactivo, el equipo investigador de UC Davis identificó unos 1,6 millones de hectáreas de tierras de cultivo agrícola con un potencial adecuado para servir de “banco de agua subterránea”, teniendo en cuenta la capacidad del suelo para tolerar una percolación profunda, sin incurrir en riesgos significativos de daños para los cultivos o la contaminación de las aguas subterráneas. El mapa identifica las tierras de cultivo con mayor potencial para captar agua y recargar el acuífero.
La inundación deliberada en invierno puede recargar los acuíferos sin por ello perjudicar los cultivos o las aguas de consumo humano
Los niveles piezométricos en algunas zonas del estado han bajado más de 30 m, debido a que se han perforado pozos y bombeado agua desde profundidades cada vez mayores, como forma de remplazar las decrecientes fuentes superficiales. Si el tan añorado El Niño llega finalmente este invierno, grandes superficies de suelo agrícola podrán ser determinantes en la tarea de recargar los acuíferos, mediante la infiltración de aguas de lluvia y caudales de avenidas. Según los investigadores, el exceso de caudal durante tormentas y de descargas de aliviaderos podrían enviarse mediante los canales de riego hasta los terrenos de cultivo, donde el exceso de agua se infiltraría para recargar el acuífero, mitigando a la vez el riesgo de inundación en zonas aguas abajo.
Durante el próximo mes de diciembre, el grupo de investigadores inundará diversos campos de almendros en el Valle Central, de acuerdo con investigaciones previas que sugieren que la inundación deliberada en invierno puede recargar los acuíferos sin por ello perjudicar los cultivos o las aguas de consumo humano. Para hacerlo factible por parte de otros agricultores interesados, los investigadores ofrecen varios consejos operativos a los interesados.