Los filtros de osmosis son una forma de asegurar a nuestro cultivo un agua pura que les permita alimentarse de la mejor manera posibles en cada ciclo de cultivo sin importar la calidad de la fuente de agua. Un agua de calidad facilitará la absorción y asimilación de nutrientes por parte de las cepas, lo cual se traducirá en una cosecha mucha más abundante y de calidad.
La manera más eficiente y rentable de asegurar agua pura a nuestro cultivo es un sistema de ósmosis inversa (OI) comercial. De hecho, los profesionales del cultivo a escala comercial saben que la OI es la tecnología más asequible y con menor consumo energético para producir agua de calidad.
No en todos los casos es necesario un filtro de osmosis, sin embargo, si el agua necesita ser tratada, la osmosis inversa se convierte en una opción ideal para todo cultivador que pretenda obtener resultados profesionales y de calidad.
Según el tipo de cultivo
Para las prácticas modernas de cultivo, resulta realmente importante destacar las diferencias entre la agricultura industrial y el cultivo de un producto refinado y de alta calidad a escala privada. Básicamente, la diferencia principal reside en que la Gran Agricultura se ocupa principalmente del volumen, no de la calidad. Mientras que el pequeño cultivador no está tan interesado en el volumen, pero si en la máxima calidad.

¿Cómo se utiliza correctamente el agua de osmosis inversa?
Los cultivadores utilizan el agua de osmosis inversa como base pura para mezclarla con sus nutrientes. Primero se añade la cantidad deseada de calcio/magnesio y luego el régimen de nutrientes elegido para lograr resultados óptimos. La mezcla correcta de nutrientes y minerales es un componente esencial para asegurar un desarrollo rápido y saludable de las plantas.
¿Por qué es necesario?
La mayoría de los sólidos disueltos en el agua no tratada están compuestos de calcio y magnesio (también reconocido como dureza), dos minerales beneficiosos que son vitales para el crecimiento de las plantas. Pero, aunque el calcio y el magnesio son necesarios para el óptimo desarrollo de las plantas, las moléculas de carbonato de calcio y de carbonato de magnesio que se encuentran en el agua pueden ser demasiado grandes para que las raíces de las plantas las absorban eficientemente.
Por tanto, para una alimentación perfecta y eficiente, lo mejor es la adición de calcio y magnesio quelatado, así como de productos beneficiosos, al agua de osmosis inversa.