Allá por el mes de octubre de 2016 escribimos nuestra primera entrada al blog. Fuisteis muchos, miles, los que conocisteis la crítica situación de nuestra entidad y la de sus trabajadores. Algunos os sorprendisteis. Los más cercanos ya sabíais de qué iba esa historia pues compartís nuestro sufrimiento día a día. Todos nos distéis aliento para seguir adelante, fuerzas para remar a contracorriente y para vislumbrar un futuro mejor y, por ello, os damos las GRACIAS por todo el apoyo recibido.
Sin embargo, la RESPUESTA que tanto ansiábamos no llegó. ¿Sabéis qué destacaron nuestros dirigentes de aquella primera entrada en el blog? Su buena narrativa, su buen léxico y la coherencia a la hora de presentar la situación de la Fundación CENTA. Pero no nos engañemos, señores, nuestra pretensión no era ganar premios al mejor blog (al menos en aquel momento). No somos escritores, ni pretendemos serlo. Somos técnicos e investigadores de la Fundación CENTA que trabajamos para preservar el agua y el medio ambiente, pero ante todo somos personas y trabajamos para vivir dignamente.
Desde el mes de octubre al presente, la situación no ha mejorado: seguimos arrastrando un retraso de cinco nóminas por cobrar. ¡¡¡CINCO!!!(tres de ellas correspondientes al año 2016), no siendo esta la primera vez. ¿Podríais imaginaros por un instante cómo sería vuestro día a día en estas circunstancias? La situación se ha vuelto asfixiante para muchos, insoportable para todos los trabajadores de la Fundación CENTA. Nuestras familias han visto como poco a poco sus padres e hijos se han vuelto agrios, taciturnos, tristes, están siempre preocupados y apenas tienen motivación para ir a trabajar. Ya no se hacen planes en casa, sólo se vive el día a día.
El patronato de la Fundación CENTA (Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, ALJARAFESA, FCC AQUALIA, JOCA y GIAHSA) y la propia Gerencia de la entidad no es ajena a esta situación. Nos hacen llegar que los números de la entidad mejoran, que las perspectivas para el presente año y el 2018 son mejores. Pero estas palabras no tienen su reflejo en la realidad: los trabajadores no cobran (se sufre una media de 3 a 5 nóminas impagadas desde el pasado mes de julio) y los proyectos se sostienen gracias al sobreesfuerzo del personal quien, en definitiva, está "financiando" a la entidad con sus nóminas no percibidas.
Trabajamos en un sector que nos apasiona, pero al mismo tiempo trabajamos para vivir dignamente
Desde el patronato se nos informa que están buscando la fórmula de garantizar la continuidad de la entidad. Búsqueda que dura ya más de cinco años. Cinco años en los que hemos visto desfilar a cuatro Consejeros de Medio Ambiente (presidentes de CENTA) y ninguno de ellos ha conseguido solventar esta situación. Eso sí, ellos han seguido adelante con su carrera política y profesional, pero nosotros seguimos aquí atados de pies y manos. Somos técnicos y como tales desarrollamos nuestro trabajo. Es a la dirección a quien corresponde dar solución a esta situación: es SU responsabilidad velar por la estabilidad de la entidad.
El día 6 de marzo de 2017 es y será una fecha marcada a fuego en nuestras memorias: finalmente, y muy a nuestro pesar, parte de la plantilla de la Fundación CENTA nos hemos visto obligados a iniciar una huelga. Se nos pide aguantar sine die a que la situación mejore. ¿Pero cómo vivir cuando se nos adeudan cinco nóminas y cuando no hay ninguna perspectiva de cobro realista? En fechas recientes se nos presentó un calendario de pago de nóminas cuyo recorrido fue, exactamente, de 48 horas. Para nosotros es muy doloroso dejar de trabajar, pero no somos culpables en absoluto de que la entidad no vaya a poder cumplir sus compromisos. Somos, por tanto, los principales damnificados. Porque, ¿quién y cómo puede aguantar esta situación de forma indefinida? Nos da miedo el futuro inmediato y las consecuencias que pueda tener este paro de nuestra actividad laboral, pero no más miedo que el llegar a casa tras 8 horas de intenso trabajo con los bolsillos vacíos. También sentimos rabia por haber cumplido con nuestro cometido (conseguir ser más competitivos y captar nuevos proyectos y contratos) y vernos en esta situación por la ineficaz gestión, pasada y presente, de la entidad. Nos sentimos engañados.
"Con el agua al cuello", esa es nuestra situación personal y la de nuestras familias. Una situación que no queremos ocultar ni disfrazar en rankings de popularidad o nominaciones a premios varios. Tampoco pretendemos tener un millón de iLikes u otros tantos seguidores. Recurrimos a este foro porque nos encontramos en la era de las redes sociales y entendemos que ésta es la vía que nos permite difundir nuestro problema y llegar al mayor número de personas posible. Esperamos recibir vuestro apoyo para, una vez más, demostrar a aquellos que deben tomar cartas en el asunto que no sólo nos están fallando a nosotros sino que vosotros, colegas, compañeros y amigos, también sois damnificados de esta situación. Esperemos que estas letras no queden en halagos a su prosa y surtan los efectos oportunos. Solo pedimos DIGNIDAD....
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