Muchas veces se recurre a la afirmación de que hay que predicar con el ejemplo en caso de que pretendas impulsar un cambio de hábitos. El acto siempre tiene más poder que un millón de palabras. En los últimos meses se ha puesto encima de la mesa la importancia de dejar de consumir agua embotellada por un tema de calidad, para reducir los costes en la economía doméstica y mitigar el impacto sobre el medio ambiente. Más allá de las palabras y de las buenas intenciones, la apuesta por un cambio de hábito se demuestra con acciones claras.
En varios posts que he publicado en Iagua he destacado que la gestión del agua está condicionada por la política y la alternancia en el poder, que puede darse lugar en un plazo de, como mínimo, cuatro años. Estos cambios de ciclo pueden provocar que las soluciones hídricas para garantizar las demandas puedan variar en cada legislatura con un cambio de gobierno y que algunas actuaciones puedan quedar interrumpidas o infrautilizadas.
La política hidráulica puede variar en función del color político. Sin embargo, la apuesta por el consumo de agua del grifo va más allá de ideologías y de propuestas partidistas
Este post no quiere entrar en el debate sobre cuáles son las mejores soluciones para disponer de agua ni tampoco para vanagloriar o demonizar a una determinada opción política. Únicamente quiero constatar si nuestros políticos son conscientes de la necesidad de adoptar medidas en beneficio de nuestros recursos hídricos y nuestro entorno. La elección de las imágenes que publicaré en este post han sido escogidas de manera arbitraria y aplicando el criterio de proximidad temporal.
Únicamente analizaré algo tan sencillo como comprobar si nuestros políticos y políticas apuestan por el consumo del agua del grifo. Para gran parte de la ciudadanía, los representantes públicos son un ejemplo a seguir, un referente. Se predica en muchos casos, por lo tanto, con el ejemplo. Veremos en este caso, si su actitud en relación con el consumo del agua del grifo es ejemplar.
El uso de botellas en grandes actos públicos
Empezamos por el acontecimiento político más relevante de los últimos días, que ha sido el proceso de primarias del Partido Popular, llevado a cabo con el propósito de escoger el sucesor de Mariano Rajoy. Más allá de la pugna política, he podido observar, a través de un video, que se optó por el agua embotellada en vez de agua del grifo. Si bien es cierto que las mesas permitían ocultar la marca (al menos no se hace publicidad), sí se detectaba que el agua era embotellada. Para futuros congresos similares, se aconseja la opción de cambiar y apostar por el agua del grifo. Una jarra y un vaso de cristal siempre son más sanos, más económicos y más sostenibles que una botella de plástico. Además, tienen la opción de insertar el símbolo de su partido en jarras y vasos, promocionado así su marca y al mismo tiempo demostrando su implicación con el agua del país.
Sí, reconozco que la imagen no es muy nítida (es una captura de un video), pero también adjunto una imagen más reciente del encuentro entre Pablo Casado y Mariano Rajoy, obtenida de la web del Partido Popular. Como podéis comprobar, se sigue recurriendo al agua embotellada.
Cambiando de formación, otro acto político que ha tenido lugar en las últimas semanas, concretamente durante los días 22 y 23 de julio, fue la Asamblea nacional del Partido Demócrata Europeo Catalán. En este acto, y en concreto en la mesa presidencial, según la imagen extraída de la noticia de Vilaweb, también se observa que el plástico tiene una mayor presencia que el agua del grifo, algo que también es mejorable y de lo que se debe tomar nota.
Con las manos en la masa
Podemos propuso hace unos años la posibilidad de obtener cantimploras en les Corts valencianes, mediante un kit para poder llevar el ordenador, el móvil y un recipiente para beber, según informó Las Provincias. La idea la considero totalmente acertada. Sin embargo, buscando en la hemeroteca se puede aplicar el dicho que una imagen vale más que mil palabras. Pablo Iglesias, líder del partido morado y en una rueda de prensa llevada a cabo hace tres años, se le ve abriendo una botella de agua de plástico, según publicó El Mundo.
Muchos dirán que la imagen tiene varios años y que actualmente el partido liderado por Pablo Iglesias puede haber cambiado de hábitos. Lamentablemente no es así, tal y como podemos ver en este acto celebrado el pasado viernes en Barcelona, a cargo de la alcaldesa Ada Colau. En la mesa, tal y como se observa en la imagen, está el agua embotellada.
Y, por último, otro caso que me ha llamado la atención. En un tuit de Ciudadanos sobre la ejecutiva del partido que tuvo lugar en julio del año pasado, se observa que la sed se calma con agua embotellada. En actos de este tipo, la jarra con agua del grifo puede ser la mejor solución.
Estoy seguro que en la mayoría de los casos, por no decir todos, se opta por esta solución como una medida rápida y ágil. No se repara, seguramente, en pensar que estás dando un mensaje subliminal en el que desaconsejas beber el agua del grifo y que prefieres optar por el recurso embotellado. Seguro que si se pregunta sobre el tema a varios políticos y políticas te dirán que en su casa consumen agua del grifo y que optar por el recurso embotellado en los actos públicos es una decisión que no depende de ellos.
Una cosa está clara: de bien seguro que si nuestros políticos y políticas empiezan a beber agua del grifo y en los congresos y reuniones no aparecen botellas de plástico, mucha gente adoptará la misma medida. Y si no al tiempo.
