Si tuviéramos que elegir a una de las personas más relevantes de 2019, Greta Thunberg sería una de las firmes candidatas. Con sólo 16 años, esta adolescente sueca se ha erigido como la portavoz de los más jóvenes ante la necesidad de actuar ya para evitar el deterioro de nuestro planeta y luchar contra el cambio climático.
La travesía del Atlántico tendrá una duración de dos semanas en una época del año con una mayor proliferación de huracanes
Nuestra sociedad y los medios de comunicación, inicialmente, han acogido las acciones de Thunberg con curiosidad, esperanza e incredulidad. Sin embargo, a medida que se ha demostrado que Greta tiene firmes convicciones y que no ha sido una flor de verano, con un discurso claro y sin fisuras, han empezado a salir los detractores, buscando aquellos elementos que pueden ser una antítesis de sus postulados y que pueden deteriorar su imagen pública.
Cruzar el Atlántico en barco
En los últimos días, la atención sobre las actuaciones de Greta Thunberg están girando alrededor de su intervención en las Naciones Unidas en Nueva York, prevista para este septiembre. Ante la voluntad de la chica de no viajar en avión, al considerarlo un medio de transporte que contamina en exceso, el medio de transporte escogido es un barco, el Malizia II, que al contrario que el avión está diseñado para navegar con fuentes de energía sostenible. Los detractores se han centrado en criticar la medida al escoger un barco que, según algunos medios, sería de Pierre Casiraghi, miembro de la familia real de Mónaco, o que el barco, diseñado para participar en regatas, está patrocinado por una marca de coches y una entidad financiera.
Un viaje de dos semanas
El Malizia II es un barco que fue construido en 2015, con más de 18 metros de largo y cerca de 30 metros de altura del mástil, diseñado para participar en la Vendée Globe, una carrera alrededor del mundo sin hacer ninguna parada.
A pesar que el Malizia II se abastecería de energías limpias para cruzar el océano, aún dispondría de un motor de combustión de 377 kilos
Una de las grandes innovaciones de esta embarcación, según han recogido muchos medios de comunicación, es su autosuficiencia energética a través de paneles solares y turbinas subacuáticas, sin necesidad de utilizar combustibles fósiles. El barco, diseñado para la competición, no dispone de grandes comodidades y emprenderá el viaje desde Reino Unido durante una época en que el Atlántico registra un gran número de huracanes. Por lo tanto, no parece que sea un viaje fácil, si además tenemos en cuenta que no se dispone de ducha y que se consumirán alimentos liofilizados y envasados al vacío.
Este no será el único viaje de Thunberg en el Malizia II y se prevé que la embarcación la traslade a Santiago de Chile en diciembre, coincidiendo con la cumbre sobre el cambio climático COP25 prevista para diciembre, según la BBC.
Thunberg también viajará hasta Santiago de Chile en diciembre en el Malizia II
A pesar de toda esta información, según el web de Boris Herrmann Racing (patrón del Malizia II), la embarcación dispone actualmente de un motor de combustión de 377 kilos, aunque hay planes para convertirlo en un motor eléctrico y no contaminante, con baterías que se cargarían con energía solar. Por lo tanto, sería necesario saber si realmente el barco es 100% sostenible o bien si aún dispone de un motor de combustión, y si éste es de emergencia o se utiliza de un modo puntual.
Recopilación de datos en el océano
Más allá de la importancia y el simbolismo de la travesía, el Malizia II, la embarcación ya ha sido relevante para el análisis de los niveles de CO2, la temperatura y la salinidad del agua del mar, además de apoyar la educación climática de los océanos, en lo que se conoce como el Malizia Open Challenge.
El Malizia II se ha erigido como una embarcación destinada a analizar la calidad del océano y apoyar la educación climática de estos entornos
Lo que es real es que Thunberg, más allá de matices, hace una llamada a la ciudadanía y a los gobiernos para actuar de un modo claro y efectivo ante la más que evidente emergencia climática. Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes y ya nos encontramos con el mayor deshielo del Ártico, lluvias con una distribución cada vez más irregular y temperaturas que superan todos los récords. Guste o no la figura de Greta Thunberg, es evidente que no podemos seguir igual y es necesario un giro copernicano. Si con ella llegan los cambios necesarios, bienvenida sea.