Siempre hemos pensado que la presencia de plásticos en el agua se limitaba a nuestros océanos y se debía al vertido de residuos en los mares, tanto de un modo directo desde las mismas playas como por la aportación de residuos procedentes de cursos fluviales que desembocan en el mar. Hemos pasado de creer que existía una gran isla artificial en el océano Índico de gran magnitud formada por plásticos a constatar que esta presencia de residuos formaba como una especie de sopa con plásticos de tamaños muy reducidos pero igual de nocivos y con una gran extensión territorial.
Lo que era una amenaza para los ecosistemas acuáticos y para los animales que viven en nuestros mares parece que empieza a trasladarse a las personas y por algo tan inesperado como el agua que nos llega a nuestros grifos.
Los plásticos ya no sólo suponen una amenaza para las especies marinas sino también para el ser humano
12 países con el 83% de las muestras con presencia de plásticos
En las últimas semanas ha visto a la luz un estudio de Orb Media que desvela la presencia de concentraciones de plástico en el agua suministrada en varios países. Lo preocupante es que el dato no se ha recogido en naciones con escasas infraestructuras hídricas o con graves problemas de contaminación, sino en grandes potencias como Estados Unidos. Por suerte, España no consta en el citado estudio.
Estos plásticos, según la investigación, procederían de fibras sintéticas como la acrílica y el poliéster resultantes de la erosión en los procesos domésticos de lavado, el polvo resultante de los neumáticos (que podría llegar a los ríos), pinturas, fibras sintéticas en el aire, entre otros.
En Estados Unidos, por citar el ejemplo más llamativo, el 94% de las muestras tomadas evidencian la presencia de plásticos en el agua de consumo, incluso de lugares tan representativos como la Torre Trump de Nueva York o el Congreso. En Europa, el 72% de las muestras tenían presencia de este residuo, mientras que en Nueva Delhi el 82%.
Fibras que se desprenden durante el lavado de ropa, fibras sintéticas en el aire, polvo que se desprende de los neumáticos, son algunas de las fuentes que explicarían esta existencia de plásticos en el agua de boca
También en la sal
Hoy, algunos medios de comunicación han destacado que también encontramos plásticos en la sal de mesa. En un estudio publicado en Scientific Reports llevado a cabo por la Universidad de Alicante, se ha descubierto que las sales producidas en las salinas costeras de España de modos tradicionales (Galicia, Huelva, Cádiz, Barcelona, Girona, Valencia, Murcia, entre otras) contienen plásticos en diferentes proporciones. Se considera que las concentraciones son bajas, pero esto no significa que el tema no deba ser tratado lo antes posible.
Por lo tanto, el problema de los plásticos hay que atajarlo, ya que la agresión a nuestro medio natural nos afecta a todos, tarde o temprano.