Han pasado dos décadas desde que en Schneider Electric empezamos a trabajar con lo que hoy se conoce como IIoT o Industria 4.0. Durante años, cada producto que salía de nuestro laboratorio debía poder conectarse y trabajar formando parte de un sistema. Y parece que no nos equivocábamos. Hoy en día, casi el 50% de nuestras ventas incorporan conectividad y digitalización.
Y no es de extrañar. Un producto conectado aporta mucho más valor que uno no conectado, los clientes lo saben y apuestan por ello. Si a ese producto conectado le sumamos una capa de control y monitorización, soluciones avanzadas y servicios, podremos estar más cerca de nuestros clientes a lo largo de toda la fase de operaciones y durante todo el ciclo de vida del producto. Además, la conectividad reduce los tiempos de inactividad no planeados en un 48%, el consumo de energía en un 30-60% y los incidentes en un 50%, con el impacto directo que esto tiene en los márgenes y beneficios empresariales.
La necesidad de definir una estrategia
Las pruebas piloto han marcado los últimos 5 años. Los clientes nos dicen que, gracias a ellas, han aprendido mucho sobre la forma de convertir en resultados tangibles tecnologías como la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas y la realidad aumentada. Sin embargo, no tiene sentido realizar estas pruebas sin una estrategia detrás que dé respuesta a cuáles son nuestros objetivos y qué necesitamos para conseguirlos. Lanzar proyectos piloto motivados porque hemos recibido financiación o porque queremos probar algo sin un análisis más exhaustivo, no es válido. Quizás tengamos suerte y funcione, pero lo más probable es que no lo haga.
Aquí, el CEO, con su visión global de la empresa, tendrá un papel clave. Especialmente en compañías medianas y pequeñas. Antes de lanzar cualquier idea, es necesario establecer una estrategia, una visión. Una vez tengamos claro a dónde queremos dirigirnos como compañía, podremos poner en marcha varios pilotos. A partir de aquí, gracias a los datos y a la tecnología, analizaremos el impacto en el negocio de cada uno de ellos y elegiremos. Trabajando así, maximizaremos la rentabilidad.
El Factor Humano de la Transformación Digital
Cuando hablamos de Transformación Digital, la palabra clave es “Transformación”, que al fin y al cabo está dirigida por personas. Por eso, es importante comunicarse desde el principio, compartir la estrategia con los empleados e incluirlos a todos en la Transformación Digital. No podemos esperar a que esté todo implementado porque será demasiado tarde. Debemos comenzar desde el inicio dando un mensaje claro sobre a dónde queremos ir, tanto en lo que respecta a las operaciones como a las ventas. La Transformación Digital consiste en romper silos, es un proyecto de gestión del cambio global dentro de la empresa. Por eso, todos debemos formar parte de la Transformación y debemos saber qué se está haciendo y por qué.
Las curvas de aprendizaje asociadas al uso de estas nuevas tecnologías no son un problema para su despliegue. Hoy en día, gracias a la realidad virtual, podemos capacitar de forma segura a un nuevo empleado en un par de semanas en lugar de tardar meses. Cuando diseñamos una solución debemos tener en cuenta que estará al servicio de las personas, no al revés. La facilidad de implementación y adopción serán clave.
La importancia del Ecosistema en la Industria 4.0
Por último, el concepto Ecosistema será fundamental para implementar con éxito la Industria 4.0. Las pequeñas y medianas empresas del sector industrial español no pueden enfrentarse a la Transformación Digital por su cuenta, necesitan esta rodeadas de los mejores Partners para ayudarlas en este proceso. Solo ellas tienen el conocimiento total de su negocio, pero necesitan un socio en quien confiar su proceso de Transformación Digital, alguien que tenga el conocimiento de la tecnología que vendrá y que sepa cómo puede impactar en su negocio, que pueda co-crear con ellos y que esté lo suficientemente abierto para ayudarles a desarrollar su Ecosistema.
Hacer predicciones sobre cuán rápido se desplegará de forma general las tecnologías relacionadas con la industria 4.0, teniendo en cuenta lo rápido que avanza todo, es bastante arriesgado, pero creo que podemos hablar de un escenario de menos de tres años. La digitalización y la industria 4.0 es un tema absolutamente clave en la agenda de nuestros clientes. Es importante insistir en que no se demoren en este sentido y que valoren su propuesta de valor, además de cómo afectará a sus operaciones. En Maquinaria ya estamos viendo tendencias claras de CAPEX a OPEX, pasando a un modelo de negocio de servicios.
Estamos entrando en una fase de aceleración, la digitalización está en la mente de todos los CEO de la industria, tanto a nivel operativo como de estrategia empresarial. Es cierto que existen muchos desafíos e incertidumbres, pero también grandes oportunidades.