En entradas anteriores he hablado de regiones sin agua que tuvieron que traerla mediante un largo canal (La acequia de Manresa), o de regiones inundadas que fueron desecadas parcialmente para poder habitarlas (Banyoles). En este post, sin embargo, hablaré de un “híbrido”: una región que siempre tuvo muchísima agua y que la fueron “empujando“ hacia el mar a medida que fueron necesitando suelo fértil: la zona de la desembocadura del Ter (que se conoce como Baix Ter), en el Baix Empordà, en el noreste de Cataluña, justo por debajo del golfo de Rosas.
Hablaremos concretamente de la zona delimitada por un rectángulo que empieza en el pueblo de Serra del Daró, baja hacia Ullastret y de ahí cubre toda la franja hacia el mar, incluyendo los pueblos de Fontanilles, Fontclara, Palau-sator y Pals; en esta pequeña área tenemos los ríos Ter y Daró y es en esta región donde se cultiva una parte del arroz conocido bajo la marca de “Arròs de Pals”.
Mirando la nomenclatura que aparece en el topográfico del ICC (Ref. 3) y estudiando su etimología en el Onomasticon de Corominas (Ref. 4), no cabe lugar a dudas: una parte muy importante de los topónimos hacen referencia a nombres relacionados con las aguas subterráneas o sus “accidentes” superficiales: marismas, surgencias, fuentes, lagos, estanques, etc.
Tal como cuenta Xavier Cortadellas en su libro “Enaigats” (Ref. 5), en el que hace una repaso en período histórico de todas las noticias relacionadas con el agua en la región, hablamos de una zona con el nivel freático muy superficial, con una cantidad ingente de fuentes y surgencias naturales que, combinado con las avenidas periódicas de los ríos Ter y Daró, formarían una región con un suelo saturado a perpetuo en las zonas más elevadas y con abundantes lagunas en las zonas más deprimidas. Cortadellas lo ejemplifica diciendo que esas gentes vivían siempre con el agua por los tobillos, excepto cuando el agua se desbordaba, que entonces tenían que salir en barca (los habitantes de la zona lo llamaban “fer plena” y se inundaba todo el valle hasta el mar. Cuando eso ocurría, los pescadores de la Escala se acercaban con sus barcas y rescataban a quien necesitara ayuda o llevaban suministros) (Ref. 5).
La cuenca del Empordà es de origen tectónico. Nos encontramos con una depresión formada por los esfuerzos distensivos del Oligoceno que posteriormente se rellenó con materiales aluviales y deltaicos de edad neógena y cuaternaria. Estos materiales pertenecen al dominio paleo hidrográfico de los ríos Daró, Ter y Fluvià, que se depositaron en un ambiente eminentemente continental (Ref. 6). Hidrológicamente, estamos encima del acuífero definido como “Masa 33” por el ACA, el acuífero fluvio deltaico del Ter. (Ref. 7).
Jordi Montaner explica, en el estudio “El Flux Hidrològic de la Plana del Baix Ter” (Ref. 8), cómo se estructura la hidrología en este modelo geológico. En torno al I milenio aC y hasta el s. XV, coincidiendo con el Medieval Warm Period (MPW), el río Ter prograda en un valle de sedimentos marinos que habían resultado de la anterior era glacial. Así, como resultado de esta última progradación y colmatación aluvial, se forman los numerosos estanques que se hallan en la zona con un río, el Ter, que llevaba una importante carga de agua y de sedimentos.
Todo ese inmenso volumen de agua subterránea que emanaba en numerosas fuentes y surgencias, añadido al agua superficial aportada por rieras que venían de áreas adyacentes, generaba una extensa cantidad de estanques: Estanque de Ullastret i d’Adrover (200 Ha), el de la Poma (hoy es el Empordà Golf Club), el del Bullent (localizado en el término municipal de Fontanilles), el de Boada –cercano a Pals, con 20 Ha de superficie-. Pals estaba totalmente rodeada de estanques: el del Marisc, al lado oeste, el de la Torre (o Vernegar) al norte y el de Camargues al sur (Ref. 5).
Conocemos la superficie de los estanques en los cuales se levantaron actas notariales con su reparto una vez que estos se desecaron. Otras fuentes de información son litigios, pequeños proyectos constructivos o noticias de viajeros. Del resto de estanques, no sabemos más que su existencia y su ubicación aproximada.
Hay que considerar que muchas de estas masas de agua actuaban como auténticas balsas de laminación en momentos de avenidas de los ríos Ter y Daró, o para acumular el exceso de agua que provenía de las numerosas fuentes y surgencias de años de lluvias más abundantes. Como consecuencia, pocas zonas quedaban lo suficiente secas como para el cultivo de cereales y frutales, de modo que el cultivo del arroz fue extensivo. Tenemos documentación que ya en el s. XV se cultivaba. ¡Se llegaron a cultivar, en todo el Empordà - Alto y Bajo – hasta 6500 Ha! (Ref. 5).
Todo este volumen de agua fue siendo drenado progresivamente, a lo largo de los siglos, a medida que la presión de la población hizo necesario cultivar más terrenos destinados a la alimentación humana. Y se hizo mediante la construcción de desagües, los “recs”. Pero a diferencia de Banyoles, en la que el drenaje se hizo en relativamente poco tiempo y de un modo muy planificado, en la zona que nos ocupa se hizo progresivamente, del interior hacia el mar, a medida que las tierras eran imprescindibles: no hubo planificación, sino simple trabajo de secado progresivo según las necesidades.
Así, el año 1856 empiezan a desecar el estanque de Ullastret. El Rec Treient se excava para desecar los estanques de Boada y del Marisc (sabemos que en 1750 aún no estaba construido porque un tal Francisco de Zamora, se queja del pésimo estado de los caminos en esa zona debido a la gran cantidad de agua existente). Hasta el siglo XVIII no se excava el Rec del Coll para acabar de desecar la zona del estanque del Marisc. (Ref. 5).
Una parte importante de estos procesos de desecación son atribuibles a la Pequeña Edad de Hielo (LIA), que generó muchos problemas de abastecimiento y animó a desecar extensas zonas para la creación de nuevas tierras aptas para el cultivo (Ref. 8). Posteriormente, este proceso se incrementó con las explosiones demográficas generadas por la inmigración (francesa, principalmente) y el aumento poblacional posterior a las epidemias de peste.
Toda esta agua se fue dirigiendo a través de canales mayores, principalmente el de la Riera Vella hasta llevarlos al molino de Pals, documentado en 1452, y que había sido un castillo de los Condes de Perelada (Ref. 5). Y de ahí, aun hacia las Basses d’en Coll, momento en que esa agua sí ya desembocaba en el mar. Así pues, hablamos de un proceso continuo de “empuje” del agua del interior hacia el mar, buscando tierras aptas para el cultivo y un mejor acomodo de la creciente población.
Actualmente, la situación es radicalmente distinta, fundamentalmente porque el volumen de agua en circulación en el sistema es mucho menor y la presión del freático sobre los cultivos es mucho menor. Eso ha potenciado cultivos de cereales y frutales, pero ha puesto en peligro el cultivo del arroz, que en años de sequía ha quedado muy disminuido. Según me comentaron miembros de la “Junta Central d’Usuaris d'Aigües del Baix Ter”, actualmente el arroz se cultiva con agua del embalse de Susqueda que se trae mediante un tubo enterrado y que sale a superficie mediante hidrantes.
En 1967 se construyó el embalse de Susqueda (Ref. 9), que lamina los ríos Ter y Daró y permite evitar muchas de las inundaciones que se daban en la zona de forma periódica, lo que a su vez redujo también el volumen de agua circulante.
Y aún y así, cuando las lluvias locales desbordan los ríos Ter y Daró aguas abajo del pantano de Susqueda, muchos antiguos estanques recuperan su espacio por un tiempo. La última ocasión fue en fecha tan reciente como 1994 (Ref. 5).
Agradecimientos
Estoy muy agradecido a la “Junta Central d’Usuaris d'Aigües del Baix Ter” por su amable respuesta a las cuestiones que les plantee.
Referencias
Referencia 1
Referencia 2
Referencia 3
ICC: Institut Cartogràfic de Catalunya.
Referencia 4
Onomasticon de Corominas digitalizado.
Referencia 5
*Cortadellas, X. (2020). Enaigats. Edicions Sidillà.
Referencia 6
*GeoServei SL. (2008). Agenda 21 del Baix Ter. Trabajo de la empresa GeoServei SL para la Diputació de Girona.
Referencia 7
El ACA es la Agencia Catalana del Agua. Las masas de agua se definen en el documento “Pla de gestió del districte de conca fluvial de Catalunya 2022-2027”.
Referencia 8
Montaner, J (Coordinador.). (2010). El flux hidrològic de la Plana del Baix Ter. Trabajo para la “Càtedra d’ecosistemes litorals mediterranis”.
Referencia 9
Pantà de Susqueda. (2024). Viquipèdia.