Siempre he pensado que el marketing se preguntaría esto en mi compañía. Para los más jóvenes, la pregunta es una pequeña variación del título de una película de Fernando Colomo, finales de los 70, con banda sonora de los Burning “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?”. Esta reflexión me lleva a explicar dos cuestiones: porqué pienso que la disciplina de marketing es femenina y porqué considero clave la función del marketing en una empresa que gestiona el ciclo integral del agua, un recurso de todos.
Comenzando por la primera, la más fácil, considero que a lo largo de la Historia a muchas palabras se les ha dado un carácter femenino, por su etimología, por su utilización o por alguna de sus formas, es el caso de la palabra sabiduría, de Dios (El Shaddai)… y también creo que el marketing tiene en estos momentos un fuerte carácter femenino, aunque no siempre ha sido así. A lo largo de los últimos años, el marketing ha pasado de estar en un lugar en el que sólo se consideraba para su desarrollo la mente de los “potenciales clientes”, a otra fase en la que además se tiene en cuenta el corazón. El lugar de ahora es aquel en el que sólo sobrevivirán los marketinianos que sepan dirigir todos sus esfuerzos para que, en la estrategia, coincidan la cabeza, el corazón y el alma. Y por esto considero que el marketing es femenino. Y no lo digo yo sola, numerosos estudios demuestran que las mujeres están más capacitadas para tener en cuenta el lado “humano” de las personas, el “lado femenino” tan de moda hoy día, desarrollando sus dotes naturales tales como la intuición y la inteligencia emocional que no es otra cosa que “saber transmitir a otro ser humano con suficiente claridad lo que se piensa, se siente y se quiere” (Daniel Goleman). El marketing debe investigar en estos aspectos y conocer a nuestros usuarios o clientes, saber lo que piensan, lo que sienten y lo que quieren. Las empresas que pretendan liderar el mercado deben trabajar las emociones, la autenticidad, la confianza, el diálogo, la participación, tareas claramente emocionales, tareas femeninas.
La labor de Aqualia va mucho más allá de nuestros públicos de interés
En el otro lado de la reflexión, comenzaría diciendo lo que llevo escuchando desde que comencé mi andadura en esta actividad (el marketing) en Aqualia, “nosotros no somos la Coca-Cola”. En algunos momentos esta frase se utilizó desde algunos estamentos de la empresa para hacernos entender “a los de marketing” que no éramos tan necesarios ni tan importantes. Aquello acabó cuando todos entendieron que nosotros no queríamos ser “los de la Coca-cola”. ¡Claro que no! Esta disciplina que se desarrolla dentro de Aqualia pretende eliminar los silos y crear puentes interdepartamentales que permitan ofrecer a la sociedad lo que necesita. Y digo esto, porque la labor de Aqualia va mucho más allá de nuestros públicos de interés. En estos momentos el marketing en una empresa que se dedica a gestionar el ciclo integral del agua, es decir, que hace posible que el agua llegue a los hogares, industrias , comercios y que luego sea devuelta al medio natural en óptimas condiciones, tiene un reto por delante. Porque la sociedad no es la misma, ya no vale decir en un anuncio “Empresa cercana” y contratar a una de las mejores agencias para que te haga una gran campaña de publicidad en medios y un anuncio maravilloso en la tele. Ahora la sociedad demanda que todos los que trabajan en la empresa que dice que es cercana, sus empleados, todos, sean de verdad cercanos. Ahora, con las redes sociales, en cualquier lugar del mundo si un empleado no es cercano, mucha gente lo sabrá y esa empresa dejará de ser lo que dice. Y esto, por poner un ejemplo fácil, porque habría miles ligados a la sostenibilidad, la transparencia etc.
Un reto, ya lo decía yo.
Por eso creo que la estrategia de marketing, alineada por supuesto con la estrategia del negocio, es clave en una empresa que gestiona un recurso de todos, el agua. En Aqualia sabemos que somos diferentes, que ocupamos un lugar que otras empresas del sector no tienen. La tarea es que esta diferencia, que nosotros vemos clara, sea lo que valore la sociedad, nuestro cliente y lo que se percibe en su mente, en su corazón, en su alma.
Y por esto creo que el marketing, en una empresa como la mía, Aqualia, debe dejar de preguntarse qué hace una chica como yo en un sitio como este.