El ingenio es una de las facultades del ser humano que más me intriga y quizás sea aquella a la que doy mayor virtud. Me apasiona esa facultad de intuición para discurrir o inventar con prontitud y facilidad que se da en ciertas personas y la cual se presupone en las ingenieras e ingenieros. Además de ser virtud, si el ingenio es aplicado atentamente con inteligencia sirve para superar dificultades y en el mismo sentido el ingenio sirve para gestionar el agua.
Uno de los primeros en aplicar el ingenio en la gestión del agua fue Arquímedes de Siracusa S.III a.C. al desarrollar el tornillo que lleva su nombre el tornillo de Arquímedes un cilindro hueco, situado sobre un plano inclinado, que permite gestionar la elevación del agua situada por debajo del eje de giro. En la actualidad además de su uso en los sistemas de regadío de países como Holanda (gestionar sistemas de regadíos) el tornillo de Arquímedes es empleado en plantas de tratamiento de aguas residuales, que deben lidiar con diferentes tasas de flujo y con sólidos en suspensión (gestión de aguas residuales). Con lo que no solo es capaz de gestionar el transporte del agua sino de otros elementos.
Arquímedes fue uno de los primeros en aplicar el ingenio en la gestión del agua
En Petra también utilizaron el ingenio para poder gestionar el abastecimiento de la ciudad (ver aquí). En realidad todas las civilizaciones antiguas han tenido que emplear el ingenio para gestionar el recurso. Lo primero antes de asentarse en cualquier lugar era valorar si existía disponibilidad de agua en otras palabras valorar si podían gestionarla (captarla, almacenarla, distribuirla,...).
Todas las civilizaciones han tenido que emplear el ingenio para gestionar el agua
Asimismo todas las construcciones civiles, incluidas las infraestructuras hidráulicas, requieren de ingenio para gestionar el agua. Tanto en la fase inicial de proyecto, como en la de ejecución y por supuesto a la hora de la explotación. Siendo normalmente en esta última fase, la de gestión de explotación donde se suele incidir más a la hora de hablar de gestión. Obviando las otras dos fases igual o más importantes. Doy un ejemplo rápido, de nada sirve esforzarse en gestionar un abastecimiento con estadísticas y números sino se ha procurado una ejecución de las conducciones que permitan operar en un margen alto de eficiencia, por debajo del 20% de pérdidas en la red. Gestionar el agua nunca ha sido una tarea sencilla pero quizás últimamente nos este faltando aplicar esa chispa de ingenio.
Las infraestructuras hidráulicas, requieren de ingenio para procurar una buena gestión del recurso
En la 3 acepción de la RAE para definir la palabra ingenio se alude a las facultades poéticas y creadoras. Por eso en realidad hoy he venido a hablaros del segundo libro que escribo, en el que por supuesto no me he olvidado de tratar el tema de la gestión del agua.
Camino de hierro: La Habana-Güines. El primer ferrocarril español.
Camino de hierro la Habana-Güines es una novela corta para todos los públicos (+14 años) basada en la construcción del primer ferrocarril español, ejecutado en la isla de Cuba entre 1835 y 1839. Durante XVI capítulos se desarrolla la investigación llevada a cabo sobre la construcción de dicha infraestructura, como se resolvieron las cuestiones técnicas del proyecto, el detallado del procedimiento constructivo y las relaciones en obra. Por supuesto la hidrología, la hidráulica y el agua forman parte de la obra. Durante la ejecución del ferrocarril se tuvo que evitar la acumulación de agua en ciertas zonas y para la fase de explotación procurarle un buen drenaje. ¿Y como se gestionó el agua hace 185 años? Pues ya os adelanto que con ingenio. Estoy muy contento con la acogida que está teniendo este título; en su primera semana ha conseguido ser número 1 en ventas en la categoría de ingeniería civil y ha logrado colarse como el 6678 más vendido de entre los millones de libros de Amazon. Está disponible en versión ebook y física de tapa blanda. Por si alguien estuviera interesado comparto el enlace (Aquí). Un saludo.
Las personas con ingenio son buenas aliadas para gestionar el agua