El agua es un recurso vital para la Humanidad. Los retos suscitados por el calentamiento climático, la urbanización y el crecimiento demográfico refuerzan esta preocupación, en un contexto donde la gobernanza internacional del agua aún está en mantillas. Asegurar un acceso universal a agua sana y de calidad, gestionar de manera sostenible el recurso y reforzar la gobernanza mundial representan retos fundamentales a escala internacional. Hacerle frente permitiría cumplir los Objetivos del Milenio para el Desarrollo (OMD), con una reducción de la mitad de la población sin acceso al agua y al saneamiento en 2015. Esto también permitiría garantizar un acceso al agua para todos en 2030.
En una lógica de co-construcción, gobiernos, entidades locales, empresas y sociedad civil, deben pensar conjuntamente la emergencia de una nueva sociedad, una Blue Society basada en una Blue Economy, promoviendo la explotación sostenible y compartida de las riquezas los océanos.