Hace aproximadamente un año, Mimin, una madre de dos hijos, debía turnarse con su marido para ir a un arroyo cercano a su casa, donde obtenían el agua para lavar y bañarse. En tanto que para cocinar y beber tenían que usar agua de un pozo.
“Pero el agua de pozo huele y es cansador ir a buscar agua del arroyo todos los días”, dijo Mimin. “Mi familia usa ahora agua corriente. Es agua limpia y asequible. Nos ha hecho la vida mucho más fácil”, agregó.
Mayor acceso a agua limpia mejora condiciones de vida
La familia de Mimin y muchos hogares del pueblo de Gunung Sari, en Java occidental, tienen ahora más acceso a agua potable gracias al respaldo del Proyecto de abastecimiento de agua y saneamiento en comunidades de ingresos bajos del Banco Mundial, administrado conjuntamente con el Programa de Agua y Saneamiento.
Mimin: “Mi familia usa ahora agua corriente. Es agua limpia y asequible. Nos ha hecho la vida mucho más fácil”
En el marco del proyecto, la comunidad recibió donaciones para distribuir agua de los manantiales de las montañas en el pueblo y creó posteriormente una unidad de gestión del acceso al agua corriente.
En 2008, cuando comenzó el proyecto, el pueblo solo tenía 47 conexiones de agua para servicios sociales, como escuelas y mezquitas, y 10 grifos públicos.
“Después que las personas se dieron cuenta de los beneficios, el comportamiento de los consumidores cambió”, contó Adang Wahidin, jefe de la unidad de gestión. “Las conexiones para instalaciones sociales y grifos públicos se han reducido, en tanto que más personas quieren conexiones domiciliarias directas. De no tener ninguna, pasamos a tener 624 conexiones residenciales”.
Uno de los beneficios del agua corriente es el menor costo para los consumidores.
“Solía pagar 60 000 rupias (US$5,5) cada mes por la compra de agua a los vendedores del pueblo. Ahora solo pago la mitad y el agua es mejor”, dijo Teti de la aldea vecina de Sukamanah.
Un mayor acceso a agua potable ha ayudado al pueblo a mejorar las condiciones de saneamiento. Uno de los requisitos que ha sido acordado por la comunidad es que las nuevas conexiones domiciliarias deben tener un tanque séptico. Más retretes en el interior de las casas han reducido en gran medida la defecación al aire libre, lo que ayuda a mejorar la salud en general.
“He notado que hay menos casos de diarrea y enfermedades de la piel en nuestra aldea. Puedo decir que se debe a que muchos de nosotros usamos agua más limpia para cocinar y bañarnos, incluidos mis hijos”, dijo Icha, que usa agua corriente desde hace dos años.
La sostenibilidad, clave del éxito a largo plazo del programa
El enfoque participativo del proyecto fue clave para que pudiera funcionar a largo plazo. Por ejemplo, se exigió a los jefes de aldea que obtuvieran un acuerdo amplio de la comunidad antes de que pudieran solicitar su participación en el proyecto.
Luego, las propias comunidades llevaron a cabo la planificación, respaldadas por facilitadores capacitados. Compartir los costos fomentó el control y el sentido de identificación a nivel local, lo que se tradujo en una mayor disposición para recaudar las tarifas por funcionamiento y gestión. También se impartió formación para mejorar las habilidades de administración, finanzas y cuestiones técnicas para ayudar a la comunidad a sostener el programa.
La tarifa mensual garantizó que se pudiera cumplir con el costo operacional, quedando recursos adicionales disponibles.
“Al principio, los representantes de la aldea tenían que visitar las casas de las personas para cobrar la cuota mensual. Ahora, el 80 % de los consumidores viene a pagar por su propia cuenta”, explicó Adang Wahidin.
La comunidad ha usado los fondos extras para ayudar a la aldea, por ejemplo a contribuir con el presupuesto de desarrollo, crear una cooperativa de mujeres y comprar un vehículo para casos de emergencia.
Solía pagar 60 000 rupias (US$5,5) cada mes por la compra de agua a los vendedores del pueblo. Ahora solo pago la mitad y el agua es mejor
“Ahora planeamos ampliar nuestro servicio”, dijo Adang Wahidin con orgullo. “Hay alrededor de 100 familias que quieren una nueva conexión domiciliaria. Desafortunadamente, no podemos instalarlas por el momento debido a la falta de suministro de agua. Pero tenemos la intención de usar algunos fondos adicionales para la compra de terrenos con más manantiales y así aumentar el número de hogares a los que podamos brindar el servicio”.
El enfoque del proyecto, que fue implementado en seis provincias, se ha repetido ahora a escala nacional en el marco del Programa Pamsimas.
Lograr el objetivo de Indonesia de dar acceso universal a agua potable
Indonesia planea lograr el acceso universal a agua potable en 2019, pero casi la mitad de la población aún no cuenta con este servicio.
“Uno de los desafíos en el logro de la meta del acceso universal es optimizar la colaboración entre las partes interesadas en el área del desarrollo de la infraestructura de agua potable y saneamiento”, dijo Eko Widji Purwanto, jefe de la Subdirección de Agua Potable y Saneamiento de la Agencia Nacional de Planificación del Desarrollo. “Y el reto no es solo proporcionar instalaciones para una cobertura del 100 %, sino también cómo hacer que esta sea sostenible”.
Aunque la tarea es grande, la experiencia de las comunidades en cuanto a la gestión de las instalaciones y los recursos financieros es una señal positiva para que Indonesia logre su meta.