El Consello de la Xunta ha dado luz verde este jueves a la colaboración técnico-financiera entre la Consellería de Medio Ambiente y los ayuntamientos de Cenlle, San Amaro y Punxín (Ourense) para resolver los problemas de su red de abastecimiento de agua.
Las obras contarán con un presupuesto que supera los 3,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses, según ha informado la Xunta tras la reunión semanal de los conselleiros con el presidente, Alberto Núñez Feijóo.
La "solución" pasa por el suministro de agua tratada desde la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de Razamonde, que capta agua del río Miño, a los núcleos y depósitos de los tres citados ayuntamientos y que estén por encima de los 250 metros.
Así, la previsión del Gobierno gallego es que las mejoras den servicio a la población de San Amaro y Punxín y a un 40 por ciento de Cenlle, de modo que el número de beneficiarios superará los 2.500.
Vecinos de Punxín -el ayuntamiento cuenta con unas 400 personas- llegaron a protagonizar un encierro para denunciar la presencia de arsénico en el agua en niveles que llegaron a triplicar los valores admisibles según la Organización Mundial de la Salud.