La falta de acceso al agua para la mayoría de la población de Gaza sigue siendo una de las grandes preocupaciones para la salud pública de la población, mientras la basura se amontona en las calles, junto a escombros y aguas residuales. El cluster (grupo humanitario de coordinación interagencial) de agua, saneamiento e higiene advierte de que ya se han observado brotes de sarna y piojos en Rafah, especialmente en los refugios colectivos. Por otro lado, la mayoría de los pozos de la zona central se encuentra en el área de acceso prohibido a la población. La principal desalinadora de Deir Al Balah no cuenta con combustible.
La mayoría de los pozos de la zona central se encuentra en el área de acceso prohibido a la población
Los daños sufridos por la única planta eléctrica de Gaza impiden que la mayoría de la ciudad de Gaza no reciba más de una o dos horas de suministro de energía al día. “El impacto en las condiciones de vida de la gente tendrá una duración de meses. No hay electricidad en casas, hospitales y clínicas, panaderías, molinos, plantas de agua, sistemas de tratamiento de aguas residuales… lo que le imposibilita su funcionamiento”, señala Paolo Lubrano, Director País de Acción contra el Hambre en Territorio Palestino Ocupado. Gaza recibe actualmente sólo 64 megavatios de electricidad desde Egipto e Israel, menos del 18% de la demanda estimada.
“La dificultad en la identificación de las familias desplazadas y la imposibilidad de llevar hasta ellas la respuesta de emergencia hacen que nos encontremos en un punto muerto”, señala Paolo Lubrano. “Los caminos han desaparecido, los escombros están por todas partes y los espacios para acoger al creciente número de personas desplazadas se están agotando. Se requiere la inyección urgente de fondos para proveer alimentos básicos listos para comer a todos ellos”.
Acción contra el Hambre acogió con esperanza la resolución adoptada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ONU, para el llamamiento del “cese inmediato de los ataques militares israelíes en todo el Territorio Palestino Ocupado, incluido Jerusalén Este, y el fin de los ataques contra civiles, incluidos los civiles israelíes”. Asimismo, nos hacemos eco de la importancia de la asistencia humanitaria de emergencia subrayada por el Consejo.