ADECAGUA organiza el próximo 6 de febrero, dentro del Salón SMAGUA, la Jornada “Saneamiento y depuración en pequeños municipios. La asignatura pendiente del tratamiento de las aguas residuales urbanas”, donde un panel de expertos debatirá sobre la situación actual y los retos de la depuración y el saneamiento en pequeñas poblaciones. Precisamente en este panel se encuentra Fernando Morcillo, presidente de AEAS, que hablará en el segundo bloque de la sesión sobre la visión de los operadores.
Pregunta: Bajo su punto de vista, ¿cuáles son los principales retos del saneamiento y depuración en España?
Respuesta: Tenemos dos retos básicos:
- Cumplir la Directiva 271/91 en todos sus términos, evitando que nos incoen expedientes sancionadores pero, sobre todo, que con su cumplimiento se contribuya a asegurar el “buen estado de las masas de agua”.
- Renovar, con las mejores tecnologías disponibles y buscando los objetivos europeos de “descarbonización” y fomento de la “economía circular”, el parque de instalaciones más antiguas, algunas de las cuales se acercan o superan los 40 años de antigüedad.
P.- ¿Qué opina sobre la partida de los PGE destinada a las infraestructuras de agua y mejora de la calidad del agua?
R.- Pues que, obviamente, no se acomoda a las ambiciosas necesidades planteadas en la programación aprobada a través de los Planes Hidrológicos de Cuenca. Los profesionales que nos dedicamos al agua sentimos una fuerte frustración cada vez que se realiza una revisión de la planificación, ya que ésta debería adaptarse a las capacidades económicas reales de nuestra sociedad y no plantearse como unos objetivos ideales, pero totalmente inalcanzables a través de los presupuestos públicos.
Idéntica frustración sentiría cualquier ciudadano si estuviera informado y tuviera conciencia real y práctica de los retos ambientales y, sobre todo, aquellos relativos al agua.
La inversión requerida es muy elevada y la responsabilidad de atenderlas corresponde a todos los niveles de la administración: la central, la autonómica y la local. Por ello, no debemos mirar solo la partida de los PGE, ridícula respecto a las necesidades programadas, sino la escasa o nula prioridad de las aplicaciones financieras dedicadas al agua en los presupuestos de todas las administraciones públicas actuantes, y especialmente en la local que es la que tiene la responsabilidad legal.
La partida de los PGE no se acomoda a las ambiciosas necesidades planteadas en la programación aprobada a través de los Planes Hidrológicos de Cuenca
P.- ¿Qué consideraciones, si hablamos del ciclo integral del agua, debe incluir el Plan DSEAR?
R.- Desde AEAS, hemos trasladado al MITECO nuestros comentarios al Plan DSEAR en el periodo oficial de “Consulta Pública”.
Opinamos que lo más importante es la consideración económico-financiera. Es imprescindible atender a los principios de la Directiva Marco del Agua del año 2000; “recuperación de costes” y “adecuada contribución” de los usuarios.
Debemos establecer armonizaciones regulatorias sobre las estructuras de costes y las tarifas o cánones necesarios para sostenerlos a largo plazo.
Las necesidades de inversión obligan a explorar todas las posibilidades de colaboración público-privada y público-pública, como ya ha dicho el Parlamento Europeo y la Comisión, y no podemos cerrar los ojos y dejar pasar el tiempo.
Hay que tener valentía y arrojo político para trasladar a la ciudadanía la asunción del esfuerzo individual y colectivo imprescindible para contribuir a recuperar los costes de este servicio público vital y esencial. Lo que, por otra parte, no representaría un gran sacrificio en el gasto familiar. ¿Somos conscientes de que gastamos, de media familiar, más en tabaco que en agua? ¿Sabemos que el “esfuerzo del ciudadano español” para pagar los servicios del agua es solo del 71% del correspondiente al europeo medio y, sin embargo, es del 128% respecto a la electricidad?
Las experiencias de contribución tarifaria (el que usa paga, el que contamina paga) en el norte de Europa son dignas de ser consideradas.
Hay que responsabilizar a la ciudadanía sobre el cuidado del agua y el medioambiente, informando eficazmente y con transparencia y haciéndole partícipe de los retos y los éxitos alcanzados.
Es preciso trabajar en la coordinación entre administraciones y seguir avanzando en un pacto político por el agua (llámese estatal, social o cualquier otro adjetivo globalizante), impulsando la innovación eficiente.
Debemos establecer armonizaciones regulatorias sobre las estructuras de costes y las tarifas
P.- ¿Cuáles son las tendencias actuales en la depuración de las pequeñas poblaciones?
R.- Como técnico que he seguido la práctica de muchas tecnologías, soy muy ecléctico respecto a ellas y se me hace difícil generalizar tendencias.
En la actualidad, determinadas propagandas ideológicas parecen llevarnos a la suposición de que hay tecnologías “verdes” que son más eficientes para depurar las aguas residuales de pequeñas poblaciones. Pero es un espejismo tan grave como suponer que las tecnologías industrializadas convencionales son mejores.
Pequeñas poblaciones hay en costa, llanura o montaña, en zonas secas o húmedas, en áreas mediterráneas o atlánticas. Sus condiciones son muy diversas y no es sencillo identificar tendencias.
Tecnologías verdes basadas en la naturaleza, sistemas tradicionales, de “bajo coste energético”, tecnologías de oxidación biológica adaptadas a pequeños caudales o plantas modulares adecuadamente dimensionadas pueden ser soluciones igualmente válidas.
Como operador prefiero sencillez, seguridad y resiliencia frente a aquellas que presumen de conseguir altos rendimientos pero a costa de una mayor complejidad o fragilidad. Defiendo la estandarización a soluciones singulares que aparentan sofisticada evolución científica.
Pero sobre todo, quiero resaltar que no conozco soluciones que no requieran operación y mantenimiento profesional, a veces con requerimientos técnicos multidisciplinares muy cualificados, más exigentes y no tan conocidos como las técnicas clásicas de mantenimiento industrial. Y que estos factores son determinantes a la hora de seleccionar la tecnología más idónea, ya que en depuración el coste de la explotación, a lo largo de la vida útil de la instalación, es superior al coste de la primera inversión.
P.- ¿Cómo se aplican éstas al contexto español?
R.- Las potenciales tecnologías más idóneas son bien conocidas en nuestro país y tenemos una larga tradición en el diseño y construcción de este tipo de plantas. Yo recuerdo experiencias propias, con resultados satisfactorios en la década de los 80. Deberíamos de estar orgullosos y reconocer el trabajo de algunos centros de investigación o innovación que contribuyen a su desarrollo. En particular quiero citar al CENTA, fuente de experiencias e investigación práctica y cuyo modelo sirve de ejemplo y referencia en el norte de Africa o en América Latina, a pesar de haber pasado por serias dificultades económicas o incluso de alguna crisis de reconocimiento de su utilidad.
P.- ¿Cuáles son las prioridades en I+D+i respecto al saneamiento y la depuración de pequeñas poblaciones?
R.- Mi opinión es que no se ha realizado un seguimiento adecuado, técnico y científico de la realidad de las prestaciones y resultados de las tecnologías aplicadas, y ello lleva a un desconocimiento real de la verdadera utilidad de las mismas. Solo a partir de un diagnóstico práctico y realista podremos deducir cuáles deben ser las líneas prioritarias en la innovación. Debemos conseguir una mayor coordinación o concentración de las actividades de I+D+i de los centros de investigación o experimentación existentes, o las Universidades que trabajan sobre tecnologías para la depuración de pequeñas poblaciones. Es preciso apoyar económicamente desde las administraciones públicas estos trabajos e iniciativas.
Los profesionales que nos dedicamos al agua sentimos una fuerte frustración cada vez que se realiza una revisión de la planificación
P.- El próximo 6 de febrero participará en la Jornada organizada por ADECAGUA en SMAGUA sobre el tratamiento de las aguas residuales procedentes de pequeñas poblaciones. Aváncenos una posible conclusión del evento.
R.- Como todo foro de encuentro de expertos, las conclusiones saldrán de la contribución y suma de experiencias e ideas que se decanten colectivamente.
Yo apostaría por defender que las conclusiones girarán en torno a lo siguiente:
- La necesidad de que el ciudadano asuma la importancia del saneamiento del agua, también en las pequeñas poblaciones, y reconozca que todos debemos de contribuir, ya que somos generadores de contaminación.
- La utilidad de crear un marco regulatorio económico estable y justo que permita asegurar los recursos necesarios para implantar y explotar sistemas de depuración adecuados a esas poblaciones.
- Diagnosticar el estado actual de los sistemas de saneamiento de las pequeñas poblaciones.
- La estandarización de soluciones que permitan el despliegue de soluciones tecnológicas contrastadas y universalizar el conocimiento entre los técnicos expertos.
- La orientación a la operación y mantenimiento como claves para la decisión sobre los sistemas implantables más adecuados.
Y así lo ha puesto de manifiesto AEAS en sus comentarios oficiales al Plan DSEAR.