En el marco del Salón SMAGUA, ADECAGUA convoca la Jornada “Saneamiento y depuración en pequeños municipios. La asignatura pendiente del tratamiento de las aguas residuales urbanas”, que tendrá lugar el próximo miércoles 6 de febrero a las 9.30 horas en la Sala 1 del recinto ferial. Entre el panel del expertos que reunirá la jornada, José Luis Rubio, miembro de la Comisión de Medio Ambiente de la FEMP, participará en el bloque 1 sobre modelos de gobernanza en una intervención llamada "Saneamiento y depuración en pequeños municipios. La visión de la administración local".
Pregunta: ¿Cuáles son los retos actuales en cuanto al saneamiento y depuración en pequeños municipios?
Respuesta: La depuración de las aguas en pequeñas poblaciones puede parecer un problema menor; la dispersión de su población, la falta de una economía de escala y otros factores condicionan los esfuerzos que deben realizarse para dotar a estas poblaciones de las infraestructuras para el tratamiento de sus aguas residuales. Por ello, seguir con la depuración de las aguas en pequeñas poblaciones es un reto al que se debe dar respuesta aportando las mejoras soluciones técnicas y los más adecuados modelos de gestión.
"Hay que concienciar en el buen uso del consumo de agua que a posteriori tendrá que recibir tratamiento adecuado para poder ser vertida"
P.- ¿Qué singularidades tiene el tratamiento de las aguas residuales en pequeñas poblaciones
R.- Las aguas residuales de las pequeñas poblaciones presentan unas singularidades respecto a las procedentes de las ciudades. La depuración en el medio rural está condicionada por circunstancias como la irregularidad de los vertidos en caudal y carga contaminante y la limitación de recursos económicos, humanos y técnicos para la explotación y mantenimiento de las instalaciones.
P.- Bajo su punto de vista, ¿tienen las autoridades responsables definido el nivel de depuración que debe exigirse?
R.- Los responsables municipales sabemos que nuestras aguas residuales deben tener el tratamiento adecuado para proteger la salud de nuestros vecinos y el medio ambiente. En lo que existen dudas es en el grado de tratamiento al que hay que someter las aguas residuales en función del medio receptor, el tamaño de la población y la mayor o menor sensibilidad de la zona.
P.- En este sentido, ¿existe la necesidad de un contexto normativo específico para regular los vertidos procedentes de pequeñas poblaciones?
R.- Creo que las Comunidades Autónomas trabajan de manera coordinada con el Ministerio para cumplir la normativa, pero las pequeñas poblaciones menores de 2000 habitantes están causando mayores problemas a las Administraciones a la hora de proponer las infraestructuras de saneamiento y depuración. Por ello, algunas administraciones reclaman los límites de vertido como el de las aglomeraciones urbanas superiores a 2000 h.e.
"La depuración de las aguas en pequeñas poblaciones es un reto al que se debe dar respuesta"
P.- En su opinión, ¿cuál sería la fórmula más apropiada para una correcta gestión del saneamiento y depuración en pequeñas poblaciones?
R.- El sistema de gestión de La Rioja es el Consorcio de Aguas y Residuos. Desde su creación en 1998 se encarga de prestar los servicios de saneamiento y depuración de las aguas residuales en el marco del Plan Director de Saneamiento y Depuración de La Rioja. En la actualidad todos los municipios de la Rioja están consorciados lo que permite una gestión solidaria. Todos pagamos el mismo precio por el metro cubico de agua depurada, lo que permite que casi la totalidad de los municipios puedan tener un tratamiento adecuado sin incumplimientos de la Normativa.
P.- El próximo 6 de febrero participará en la Jornada organizada por ADECAGUA en SMAGUA sobre el tratamiento de las aguas residuales procedentes de pequeñas poblaciones. ¿Qué mensaje le gustaría trasladar al público que asista?
R.- Nos encontramos en una situación clara de cambio climático con escasas precipitaciones que provocan que un bien preciado como el agua empiece a escasear en algunas zonas. Hay que concienciar en el buen uso del consumo de agua que a posteriori tendrá que recibir tratamiento adecuado para poder ser vertida.
En cuanto a las tecnologías empleadas en los sistemas de depuración deben de ser de mantenimiento sencillo con costes mínimos y estar adecuadas al entorno con la mayor integración ambiental posible, buscando incluso proporcionar un valor añadido de carácter educativo o recreativo.