El año hidrológico 2023-2024, que comenzó el 1 de octubre de 2023 y terminó el 30 de septiembre de 2024, tuvo un carácter húmedo en el conjunto de la España peninsular, aunque con una distribución geográfica muy desigual de las precipitaciones. Así, mientras que ha llovido más que la media en casi toda España, las zonas de Levante y los archipiélagos canario y balear, que empezaron el este año hidrológico acusando la escasez de precipitaciones de los tres años anteriores, lo acaban sin abandonar la situación de sequía.
2023-2024 ha sido el vigésimo sexto año hidrológico más lluvioso de una serie histórica que consta de sesenta y cuatro años, pues arrancó en 1961. Durante el periodo se acumularon 671 l/m², un valor que se sitúa un 5 % por encima del promedio normal del período de referencia 1991-2020, cifrado en 640 l/m². No obstante, los tres años hidrológicos previos fueron más secos que el actual.
Mapa de precipitación acumulada entre el 1 de octubre de 2023 y el 30 de septiembre de 2024.
Lo más destacable del año hidrológico 2023-2024 es, sin duda, la desigual distribución de las precipitaciones. En el noroeste de la Península, Cantábrico oriental y Pirineo navarro y aragonés se superaron los 1500 l/m², al igual que en puntos del sistema Central occidental. Sin embargo, en el extremo sudoriental de la Península no se llegaron a alcanzar los 120 l/m², y en algunas zonas de las provincias de Almería y Murcia, ni siquiera se ha llegado a los 80 l/m². Precipitaciones muy escasas también en el sur de las islas canarias de mayor relieve y en buena parte de Fuerteventura, donde no se alcanzaron los 50 l/m².
Porcentaje de la precipitación respecto a lo normal (1991-2020) en el año hidrológico 2023-2024.
Esta distribución de las precipitaciones durante el año hidrológico pone de manifiesto la dominancia de las borrascas atlánticas sobre las situaciones de lluvias típicas del Mediterráneo. Y aunque es habitual que llueva más en el noroeste peninsular que en el sureste, en el último año hidrológico esta situación ha sido mucho más acusada que de costumbre. Por ejemplo, la cuenca de acumulación del norte y noroeste ha recibido unas lluvias que suponen el 123 % de lo normal. La cuenca del Tajo ha alcanzado el 127 %. Sin embargo, la cuenca de acumulación del sur de Andalucía ha recibido un 52 % de su precipitación normal y la del Segura, un 50 %. En buena parte de Canarias las precipitaciones han quedado por debajo del 50 % de los valores normales.
Índice SPI a 12 meses por provincias.
Como consecuencia de la distribución de las precipitaciones, las provincias bañadas por el Mediterráneo y ambos archipiélagos terminaron el año hidrológico en situación de sequía meteorológica. Las provincias de Valencia, Alicante, Murcia y Almería eran las que con mayor intensidad la acusaban.
Si se analizan las precipitaciones no solo del recién terminado año hidrológico, sino de los tres últimos años en conjunto, se constata que todavía siguen en sequía de larga duración amplias zonas del sur peninsular y buena parte de Cataluña, como consecuencia de la escasez de lluvias en el último trienio.