La Asociación Española de Empresas Gestoras de los servicios de Agua Urbana (AGA) ha celebrado una jornada de debate sobre “Agua Urbana y Nuevos Desafíos Municipales” en la que ha reunido a algunas de las administraciones con competencias en materia de agua, expertos, grupos políticos y entidades y asociaciones relacionadas con la gestión del agua.
El objetivo de esta jornada era poner sobre la mesa los grandes temas que ocupan y preocupan en la actualidad al sector y que conformarán los nuevos modelos de gestión a corto y medio plazo.
Cerraron la jornada las exposiciones de María Eugenia Sinarro, directora general de Organización y Recursos de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) y Fernando Arlandis, subdirector de Estudios y Programas del Canal de Isabel II.
Entre otras muchas cuestiones, Sinarro quiso destacar que la función principal de los municipios es garantizar las necesidades básicas de los ciudadanos, siendo el suministro de agua la principal. Para ello, dijo, el objetivo de las administraciones locales, competentes en la materia, debe ser el desarrollo de políticas eficientes en la prestación de los servicios, poniendo todos los medios a su alcance y contando con la opinión y reclamaciones de los ciudadanos. Destacó como nuevos retos en el ámbito del agua la economía circular y el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua. Por último quiso resaltar que para la FEMP la gestión integral del agua es de vital importancia y que, aunque en su entidad hay representantes de todos los modelos de gestión, tanto pública como mixta o privada, el objetivo de todas ellas es prestar un servicio de calidad a la ciudadanía porque “el agua es de todos”.
Por su parte, Arlandis hizo una detallada exposición de la gestión del Canal de Isabel II, la mayor empresa pública de aguas de España y una de las más importantes a nivel mundial., y de cómo han ido adaptándose a los nuevos tiempos, a las nuevas demandas y a los nuevos problemas. Así, destacó que el principal objetivo es la adaptación al cambio climático, que había que establecer unas tarifas que contemplaran de manera completa el ciclo integral del agua sin olvidar las tarifas de carácter social para los más desfavorecidos, que había que apostar por la economía circular y que el enfoque tecnológico e innovador debía estar perfectamente integrado en el modelo de gestión a desarrollar, destacando que la inteligencia artificial y el análisis masivo de datos podían ser de gran ayuda para ello.