El ciclo de vida de una tubería: si queremos que perdure, es necesario un mantenimiento preventivo
En España, las redes de transmisión de agua tienen setenta años de media, ¿qué podemos hacer para alargar su vida útil?
El 22% del agua que se produce o canaliza se está desperdiciando por fugas. Lo que se traduce en una pérdida de 880 millones de m³ al año, equivalente a la capacidad de 2.500 piscinas olímpicas, según la Federación Europea de Asociaciones Nacionales de Servicios de Agua.
Cuando hablamos de gestión de redes de agua, uno de los grandes riesgos involucrados son la aparición de fugas y los costes que estas conllevan. La labor de detección de fugas o anomalías es una ardua tarea que suele llevar intrínseca la necesidad de reemplazar la red o parte de ella. Afortunadamente, el auge de los softwares capaces de gestionar el estado de la red está permitiendo un mejor control de la red para los equipos gestores, lo cual es una gran noticia para el sector. Sin embargo, aún se encuentran muchas carencias en el asunto de gestión de redes cuando nos adentramos en materia de prevención del deterioro y aparición de fugas en redes arteriales, así como la localización exacta para su corrección.
Las campañas para la detección de fugas son un recurso cada vez más demandado por las empresas gestoras. Sin embargo, de cara a una mejor gestión, y mayor eficiencia en la red y costes de gestión, se hace necesaria una gestión preventiva de la red desde los primeros años de construcción.
¿Por qué analizar una red desde su construcción?
Se estima que el 15% de las roturas son causadas por las condiciones de instalación, las cuales son apreciables desde el exterior en contadas ocasiones. Estas irregularidades pueden deberse a numerosas causas, abarcando desde fallos en el asentamiento del terreno o deficiencias en los fuelles de compensación de presión. Las divisiones o extensiones a lo largo de la ruta requieren una unión hermética entre diferentes secciones de la tubería, y en caso de defecto en dicha unión, se pueden perder grandes cantidades de recursos hídricos.
Los sistemas in-line como el Sistema Nautilus permiten la inspección de grandes tramos, los cuales se realizan con la tubería en carga
Con el devenir de los años, son diversos los factores que pueden afectar a la red, ya sean agentes externos o intrínsecos a la degradación del material por el uso continuado. En redes que transitan por áreas con abundante naturaleza, una causa frecuente de falla es la aparición de raíces junto al recorrido de la tubería. Estas raíces pueden dañar la red desde el exterior y provocar pérdidas. Del mismo modo, en zonas urbanas o cercanas a zonas de tránsito de vehículos pesados, la circulación puede alterar la fisionomía del terreno.
Por otra parte, el signo más común del deterioro de las tuberías de conducción de agua es la aparición de corrosión en las primeras capas internas, especialmente en tuberías de metal. Estos indicadores, si bien son sencillos de detectar en los niveles químicos del agua, su localización no lo es tanto, de ahí la necesidad de contar con equipos especializados en la detección y localización de incidencias en la red. En estos casos, los equipos de grabación acústica desde el interior de la red, como sistemas de grabación de video del interior resultan especialmente útiles. Estas incidencias pueden suponer grandes pérdidas en caso de no ser corregidas en sus etapas tempranas, ya que pueden provocar grandes fugas que causen una pérdida significativa de presión o incluso la interrupción del servicio.
Al igual que nuestra salud, las enfermedades son un hecho que evidencian que el tiempo no pasa en vano y se ha de ir corrigiendo si se desea tener una vida plena y longeva. Con el paso de los años y el sufrimiento de la red por condiciones externas o naturales, las fugas o bolsas de aire son una causa frecuente de pérdidas, así como en juntas debido a tornillos que han perdido su presión o han sido corroídos por factores ambientales. Las revisiones periódicas son una realidad de la que debemos ser conscientes y consecuentes si se quiere aprovechar la vida útil de una tubería, más si cabe teniendo en cuenta el gran coste que supone su sustitución y pérdidas en caso de grandes fugas.
Afortunadamente, las innovaciones tecnológicas también son un recurso cada vez más accesible con el que cuenta el sector. Actualmente, empresas dedicadas al desarrollo de tecnologías para el análisis de redes como Aganova ofrecen herramientas a la par que esperanza para la gestión eficiente de redes. La empresa malagueña destaca por su patentado Sistema Nautilus.
Cuando hablamos de gestión de redes de agua, uno de los grandes riesgos involucrados son la aparición de fugas y los costes que conllevan
Años de desarrollo y mejoras constantes han sido y son invertidas para ofrecer a la empresa gestora un servicio sencillo de ejecutar, y posibilitar la puesta en marcha de campañas correctivas periódicas y asequibles. La tecnología permite el análisis de la red sin que suponga una parada en el suministro, grandes costes o largos periodos de tiempo de inspección. Los sistemas in-line como el Sistema Nautilus permiten la inspección de grandes tramos, hasta 34 km por día, los cuales se realizan con la tubería en carga. Este sistema, gracias a su flotabilidad neutra, navega desde el centro de la tubería, esquivando los posibles sedimentos que puedan haber quedado en el fondo. El sistema cuenta con un equipo de escucha activa capaz de identificar y ubicar fugas, bolsas de aire u otras anomalías en la red.
Nos encontramos en un momento histórico que nos ha forzado a concienciarnos sobre la importancia del agua y su gestión. El interés por minimizar el agua no registrada es notablemente creciente. Sin embargo, cuando hablamos de gestión eficaz, no podemos olvidarnos del factor preventivo para poder anticiparnos a los acontecimientos, no permitiendo la fuga de agua y maximizando así la capacidad de los recursos disponibles.
Gracias a empresas como Aganova, es posible la democratización del acceso a tecnologías para una mejor gestión preventiva
El mantenimiento de instalaciones es una labor que ha logrado calar en la sociedad, al que debemos el buen estado de instalaciones sostenido en el tiempo. Sin embargo, en materia de redes de agua, resulta irónica la falta del enfoque preventivo en su gestión. En la mayor parte de ocasiones, las redes se encuentran ocultas bajo tierra, de este modo parece ser menos urgente su supervisión y corrección. Esto nos recuerda al conocido “ojos que no ven, corazón que no siente”. La ausencia de alarmas que adviertan de un deterioro suele indicar que no existen razones para preocuparse. Sin embargo, cuando estas lo hacen, puede ser demasiado tarde. El agua es el bien más preciado para los seres vivos, de ahí, la necesidad por tratarla como lo que es, la fuente de la vida.
Gracias a empresas encargadas de desarrollar las tecnologías necesarias para la minimización del Agua No Registrada como Aganova, es posible la democratización del acceso a tecnologías para una mejor gestión preventiva.
Una puerta al desarrollo tecnológico sostenible
El 2022 ha supuesto un antes y un después para el sector dados los enormes avances experimentados. El desarrollo de nuevas tecnologías como el Sistema Jábega, Nautilus Explorer y la Plataforma Nemo permiten un nuevo abanico de prestaciones que posibilitan una óptima gestión preventiva de la red de transporte y distribución de agua.
El Sistema Jábega permite la evaluación preventiva de la tubería por medio de la visualización de la red desde el interior. La tecnología se caracteriza por estar compuesta, principalmente, por un sistema CCTV y de registro acústico que permite analizar el interior de la tubería en carga. El nuevo sistema desarrollado por Aganova permite obtener nuevos parámetros clave para la identificación de señales de deterioro de la red, realizando así una evaluación de la salud de la tubería. A través de la visualización de anomalías como la corrosión, presencia de incrustaciones y sedimento, y la presencia de elementos desconocidos como válvulas semiabiertas, derivaciones desconocidas u otros factores de riesgo para el buen funcionamiento de la red.
El Sistema Jábega permite la evaluación preventiva de la tubería por medio de la visualización de la red desde el interior
Si bien ya era ampliamente conocido el Sistema Nautilus, este sigue en desarrollo ofreciendo nuevas prestaciones. El nuevo lanzamiento consiste en una esfera denominada Nautilus Explorer que tiene como fin realizar un diagnóstico exhaustivo de la red. Además, la creciente oferta de tecnologías para la detección y prevención de fugas, y diagnóstico de la red se digitaliza a través de la Plataforma Nemo. Programación y tecnologías coordinadas con el mismo fin, facilitar el control de las redes y su gestión preventiva.
A través del uso de la tecnología adecuada es posible una gestión sencilla y preventiva que permita una gestión eficiente de los recursos con los que disponemos. El desarrollo y la colaboración son la base para un próspero futuro.