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Cristina Fernández: "Me sorprende la carencia general de registros históricos de las redes"

Aganova, empresa especializada en el desarrollo de tecnologías para la inspección de redes de agua potable, continúa su expansión internacional, y también su crecimiento a nivel técnico en detección de fugas en tuberías de gran diámetro con su Sistema Nautilus, una solución diseñada y patentada por la empresa malagueña. Hablamos con Cristina Fernández, directora técnica y responsable de operaciones en Aganova, sobre su trayectoria en la empresa y su perspectiva del sector.

Cristina ha dirigido proyectos de reducción de pérdidas de agua en África, América, Asia, Europa y en su CV ya puede incluir haber “navegado” por más de 2.000 kilómetros de tubería, y haber contribuido en la recuperación, tan solo en 2021, de 5.200 litros por minuto de agua a través de la localización de más de 800 fugas en redes de transmisión.

Conversamos con Cristina para conocer su visión “desde la arqueta”, como a ella le gusta decir, de la reducción de pérdidas de agua a nivel global.

En primer lugar, Cristina, háblanos de tu experiencia y trayectoria profesional.

La verdad es que mi trayectoria profesional está vinculada a Aganova casi desde el principio. Estudié ingeniería de diseño industrial, y, poco tiempo después de finalizar la carrera ya comencé mis primeros trabajos de detección de fugas con Aganova. Desde entonces, he alternado mi formación desde el pupitre, donde he cursado un máster en gestión de tecnologías en el sector del agua y estudios superiores en gestión de proyectos, pero, sobre todo, como decías antes, desde la arqueta. De hecho, de acuerdo con mi formación académica, podría haber optado por el trabajo en I+D, y en su momento pude hacerlo, pero, si te soy sincera, los retos de la operativa en campo me resultaban más motivadores.

En Aganova he tenido la oportunidad de estar en contacto con los sistemas hidráulicos de muchos países y poder conocer muy de cerca sus peculiaridades y problemáticas. He tenido la gran oportunidad de, siendo muy joven, trabajar codo con codo con grandes ingenieros del sector de todo el mundo. Y reconozco que me siento muy afortunada por ello.

Según tu experiencia, ¿cuáles dirías tú que son los principales problemas u obstáculos que dificultan la reducción de agua no contabilizada?

En mi caso, puedo hablar de la problemática que se plantea en relación con las pérdidas provocadas por fugas de agua en redes de transporte o redes en alta, que es donde he estado involucrada más directamente. En este sentido, la problemática depende mucho de los países. En muchas áreas, los principales obstáculos derivan del escaso conocimiento que se tiene sobre estas redes. Cuando estoy estudiando proyectos, no deja de sorprenderme la ausencia de planos o su inexactitud, por no hablar de la carencia general de registros históricos de las redes. Y claro, teniendo en cuenta las peculiaridades de las redes de gran diámetro y sus largos recorridos, los técnicos de mantenimiento encuentran serios problemas a la hora de identificar o segmentar sus redes para acometer campañas de detección.

Hay un gran trabajo para muchas empresas de agua en el inventariado de sus redes y en el registro de los elementos en las mismas

Hay un gran trabajo para muchas empresas de agua de todo el mundo en el inventariado de sus redes y en el registro de los elementos que existen en las mismas. Son innumerables los casos en los que durante las inspecciones con Nautilus para detectar fugas, hemos descubierto elementos en la red que el cliente no conocía, válvulas perdidas y parcialmente abiertas, derivaciones que no estaban del todo cerradas, y no te hablo de algo puntual, sino algo muy frecuente.

Por supuesto, también estarían los procesos administrativos, desde que se detectan las pérdidas hasta que finalmente se adjudica un contrato, no nos podemos imaginar la cantidad de litros de agua que se pierden.

Y ¿cuáles son las diferencias clave entre esos sistemas?

Diferencias muchísimas, aunque serían mayoría las similitudes.

Aunque suene a una obviedad, las principales serían las diferencias culturales y los procesos de trabajo que vienen marcadas de las mismas. Afortunadamente, en Aganova contamos con una red muy amplia de socios internacionales. Nuestros socios son clave para apoyarnos y facilitar que nuestra adaptación a la idiosincrasia de cada país sea casi inmediata.

Por supuesto, también están las diferencias técnicas en lo que deberían ser estándares, pero la verdad, es que siempre hemos sabido adaptarnos. Por ejemplo, en nuestro Sistema Nautilus, son clave los sistemas de inserción y extracción diseñados por Aganova, ya que permiten una operativa en campo muy fluida. Sin embargo, son innumerables las ocasiones en las que hemos conseguido adaptarlos a las necesidades del cliente: creando trampas específicas y a medida para tuberías, utilizando buzos en situaciones subacuáticas o ubicando redes diseñadas para configuraciones muy diversas.

En mi caso, una diferencia que es crucial en el estudio de un proyecto, es el manejo de la presión en los diferentes lugares; esto es clave en la detección de fugas. Dependiendo de los niveles de presión, la tipología de fugas y su frecuencia es muy diferente. En las zonas con mayor presión es más frecuente la presencia y abundancia de fugas, pero quizá su detección es menos complicada. En áreas donde las presiones son más bajas, en líneas generales, las fugas son menos frecuentes, pero son mucho más difíciles de localizar. En el caso de nuestra tecnología, siempre y cuando tengamos un mínimo de presión podemos detectar las fugas, aunque el manejo del proyecto será diferente.

Para la reducción de pérdidas de agua a través de fugas, ¿qué soluciones propondrías?

Es cierto que la conciencia sobre la importancia de la protección del recurso del agua está sobre la mesa, y es cierto también que las políticas y regulaciones están cada vez más poniendo coto a la permisibilidad sobre las pérdidas de agua por los operadores. Pero, en mi opinión, que es eminentemente práctica, creo que esas políticas tardan en llegar al terreno. 

En nuestro Sistema Nautilus, son clave los sistemas de inserción y extracción, ya que permiten una operativa en campo muy fluida

Se puede decir que todavía muchos de los proyectos que llevábamos a cabo son proyectos de reacción; es decir, el cliente nos llama cuando la pérdida de agua ya es importante, y lo que realmente sería efectivo, pero también rentable, sería la realización de campañas preventivas. Si podemos detectar fugas de hasta 0,005 litros por segundo, ¿por qué esperar a que estas fugas se desarrollen y causen problemas mayores?

De todos los proyectos en los que ya has trabajado, ¿hay alguno del que te sientas especialmente orgullosa?

Esa es una pregunta realmente difícil de contestar porque casi todos los proyectos nos han hecho aprender mucho y, por lo tanto, han supuesto una mejora para nosotros los técnicos, y hablo por todo mi equipo, pero también para nuestra tecnología. Quizá, la mejora de las redes en países con un mayor estrés hídrico y con un menor poder adquisitivo son más gratificantes, y son los que mayores retos plantean. Pero ahora mismo, se me viene a la mente un proyecto que acabamos de finalizar en Emiratos Árabes Unidos, con DEWA. Ver que con nuestro apoyo el cliente ha podido reducir en tan solo unos pocos meses 68,4 millones de galones de agua me hace sentir muy orgullosa de mi trabajo, y me hace reflexionar sobre el potencial de reducción de pérdidas de agua que podríamos conseguir si se realizaran campañas más extensivas en todos los países.

Cambiando de tema y para ir finalizando esta entrevista, me gustaría preguntarte por tu experiencia como mujer, y además muy joven, en un sector mayoritariamente masculino.

Bueno, en ese aspecto habría mil anécdotas que contar, la verdad. Es verdad que cada vez somos más las mujeres que trabajamos en este campo. Si bien es verdad que muchas veces el hecho de ver a una mujer en una arqueta ha causado sorpresa entre los técnicos, siempre he obtenido reconocimiento y respeto de compañeros y de clientes. Por eso, animo a todas las jóvenes profesionales a unirse a este sector apasionante y apoyar no con un granito de arena, pero con muchas gotas de agua a la sostenibilidad de nuestro desarrollo en el planeta.