El 3 de noviembre de 1617 sucedió un hecho que, por su importancia y por conmemorarse ese día su 400 aniversario, queremos poner de relieve. Os hablamos de la riada que sufrió Camprodon (comarca del Ripollès - Girona) ese año a raíz de la crecida de los ríos Ter y Ritort.
Catalunya es un país mediterráneo, donde identificamos cuencas caracterizadas por ríos cortos y de caudal variable y otras cuencas más grandes donde los caudales son más abundantes y constantes. Complementariamente a estas características encontramos una climatología con tendencia a presentar lluvias de elevada intensidad y corta duración en todo en primavera y en otoño.
Estos episodios de alta concentración pluviométrica pueden provocar el fenómeno de las inundaciones.
El Ripollès y las inundaciones
Los Archivos Históricos locales del Ripollès tienen registrados hasta 30 episodios de inundaciones, desde la primera documentada en 1577 hasta la última del 1992. Estas siguen el patrón estacional, consistente en lluvias de corta duración y muy intensas en el verano y de gran volumen de precipitación y larga duración en otoño.
El Ter a la izquierda y el Ritort a la derecha. Vista desde el puente medieval de Camprodon
¿Qué pasó?
Aquel 3 de noviembre de 1617 Cataluña empezó a sufrir unos días de fuertes y violentas tormentas, que se prolongaron hasta el día 15 de ese mes. Según afirmaciones del notario Guasch “Fas memoria yo Pere Gusch notari, com a Sant Miquel de setembre de l’any 1617 comensaren les pluges dek cel i duraren fins el dia 15 de Nohembre de dit any..” (*) .
El incremento de las aguas de los ríos Ter y Ritort, que nacen no muy lejos y rodean Camprodon, provocaron la inundación del núcleo de esta localidad. Tan cuantiosa fue la lluvia que los desbordamientos y daños que se registraron son equiparables a la suma de los episodios de octubre de 1940 en el Ter, septiembre de 1971 en el Llobregat y noviembre de 1982 en el Segre, episodios récord a las mediciones instrumentales del s. XX en cada uno de los ríos mencionados.
Como recuerdo de aquel hecho, en uno de los extremos de la calle Valencia de Camprodon, se colocó una placa que dice “A 3 de noembre any 1967 laygua es aribada en aquesta raila” (sic) (*1). Esta se encuentra a dos metros de altura respecto la base de la calle. Podemos comprender así porque aquel fue "El año del diluvio".
Imagen de la placa donde se indica el nivel del agua en la riada de 1617
Se tiene constancia del derribo de molinos, casas, puentes, esclusas y de daños al sector industrial de la época, básicamente la artesanal, y al agrícola - ganadero.
La proximidad de los núcleos habitados en los centros de producción (molinos y ferrerías), la existencia de aprovechamientos hidráulicos (esclusas, acequias y molinos) situados en la orilla del río y de cruces de redes de caminos con los mismos hacían patente el riesgo y la vulnerabilidad.
La gestión de las inundaciones
Episodios de este tipo ponen al descubierto como se ha mejorado en la gestión de las inundaciones en la actualidad, incidiendo en cualquiera de las cuatro fases (prevención, protección, preparación, recuperación). El ejemplo de Camprodon nos permite disponer de una experiencia, para aplicar mejor los criterios en nuevas edificaciones que deben tener en cuenta el riesgo de inundación. Actualmente sin embargo, es inviable cambiar de lugar un núcleo urbano que esté ubicado en zona inundable, por el que hay que combinar la aplicación de medidas de las cuatro fases antes mencionadas, para evitar daños significativos.
Imagen de la riada, en 1940, en el mismo punto de Camprodon
Desde el mes de agosto de este año, el Gobierno de la Generalitat ha aprobado el Programa de medidas del ámbito hidrológico del Plan de gestión de riesgo de inundaciones del distrito de cuenca fluvial de Cataluña, y ha finalizado el envío del Plan de gestión de riesgo de inundaciones del distrito de cuenca fluvial de Cataluña, el cual contempla inversiones de los diversos actores involucrados en la gestión de las inundaciones (urbanismo, protección civil, ACA ...) por valor de casi 100 millones de euros.
En este sentido es importante destacar que si viene las medidas de protección son vitales para evitar daños, también son muy relevantes las medidas de prevención (donde en coordinación con el Departament de Territorio y Sostenibilidad se está trabajando para que los planeamientos urbanísticos actuales y del futuro tengan en cuenta criterios de inundabilidad y establecer medidas de mejoras de la resiliencia de las ocupaciones) así como las de preparación (mediante la aplicación del Plan INUNCAT y otros planes de protección civil, o la mejora en la predicción donde conviene destacar la participación en proyecto Anywhere) y las de recuperación (como las actuaciones de mantenimiento de cauces tras episodios de inundaciones o las subvenciones realizadas a los aguaceros del Maresme).
(*) "recuerdo yo Pere Gusch notario, como en San Miguel de septiembre de 1617 comenzaron las lluvias del cielo y duraron hasta el día 15 de Noviembre de dicho año ..".
(*1) El día 3 de noviembre de 1617 el agua llegó hasta esta línea”