La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha llevado a cabo diversas actuaciones dentro de la toma de Sant Ponç, en el Solsonès, con el objetivo de mejorar la seguridad estructural de las cámaras de los órganos de desagüe profundos.
Los trabajos, con un coste superior a los 12.500 euros, se han centrado en la rehabilitación estructural de los techos de las cámaras, los cuales estaban dañados tras más de 65 años de haberse contruit y estar sometidos a la humedad propia del interior de la presa.
Esta rehabilitación estructural es necesaria para garantizar que los operarios y maquinaria que transita por encima del forjado lo haga con seguridad y sin peligro de colapso. Estos forjados dividen, en vertical, la zona de tránsito de personal de explotación (zona superior) de la cámara de válvulas de desagües de medio fondo y fondo (zona inferior).
De esta forma, además de realizar un correcto mantenimiento del estado de la infraestructura, se mejora la seguridad hacia los trabajadores en términos de riesgo ante un desprendimiento de material.
En estos espacios se han repicado y limpiado con agua a presión las estructuras de hormigón. Posteriormente, se ha aplicado mortero y un compuesto químico para evitar el impacto de la humedad.
Renovación de los desagües de medio fondo
A esta rehabilitación hay que añadir las obras que hace meses se están ejecutando para renovar completamente los desagües de medio fondo (dos líneas de salida de agua que se renuevan completamente). Con esta renovación se actualiza la seguridad y operatividad de estas vías de desagüe de la presa, dado que las existentes de origen presentaban un estado de envejecimiento y seguridad en operación mejorables.
Las obras en cuestión están prácticamente finalizadas. Con ello, en términos de operatividad hidráulica, la toma de Sant Ponç estará perfectamente alineada con las recomendaciones más estrictas a nivel de seguridad y explotación de presas.
El embalse de Sant Ponç está cerca del 99% de su capacidad, con más de 24 hm 3 almacenados.